Desde septiembre de 2022, el Convento de Las Puras abre sus puertas al público, mostrando sus más de 500 años de historia

El Convento de Las Puras alberga a las vecinas más antiguas de la ciudad de Almería. Durante cinco siglos (el quinto centenario se celebró en el año 2015), sus puertas han estado cerradas a visitantes, acogiendo a una población de monjas de clausura que en algunos momentos ha llegado a rozar el centenar de integrantes.

Hoy en día, por debajo de las siete hermanas, lo que obligaría a su cierre y traslado, el Convento de Las Puras abre al público como forma de sobrevivir. Desde septiembre de 2022, esta pequeña ciudad dentro de la ciudad de Almería es visitable, aunque una parte importante de la misma sigue formando parte de la intimidad de sus habitantes.

500 años de Las Puras en Almería

Hemos empezado diciendo que Las Puras son las vecinas más antiguas de la ciudad de Almería. Os contamos un poco su historia: con la conquista cristiana de Almería y expulsión de los musulmanes que dominaban la ciudad, la Corona de Castilla entregó varios terrenos a don Gutierre de Cárdenas, uno de los grandes jefes militares de los Reyes Católicos. Entre ellos tres pequeñas fincas de recreo (almunias) de tres moros importantes en el barrio de la Musalla.

En su testamento, Gutierre de Cárdenas cedía sus terrenos del casco antiguo a la orden de Las Claras. Sin embargo, a su muerte, su esposa, Teresa Enríquez, se los cedió a su amiga Beatriz de Silva, fundadora de las Concepcionistas Franciscanas en Torrijos (Toledo) para construir en Almería el Convento de Las Puras.

A partir de ahí, a través de donaciones, Las Puras adquirieron una gran cantidad de terrenos en Almería y el Bajo Andarax, convirtiéndose en las grandes propietarias de la provincia. Sin embargo, con el paso de los siglos, las expropiaciones y las desamortizaciones les han reducido sus posesiones al actual convento y el anexo edificio que un día fue Colegio y hoy es sede, en régimen de alquiler, de la UNED.

Cómo llegar al Convento de Las Puras

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La manera más fácil para llegar al Convento de Las Puras es hacerlo desde la Plaza de la Catedral de Almería. Una vez allí, hay que localizar la estatua al Obispo Diego Ventaja y salir de la plaza por la calle junto a ella. A continuación, hay que tomar la primera calle a la derecha y nos encontraremos con la puerta de acceso a la Iglesia. A escasos metros de allí está la entrada para la visita

Otra forma de llegar es desde la Plaza Vieja. Saliendo hacia la Plaza de la Administración Vieja, junto al edificio de la UNED, se puede bajar por la calle Arráez y la peatonal Gutierre de Cárdenas hasta desembocar en la Casa del Poeta Valente, situada a escasos metros del acceso a Las Puras.

Una tercera opción, desde la UNED, es bajar por la calle Cervantes en dirección a la Plaza de la Catedral y seguir las indicaciones anteriores. Por esta última ruta pasaremos por la puerta oficial del convento, a través de la cual se accede al compás y al torno, como ahora después veremos.

Visitar el Convento de Las Puras: horarios y precios

Antes de seguir, os comentamos: el Convento de Las Puras de Almería se puede visitar de lunes a domingo de 11:00 a 14:00 horas y por las tardes de lunes a sábado de 16:00 a 18:00 horas.

El precio general de la entrada es de 5 euros, aunque existen una serie de descuentos para mayores de 65 años o jóvenes de 12 a 18 años (4 euros), residentes en Almería capital o grupos con guía (3 euros).

También se puede adquirir una entrada conjunta para el monasterio y la Catedral de Almería. En este caso, los precios son de 9 euros la general, 8 para mayores y 6 para jóvenes y grupos. En ambos casos, los menores de 12 años entran gratis.

Y un apunte más: al compás y el torno se puede acceder gratuitamente por el acceso principal de la calle Cervantes, siempre que se tenga una causa justificada. También se puede entrar gratis a la iglesia, aunque solamente en horario de misa, pero sin acceso a las demás partes visitables del convento.

Compás y torno: entrada oficial al Convento de Las Puras

Compás del Convento de Las Puras. | Tito S./QVEA
Compás del Convento de Las Puras. | Tito S./QVEA

Antes de entrar a la visita, podemos llegar a la entrada oficial, de acceso libre para los visitantes. El acceso se hace por la calle Cervantes, que comunica la Plaza de la Catedral con la Plaza de la Administración Vieja, entre el hoy CEIP Giner de los Ríos, antiguamente propiedad del convento, y el edificio de la UNED. Allí, una placa conmemorativa de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Almería nos recuerda el quinto centenario del convento.

Tocando al timbre, y siempre que tengamos una causa justificada, se puede acceder al compás, antesala del convento, llamado así porque rodea al edificio. Es la entrada oficial y solemne. Por esta entrada llegamos a la Puerta Reglar, que conserva sus elementos originales y que era la puerta oficial para las autoridades. Sobre ella, una de las tantísimas representaciones de la Purísima con la que nos encontramos por todo el monasterio, dentro de una hornacina con concha peregrina y escoltada por dos imágenes de santos, frescos realizados por un tío abuelo de Jesús de Perceval.

De camino al torno, encontramos otra Purísima, esta sobre una columna toscana, y una puerta que conecta con la sacristía. Encarni, una de las monjas de clausura, saluda a través del torno. Este ha sido durante siglos el único contacto de las monjas con el exterior y el lugar donde se comunican con aquellos visitantes que acudían a ellas a por dulces, yemas o encuadernaciones, prácticas que ya dejaron de realizar ante la falta de personal.

Comienza la visita al Convento de Las Puras: el claustro sur

Claustro sur del Convento de Las Puras. | Tito S./QVEA
Claustro sur del Convento de Las Puras. | Tito S./QVEA

Ahora sí, entramos a la parte del convento que era desconocida hasta ahora. Lo hacemos acompañados por el historiador y biógrafo de Las Puras, Antonio Sevillano, y por la calle de José Ángel Valente, para lo que hemos seguido las indicaciones anteriores. En el hall de entrada, nos llama la atención una imagen con tres protagonistas: la Purísima, en el centro, flanqueada por dos mujeres: son Beatriz de Silva y Teresa Enríquez, fundadora y benefactora de Las Puras, de las que ya os hemos hablado más arriba.

Accedemos a la primera gran joya de la visita: el claustro sur, un claustro porticado con un jardín en su interior. A mano derecha, cerrado al público, se encuentra el cementerio en el que reposan los restos de las monjas fallecidas, y que conserva un adintelado gótico original.

Adintelado gótico de la puerta del cementerio. | Tito S./QVEA

La iglesia, abierta al público en horario de misa

Desde el claustro sur, junto a la puerta del cementerio, se accede a la iglesia. Tiene la particularidad de que esta sí se abre al público normalmente, como iglesia que es, en los horarios de misa, pero sin que se pueda acceder desde allí al resto de las instalaciones del convento.

Se trata de una iglesia de una nave, llamadas “de cajón”, con dos capillas, una dedicada a la santa fundadora (Santa Beatriz de Silva) y otra privada de la familia Perceval. En el techo, se aprecia un artesonado de escayola que ha reemplazado el original mudéjar.

Retablo y talla de la Inmaculada Concepción. | Tito S./QVEA

El retablo más bonito de Almería

Pero lo que más llama la atención es el retablo mayor, de estilo barroco. Sin ser de grandes dimensiones, sí que está considerado como el retablo más bonito de Almería capital y uno de los retablos más bonitos de Almería provincia, junto con el de la Iglesia de la Encarnación de Vélez-Rubio o el de la Basílica de Oria.

La figura central es la Inmaculada Concepción, una imagen de una talla bellísima, de la escuela de Juan de Mena, que tiene tras de sí una historia un tanto curiosa. Y es que, durante la Guerra Civil, la imagen estuvo oculta en la casa de un magistrado junto a la imagen original de la Virgen del Mar (se hizo una copia de esta que fue quemada). Escoltan a la talla de la Inmaculada dos figuras de personajes desconocidos, y en la parte superior, la imagen de la fundadora, Santa Beatriz, y de San Francisco.

Completan esta Iglesia, que durante la Guerra Civil fue utilizada como lazareto, hospital, almacén y carpintería, una secuencia de cuadros, la mayoría de Antonio Bédmar del siglo XIX.

El coro bajo

El coro bajo, visto desde el interior de la iglesia. | Tito S./QVEA

Junto al altar, observamos a nuestra izquierda una reja que separa la Iglesia del coro bajo, punto desde el cual las hermanas pueden seguir la misa. A su lado, una pequeña puerta da acceso a la cratícula, espacio donde el sacerdote comulga a las monjas.

Para acceder al coro bajo, hay que salir de nuevo al claustro y seguir hacia la derecha. Subiendo unos pocos escalones, accedemos a esta sala, también visitable actualmente.

Refectorio

Nuestra siguiente parada se encuentra al otro lado del claustro, pasando la zona de la crujía, otro de los espacios más bonitos del convento. La crujía separa el claustro sur del septentrional y el obrador, que permanecen cerrados al público. El refectorio ha sido el comedor de las monjas de clausura hasta la apertura de la instalación al público.

En la puerta encontramos una lápida musulmana, encontrada en una de las remodelaciones que ha sufrido el convento. Dentro, una serie de pinturas realizadas por las propias monjas, las más antiguas de todo el interior y la mayoría ya deterioradas, y que representan diferentes escenas bíblicas.

Llama la atención un púlpito situado en uno de los laterales. Desde allí, cada día una de las monjas oficiaba los rezos en las comidas. Ahora, este espacio está abierto al público y las hermanas se han ‘mudado’ a otra estancia del convento.

Planta alta: celdas, sala capitular y coro alto

Salimos del refectorio y volvemos a la crujía. Ascendemos por unas estrechas escaleras de caracol que guardan la leyenda de una aparición del demonio a una monja que acabó tirándose por ellas. Otra opción para subir son las escaleras situadas junto a la puerta de entrada al claustro sur, con materiales originales y a mitad de las cuales podemos ver un ángel exterminador. Son por las que bajaremos más adelante, ya al final de la visita.

Una vez arriba, Encarni vuelve a saludarnos, ahora desde su celda. A lo largo de la galería se disponen las celdas en las que descansan las hermanas. La última de ellas ha quedado como muestra para que el visitante pueda ver cómo son estas pequeñas estancias para el descanso. Una habitación pequeña y sencilla, con apenas una cama, una mesita de noche y armario, forman todo el mobiliario de la misma. Junto a esta celda, una pequeña capilla a la que llaman ‘Oración del Huerto’.

Celda visitable en el Convento de Las Puras. | Tito S./QVEA
Celda visitable en el monasterio. | Tito S./QVEA

Continuamos hasta la Sala Capitular, un gran espacio de reunión para las monjas. En esta estancia es donde se realizan los nombramientos o donde se toman las decisiones más importantes para la comunidad.

Desde esta misma sala, y subiendo por unos pequeños escalones, llegamos al coro alto, visible desde la Iglesia en la parte superior, y en el que destaca la conservación del artesonado mudéjar original, así como un atril del siglo XVI.

Es en esta planta alta, y más concretamente en las últimas estancias, donde se concentra el mayor patrimonio de arte sacro. Los más destacados se encuentran en el coro alto, con representaciones en óleo de Teresa Enríquez y otras de San Francisco o Beatriz de Silva.

Coro alto del convento de Las Puras. | Tito S./QVEA
Coro alto del convento de Las Puras. | Tito S./QVEA

Un paseo por el entorno

Al finalizar la visita al Convento de Las Puras, podemos continuar nuestro paseo por el casco antiguo de Almería acercándonos a la Casa del Poeta Valente o la imagen de San Valentín de la Plaza Campoamor, ambas a escasos metros y en la misma calle. Otra opción es la de bajar a la Plaza de la Catedral, e incluso llegar a la Plaza Vieja por el norte.

En cualquier caso, una parada casi obligatoria en este paseo tenemos que hacerla en la Bodega Montenegro, saliendo en dirección hacia la Catedral y girando a mano derecha, en la Plaza Granero. Se trata de una de las bodegas más antiguas de la capital y no puedes irte sin probar su fabuloso arroz con pulpo o cualquiera de sus tapas de pescado, especialidades de la casa.

Historia, cultura, geología, cine, gastronomía, turismo activo y naturaleza se unen para que cada turista pueda identificarse con un rincón de la provincia por donde sale el sol andaluz

Espectaculares playas vírgenes, aguas cristalinas que esconden tesoros en sus fondos marinos, naturaleza en estado puro, un interior lleno de autenticidad, patrimonio histórico y artístico milenario, escenario de algunas de las mejores películas jamás rodadas, paraíso para del deporte al aire libre en cualquier época del año, el único desierto de Europa, excelencia gastronómica…, son solo algunas de las experiencias que el visitante podrá vivir en ‘Costa de Almería’, un destino que se adapta a cada viajero y donde puedes descubrir que ‘Hay una Almería en ti, la tuya’. 

Este es el lema de la nueva campaña de promoción que la Diputación Provincial de Almería ha puesto en marcha para difundir las bondades turísticas, versatilidad y variedad que el viajero encontrará en el destino ‘Costa de Almería’, uno de los más completos de todo el panorama nacional. Un enclave lleno de posibilidades para vivir experiencias únicas.

‘Costa de Almería’, belleza mediterránea

Faro de Roquetas de Mar.

‘Costa de Almería’ cuenta con más de 220 kilómetros de costa y, la mayoría de ellos, bañados por asombrosas e idílicas playas vírgenes como no se encuentran en ningún otro lugar de la Europa continental. Unas playas que permiten disfrutar de la estancia sin masificaciones, en pleno contacto con la esencia del Mediterráneo, cuya temperatura media del agua se sitúa cerca de los 20 grados y un sol que brilla en esta tierra durante 3.500 horas al año.   

La belleza mediterránea de ‘Costa de Almería’ no solo se detiene en la orilla, sino que, si nos sumergimos en sus fondos marinos, descubriremos asombrosos tesoros bajo el mar. El verano es una época ideal para adentrarse en cualquiera de los senderos que cobijan las entrañas del mar almeriense, ya sea en el Poniente, de Vera a San Juan de los Terreros o en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Las aguas cristalinas de estos enclaves dejan ver al buceador una extraordinaria vida marina o las praderas de posidonia. 

El turismo activo o deportivo es otra constante que se puede vivir en ‘Costa de Almería’ los 365 días. Además del buceo, se pueden practicar otras disciplinas acuáticas como kite, windsurf o surf. Sin dejar de lado la amplia oferta como destino de golf, rutas y senderos, travesías en 4×4 o en bici de montaña. Ya sea en instalaciones deportivas de primer nivel, en marcos naturales o al aire libre, no existe prácticamente una disciplina que no pueda ser practicada en la provincia de Almería.

Naturaleza y espacios protegidos

Turismo activo en la provincia de Almería.

La naturaleza en todo su esplendor, en su estado más auténtico, se convierte en otro de los puntos fuertes de esa Almería que habita en cada viajero. La provincia cuenta con 40 espacios protegidos, dos parques naturales, un parque nacional y dos reservas de la Biosfera. A esta amplia oferta se ha unido recientemente una joya natural: la geoda de Pulpí, la más grande visitable del mundo. 

El cinematográfico desierto de Tabernas en el que actores como Clint Eastwood se convirtieron en estrella, los karts de yeso de Sorbas o el Parque Natural Cabo de Gata–Níjar…, como algunos de los puntos ineludibles a descubrir en esta tierra, se complementan con el conocido como ‘cielo más limpio de Europa’ para disfrutar de la astronomía con el Observatorio de Calar Alto como emblema de esta relación. 

El sabor de una tierra que conquista en cada bocado

Mojácar pueblo.

La gastronomía almeriense se ha consolidado en los últimos años como una de las más creativas y sorprendentes del panorama nacional. A la excelencia que ofrecen los hosteleros de la provincia, con la tapa como protagonista, se suman las creaciones gastronómicas de las empresas almerienses que forman parte de ‘Sabores Almería’, la marca gourmet de la provincia impulsada por la Diputación de Almería.

Las empresas de ‘Sabores Almería’ transforman la mejor materia prima del mundo, la que se cultiva y exporta en los invernaderos de la provincia, la huerta de Europa, en exquisiteces que conquistan a los paladares más exigentes. Una forma original de conocer la provincia de Almería, todas sus comarcas y pueblos, es a través del talento de las empresas de ‘Sabores Almería’: aceites, cervezas, vinos, quesos, pescados y mariscos, salazones, frutas y hortalizas, encurtidos, jamones y embutidos, carnes, mieles…, nos permiten diseñar una ruta para degustar unas delicatesen que seducirán a todos los visitantes. 

Porque hay una Almería en ti, hay mil maneras de disfrutar del destino ‘Costa de Almería’, mil formas de conocer su patrimonio, hospitalidad, historia, y autenticidad, mil planes para disfrutar de su turismo sostenible de calidad adaptable a cualquier tipo de visitante y mil posibilidades de vivir una experiencia única, sorprendente e inolvidable, la tuya. 

Desde San Juan de los Terreros a la costa del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, las playas del Levante Almeriense son ideales para aquellos que buscan la tranquilidad

Las playas del Levante Almeriense son ideales para aquellos turistas y visitantes que buscan la tranquilidad, aguas cristalinas, e incluso una de las zonas nudistas más importantes de Europa. Desde Qué Ver en Almería os dejamos nuestra selección de playas en las aguas que baña el Mediterráneo desde Cabo de Gata hasta San Juan de los Terreros.

Playas del Levante Almeriense: Mar Serena en Pulpí
Mar Serena en San Juan de los Terreros.

Playa de Mar Serena (San Juan de los Terreros, Pulpí)

Mar Serena es la playa más concurrida de San Juan de los Terreros y no solo por su buena ubicación, en pleno centro del pueblo. Destaca por su arena fina su agua limpia y su escasa profundidad, lo que permite adentrarse decenas de metros sin que llegue a cubrir. Es ideal para ir con niños pequeños y además cuenta con todos los servicios, incluido un paseo marítimo con unos cuantos chiringuitos en los que disfrutar de la gastronomía costera: pescados, mariscos y demás platos típicos.

La playa es de muy fácil acceso y con abundante aparcamiento en un descampado al otro lado de la carretera (unas 1.000 plazas). Mar Serena se separa de Mar Rabiosa por un pequeño islote llamado El Pichirichi, donde los niños van a ver los cangrejos y saltar al mar.

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Cala del Peñón Cortado en Cuevas del Almanzora

Cala del Peñón Cortado (Cuevas del Almanzora)

Toda la costa de Cuevas del Almanzora, desde Pozo del Esparto a Palomares, está llena de pequeñas calas y tranquilas playas. Merece la pena coger el coche e ir viéndolas todas.

Pero si hay que elegir uno de esos pequeños rincones sería la Cala del Peñón Cortado. Es una playa de pequeñas dimensiones distanciada unos 5 kilómetros (apenas 7 minutos en coche) de Villaricos, en sentido Terreros. Se puede dejar el coche en una explanada junto a la carretera AL-7107 o bajar casi hasta la misma cala.

Es una cala tranquila debido a que las rocas frenan la fuerza del oleaje y además cuenta con zonas de sombra natural. Llama la atención el arco formado en una de las rocas, que conecta las dos partes de la playa formando casi una pequeña cueva donde se pueden tomar fotografías bellísimas. Hace unos años era casi desconocida pero ahora es más difícil estar sin compañía, lo que sumado a su escaso tamaño puede hacer que la experiencia sea peor.

Playas del Levante Almeriense: El Playazo de Vera
Baño nudista en El Playazo de Vera. | Rafael González

El Playazo de Vera

Todas las playas de Vera comparten un carácter urbano y un arenal amplio de unos 50 metros. Lo que diferencia a El Playazo del resto es que tiene una zona nudista de las más importantes de Europa. Y no es solo la playa, sino que las urbanizaciones y negocios también son naturistas, lo que llama la atención de quienes no conocen la zona.

Además cuenta con la única zona de ambiente LGTB de todo el Levante Almeriense (con pubs, apartamentos, chiringuitos…), lo que lo convierte en un destino predilecto para ese segmento. En cuanto a la playa, es ideal para tomar el sol sin ropa aunque los pudorosos también pueden ir a la zona textil a escasos metros.

Playas del Levante Almeriense: Playa Canela en Garrucha
Playa Canela en Garrucha.

Playa Canela (Garrucha)

Es la última zona de la playa de Garrucha en dirección a Mojácar, enfrente del Castillo de Jesús Nazareno. Es de arena de grano grueso, fácil de eliminar con una toalla. Al contar con un espigón suele tener menos oleaje que otras zonas, por lo que es la preferida de los niños pequeños. En las rocas, además, es habitual pescar.

Tiene chiringuitos y el paseo marítimo para ir andando a cualquier punto del pueblo. Por las noches se instala un mercadillo con artesanía y libros muy agradable para pasear. En Garrucha también es recomendable ver la subasta de la lonja de pescado a las cinco de la tarde y, cómo no, probar su gamba roja en alguno de sus muchos bares.

Playas del Levante Almeriense: Playa Venta Bancal en Mojácar
Playa Venta del Bancal en Mojácar

Playa de la Venta del Bancal (Mojácar)

Es difícil elegir una sola playa de Mojácar, ya que cuenta con 17 kilómetros de costa en los que hay desde playas vírgenes, como la del Sombrerico, hasta otras urbanas como es el caso.

La playa de Venta del Bancal (más conocida popularmente como la playa del Hotel Indalo) es la última en dirección Carboneras. Da inicio al paseo marítimo y está protegida por un espigón, lo que la resguarda de los temporales. Su arena es fina y color grisáceo, con un amplio arenal. Es el punto de inicio del paseo marítimo y tiene multitud de negocios. Muy cerca está una de las mejores heladerías de la zona (para gustos colores), que es la Gelateria Italiana Alberto.

Playa de los Muertos. | Ayuntamiento de Carboneras

Playa de los Muertos (Carboneras)

Es un clásico en todas las listas de playas almerienses, pero por méritos propios. Sus aguas cristalinas son una gozada para los sentidos y hacer esnórquel rodeado de peces es una experiencia por la que merece la pena “sufrir” bajando el sendero que separa el parking de la playa (unos 15 minutos por camino de tierra y piedras). Eso sí, es mejor ir con calzado cerrado, ligero de bultos (limitarse a una mochila y poco más) y con agua para soportar las altas temperaturas.

Una vez hartos de playa, uno no se puede ir de allí sin subir a ver la torre de Mesa Roldán (se accede por la carretera que hay enfrente del parking). Allí se rodaron escenas de Juego de Tronos y ofrece una increíble panorámica del Parque Natural de Cabo de Gata–Níjar.

Playa de Los Genoveses en Níjar. | Junta de Andalucía

Playa de Los Genoveses (Níjar)

Es una de las más famosas y bellas del Parque Natural Cabo de Gata–Níjar. Una inmensa bahía cerca de San José de dunas de arena fina y dorada. Las pitas enraízan en la arena y el agua es cristalina y limpia.

En temporada alta puede tener alta ocupación, si bien es una zona restringida al paso de vehículos privados (paso cortado de 11:00 a14:00 horas y de 16:30 a 18:30 horas y un pago de 5 euros en el resto de horas).

En esta playa de han rodado algunas películas, una de las más recientes es ‘Resucitado’, con Joseph Fiennes y ‎Tom Felton. Muy cerca está la también famosísima playa de Mónsul.

Historiadores, sastres, remanecientes de Padules, almerienses e implicados de diferentes ciudades de España, son quienes se han dedicado durante años a realizar una meticulosa investigación de lo ocurrido en 1570.

Esta recreación histórica de la Paz de las Alpujarras pretende representar un hito que tuvo lugar en Padules hace más de 400 años, cuando Al Habaqui, capitán del autoproclamado rey de los moriscos, Muley Abdallah Abén Boo, rinde armas y bandera ante Don Juan de Austria, capitán y hermanastro del rey más poderoso de ese tiempo, Felipe II.

Desfile de las tropas. | Alba O./QVEA
Desfile de las tropas. | Alba O./QVEA

Por este motivo, sus integrantes se reúnen en este pueblo cada primavera vestidos de moriscos y cristianos para representar el tratado de paz que dio fin a las guerras entre ellos en 1570. Este escenario de carne y hueso se convierte en un referente para muchos municipios de la provincia, ya que es una puesta valor por la recuperación de sus raíces.

Desde 2013, durante dos días el siglo XVI se apodera de cada rincón del municipio. Sus participantes se pasean orgullosos caracterizados de soldados, nobles y plebeyos. Perfeccionándolo año tras año, son cada vez más las personas que deciden colaborar en esta actividad.

Cómo llegar a Padules

Este pueblo alpujarreño es principalmente conocido por albergar Las Canales de Padules, un divertido recorrido que la naturaleza formado con pozas y caños originados por el río Andarax. Situado entre Canjáyar y Almócita, para llegar al destino se debe coger la A-348 desde Benahadux, en dirección Alhama de Almería, continuando por esta carretera hasta llegar al cruce que indicará la entrada al pueblo. Padules se sitúa a tan solo 50 kilómetros de la capital y unos 50 minutos aproximadamente desde Almería.

¿Qué pasó en la Alpujarra en 1570?

Los padulenses eran conocedores de que la cruz situada en su pueblo tenía un significado histórico detrás. Una vez comenzó su restauración, vecinos del pueblo comenzaron a ponerse en contacto con historiadores con el fin de desvelar la historia de la Alpujarra y de Padules.

Tras una exhaustiva recopilación, descubrieron que la cruz recibía el nombre de Juan de Austria porque Padules había sido el territorio elegido por Don Juan de Austria para implantar su campamento en la guerra contra los moriscos, los cuales se sublevaron en 1568.

Sin embargo, D. Juan de Austria llegaba en 1560 a este pueblo con el objetivo de conseguir un acuerdo de paz, o de lo contrario, vencer a los moriscos. Dos caminos totalmente distintos que podrían haber cambiado el rumbo de la historia, aunque finalmente fue un día de 1570 cuando D. Juan de Austria y Muley Abdallah Abén, rey de los moriscos, pusieron fin a una guerra que estaba desabasteciendo estas tierras.

La base fundamental de la Paz de las Alpujarras es su rigor histórico, ya que todo lo que se expone durante ese fin de semana ha sido supervisado por historiadores y especialistas en materia del siglo XVI.

No hay límite edad para formar parte de esta familia, de hecho, la diferencia de edad, interracial y cultural, posiblemente sea lo que le haga especial.

La Paz de las Alpujarras: actividades durante el fin de semana

Campamento Don Juan de Austria. | Alba O./QVEA
Campamento Don Juan de Austria. | Alba O./QVEA

Para conseguir semejante celebración repleta de actividades, conciertos y desfiles, todo el pueblo trabaja duro durante el año para que esos días el medievo consiga instalarse en Padules sin dejar ningún detalle al azar.

El desfile de tropas desde la entrada del pueblo hasta la Plaza de la Iglesia, se considera la apertura de este ansiado fin de semana.

Tras llegar a la plaza, se da la bienvenida de mano del alcalde, agradeciendo a todos los visitantes y contribuyentes su presencia. Veteranos y principiantes, sin distinción entre ellos, representan varios bailes medievales con vestimentas acordes al siglo XVI. Cabe señalar que, para poder participar en la recreación, los trajes deben ser obligatoriamente confeccionados por sastres de costura encargados de imitar patrones originales.

Seguidamente, las tropas y el resto de asistentes se dirigen a la apertura del campamento D. Juan de Austria, donde durante la jornada se llevan a cabo actividades adecuadas para todas las edades, dando cabida al entretenimiento y la enseñanza. Toque de tambores, exhibiciones militares, pequeñas escaramuzas, un armero, las damas, o el propio pintor de la corte, son algunas de las recreaciones a contemplar.

Talleres de la época. | Alba O./QVEA
Utensilios de la época.| Alba O./QVEA

En el campamento que solamente cierra a mediodía y durante la noche se pueden presenciar exhibiciones como: la lectura del bando de Santa Fe; disciplina de picas y tiro con arco entre tropas cristianas y moriscas; variedad de talleres de vida cotidiana del siglo XVI (esparto, cocina, cetrería, ordeño de animales…).

Es abrumador como el realismo se apodera del campamento a modo de una acogedora ciudad que en su entonces se disponía para alimenta al ejército de D. Juan de Austria. En definitiva, un homenaje a lo que pudo ser Padules en 1570.

Al día siguiente, el pueblo se despierta con la diana floreada a cargo de la Banda de Guerra del tercio de D. Juan de Austria, dando lugar de nuevo a la apertura del campamento para la jornada del domingo.

Acto de rendición

Este hito está basado en los libros históricos de los historiadores de la época, Ginés Pérez de Hita y Mármol de Carvajal, quienes plasmaron todo lo que sucedía en ese momento en el campamento cristiano situado en el Real de Los Padules del Andarax.

Gracias a su narración se descubre que los moriscos capitaneados por Al Habaqui, interlocutor de Muley Abdallah Abén Aboo, rinde arma y bandea ante Don Juan de Austria, capitán y hermano del rey de España en ese tiempo, Felipe II. De esta manera, D. Juan de Austria finalmente opta por regalarle un anillo al rey de los moriscos debido a su gesto de rendición, llegando así al acuerdo de paz que ponía fin a tres años de guerra.

La Paz de las Alpujarras, un evento conocido a nivel nacional

Desde que Padules emprendió esta exitosa idea, atraídos por el tema han contactado con los organizadores para participar en este festejo. Desde Almansa, Zaragoza, Madrid o Granada, se trasladan grupos a colaborar, enfundarse en elaborados trajes y divertirse recreando el sigo XVI.

Padules se caracteriza de otras ciudades por la posibilidad de representar a los moriscos, debido a que eran la base fundamental de los que vivían en este pueblo alpujarreño, además de turcos, que aparecieron con el fin de ayudar a los moriscos en la guerra contra Felipe II.

Recreación de La Paz de las Alpujarras. | Alba O./QVEA
Recreación de La Paz de las Alpujarras. | Alba O./QVEA

Se debe tener en cuenta para aquellos interesados en acudir, que exceptuando la rendición que si conlleva preparación (representación de varios textos teatralmente), no es su objetivo hacer teatro, sino revivir y recrear un hito histórico de la forma más placentera posible.

Broche final a las jornadas

Además, este pueblo destaca en la Alpujarra por ser uno de los más elegidos por sus bares y restaurantes. Unas tapas o un buen solomillo a la brasa del restaurante ‘Barroso’ puede ser un buen plan para poner el broche final a estas jornadas.

La Paz de las Alpujarras podría considerarse la oportunidad idónea para visitar este municipio. Quién sabe si serás el próximo en participar en este acontecimiento cuya magnitud solo va en aumento.

Canjáyar se proclama por ser conocida nacionalmente como la fuente de aceite de la provincia de Almería. Es complicado que algún almeriense no conozca La Almazara de Canjáyar, uno de los mayores productores de aceite de oliva virgen extra. Sin embargo, este municipio alpujarreño cuenta con numerosos rincones atrayentes que merecen la pena visitar. La Iglesia de la Santa Cruz del Voto, la Ermita de San Blas, o el museo abierto Historia de la Villa de Canjáyar, son alguno de ellos.

Remaneciente de la cultura andalusí, este pueblo de la Alpujarra Almeriense mantiene su legado entre la agricultura y sus costumbres populares. Canjáyar se considera uno de los pueblos con un pasado ligado a la riqueza que proporcionó la uva, considerándose así un municipio que gozaría de cierta importancia durante esa época.

Cómo llegar a Canjáyar

Con poco más del millar de habitantes y rodeado por Padules y Ohanes, Canjáyar es un municipio situado en la comarca de la Alpujarra Almeriense. Para llegar hasta este destino se debe coger la A-348 desde Benahadux, en dirección Alhama de Almería, continuando por la misma carretera hasta llegar a una de las dos entradas del pueblo. A tan solo 47 kilómetros de la capital, se llegaría a vuestro destino en 45 minutos aproximadamente.

Qué ver en Canjáyar

La primera impresión de este pueblo de la alpujarra nos muestra sus rasgos de origen morisco, detectable en sus calles, arquitectura de antaño y sus casas escalonadas. En Canjáyar el punto de encuentro es la Puerta del Sol. Lejos de parecerse a la de Madrid, se trata de un pequeño cruce desde donde gusta partir a sus transeúntes y habitantes. Una vez encauzado el paseo, a pocos metros se encuentra la Plaza de la Constitución, el centro neurálgico del pueblo.

Una plaza prominente donde se levantan el Ayuntamiento a un lado y la Iglesia de la Santa Cruz del Voto a otro, separados a su vez por una alta fuente. Una plaza en la que Canjáyar disfruta de sus grandes acontecimientos.

La Iglesia y las fiestas de la Santa Cruz

Aparentemente similar a otros templos religiosos por su arquitectura, esta Iglesia solo abre un día al año una de sus dos puertas. Bautizada como la puerta del Ángel. Esta solo se abre el 19 de abril, día de celebración de la Santa Cruz del Voto. Situada en el centro del pueblo, contiene una de las joyas de Canjáyar, su patrona la Santa Cruz.

Templete de la Cruz Blanca. | Qué ver en Canjáyar
Templete de la Cruz Blanca. | Alba O./Canjáyar
Iglesia de Santa María del Voto. | Qué ver en Canjáyar
Iglesia de Santa Cruz del Voto. | Alba O./QVEA

La festividad comienza con el culto religioso ya desde el mediodía, pero sacando a la imagen del Ángel al anochecer en procesión hasta el Templete de la Cruz Blanca. Es en ese momento cuando solamente se abre la puerta del Ángel, ya que para el resto de ocasiones se emplea la puerta principal.

Cuando escuchas Cruz Blanca no imaginas ese reluciente templete blanquecino en una de las entradas del pueblo. Esta cúpula digna de presenciar está en pie desde 1996 y la corona una cruz. No mucho tiempo atrás, el ángel portaba un fajín rojo lleno de donaciones, pulseras y rosarios con promesas de sus devotos. Sin embargo, este tuvo que ser retirado para proteger el bienestar de la imagen.

Tras disfrutar de un día señalado para el pueblo, al siguiente día tras la misa solamente se desplaza la imagen de la Santa Cruz hasta la Ermita del Cerro San Blas, donde el clérigo procede a bendecir los campos desde un diminuto mirador que hay en el cerro. En su vuelta a la Iglesia, se planta la Santa Cruz para que sus devotos puedan besar la imagen y pedir un deseo.  

Al entrar a esta Iglesia del siglo XVI los ojos van directos al frente, entre colores dorados y un rojo pasión, el altar alumbra un brillo que acapara tu atención. Conforme avanzas, destaca del resto de iglesias una hornacina que envuelve el ángel sobre el altar. Desprende una luz especial, se podría decir que tanto esa iglesia como sus imágenes son especiales.

La historia de Canjáyar narrada por su Museo Abierto

Qué ver en Canjáyar a través de su Museo Abierto
Museo Abierto de Canjáyar. | Alba O./QVEA

En el camino de la Plaza de Abajo a la Plaza de Arriba, una serie de paneles cerámicos atraen la atención contando algunos de los episodios más representativos de la historia del pueblo. Esta colección artística distribuida al aire libre se inauguraba en el año 2006 durante la celebración de sus fiestas patronales.

Este Museo Abierto tiene su punto de inicio en el Ayuntamiento, situado en la Plaza de la Constitución, y continúa a pie de calle por sus principales plazas y fachadas, siguiendo así un orden cronológico. De esta forma, estos 22 murales narran los fundamentales acontecimientos, personajes y monumentos del municipio a través de narraciones históricas y pinturas.

Esta Plaza Nueva, a la que los canjilones llaman Plaza de Arriba tiene aroma a uva, y no porque huela a tal, sino por su ambientación parralera. Luce un monumento esculpido de un parralero en honor a este trabajo al que muchos se dedicaron durante esa época. Estas faenas eran típicas en Canjáyar y en toda la zona del Andarax.

Balsa de la Pará

Continuando el paseo por las calles de este municipio llegando a su calle principal de nuevo se encuentra su antiguo lavadero. En la mayoría de los pueblos de la comarca estos arrastran agua e intentan conservarlos manteniendo su esencia intacta sin aparente reforma, procurando no perder ese encanto de aquel lugar donde se reunían las mujeres para hacer la colada y sobre todo echar un buen rato de charla.

Justo a su lado se encuentran unas escaleras que desembocan en la Balsa de la Pará, una balsa en medio del pueblo que sigue con agua y juega un papel importante cada año. No es común toparse una embarcación de este tipo de forma tan cercana. Sin embargo, podría ser un regalo para aquellos que visiten el pueblo, ya que desde allí se puede divisar el pueblo en su totalidad.

El 14 de septiembre esta balsa pasa a tener un papel trascendental, debido a la Fiesta del Agua. De nuevo proceden a sacar la Santa Cruz durante una procesión que esta vez llega hasta el antiguo convento, hoy residencia de la Tercera Edad. Una vez finalizada la procesión, se disponen a soltar el agua de esta balsa para desembocar en forma de rías por sus calles, simbolizando que ese preciso año se ha llevado a cabo una afable cultivación.

Ermita de San Blas

Ermita de San Blas. | Alba O./QVEA

Una vez recorrido parte de este municipio, ya sea en coche o andando durante un rato más, se puede llegar al cerro de San Blas donde se encuentra su ermita. La Ermita de San Blas, en pie desde 1880 ,tiene aspecto de pequeño castillo debido a sus dos torres de campanario.

Durante el tiempo que la Iglesia estuvo reformándose, fue el lugar de celebración de las bodas. Canjilones y forasteros suben cada 20 de abril al cerro para la procesión, siendo esta la única vez que se abre la ermita durante el año. Allí también se encuentra el Mirador Manuel del Águila, desde donde se puede contemplar Canjáyar y alrededores.

Tras visitar la ermita y bajar de nuevo hacia el pueblo a escasos metros se encuentra una recogida Casa Cueva, dispuesta como museo y punto de información turística. Disponible desde 2014, este acogedor recopilatorio muestra a través paneles históricos, trajes tradicionales y diferentes obsequios que podrían considerarse reliquias. Es un buen plan para aquellos que no quieran irse sin saber todos los detalles de la historia de este municipio.

Barriada de Alcora

Además, Canjáyar cuenta con la Barriada de Alcora. Es recomendable coger el coche para desplazarse hasta allí ya que se sitúa a 4 kilómetros del núcleo del pueblo. Para sus escasos habitantes esta barriada es su hogar. Aunque perteneciente a Canjáyar, ellos afirman remanecer de Alcora cuando se les pregunta. Pasear por allí transmite el contacto con la naturaleza, niños jugando, cortijos con sus enredaderas y bastante tranquilidad. No obstante, el 24 de mayo tienen sus propias fiestas en honor a María Auxiliadora.

Los merengues con más recorrido de la provincia

Merengues de Canjáyar. | Alba O./QVEA

El paseo por Canjáyar empieza a llegar a su fin. Sin embargo, hay una parada obligatoria antes de dejar el pueblo. La mayoría de sus visitantes pasan por la pastelería Delicias de la Alpujarra, local situado en el corazón del pueblo que se dedica a vender por toda la provincia e incluso fuera sus delicias de azúcar, clara de huevo, merengue y limón. Este negocio familiar de más de 110 años lleva, junto a sus merengues, a Canjáyar por bandera.

Toda ruta necesita recargar fuerzas y si alguno no se ha animado a comprar merengues, cerca del punto de inicio del paseo se sitúa el Bar Joaquín, con una pequeña terraza al aire libre. Una tapa de pulpo a la gallega o una buena costilla se convierten en las opciones favoritas para sus comensales. Dado el clima que suele gozar Canjáyar, cualquier día libre le hace un destino apetecible para descubrir, siendo además sus fiestas patronales una oportunidad para conocer sus costumbres entre jolgorio y armonía.

El Museo del Esparto es una de las señas de identidad de El Contador, localidad perteneciente al municipio de Chirivel, situada a los pies de la sierra de María, en el límite con la provincia de Granada por la A92-N. El esparto, un material que ha sido importantísimo en la agricultura, ganadería y economía de la comarca de Los Vélez, fundamentalmente desde el siglo XVIII y que tiene su propio espacio por descubrir en esta localidad. No en vano es el museo del esparto más importante del mundo.

Cómo llegar al Museo del Esparto de Chirivel

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Al acceder a la localidad de El Contador, tras dejar la autovía (salida 76 si se llega desde Vélez-Rubio y la 82 si se viene desde Granada), todas sus calles te llevan al centro de la localidad. La plaza de San Antonio es un amplio espacio ovalado por el que pasa toda la vida del centenar de vecinos que llenan sus casas. Es el centro neurálgico desde el que parten las calles que conducen al lavadero y al teleclub, a la Iglesia, a la escuela, a la panadería, a las eras y siguiendo por la calle Ballesteros hasta el Museo del Esparto.

Plaza de San Antonio en El Contador. | Lázaro Martínez/QVEA

Un rincón en Los Vélez ideal para descansar

Este pequeño rincón de Los Vélez es un lugar ideal para descansar, salir de la vorágine del trasiego diario, del ruido y pasar unos días tranquilos. Este remanso de paz permite desconectar y deambular por sus calles en silencio, roto a veces, por el sonido de los cencerros de algún rebano de ovejas y cabras; o pasear por un bosque de encinas y dehesas por la carretera de la Tala y Asprillas, un bonito recorrido a la salida del pueblo, pero lo que no se puede dejar de visitar es una de las señas de identidad que atesora, el Museo del Esparto. Centro que recoge la vida tradicional del municipio y su entorno, donde el esparto ha representado, en la vida del hombre un complemento muy importante para su quehacer diario en cuanto a la vestimenta, el calzado o el transporte.

El esparto en Los Vélez

Planta del esparto. | Lázaro Martínez/QVEA

La orografía montañosa y las llanuras hacen posible una gran cantidad de paisajes, así como el clima frío y húmedo en invierno y caluroso y seco en verano condicionan la presencia de especies animales y vegetales. En la Comarca de Los Vélez en general y en Chirivel y su entorno en particular, se han recolectado plantas como el tomillo, el romero o el espliego para la extracción de esencias aromáticas para su uso medicinal, de ahí la existencia de alambiques por toda la comarca para la extraer la esencia.

Sin embargo, tendrá un papel predominante la recolección del esparto, planta que ha acompañado a los vecinos de la zona desde le prehistoria hasta la mitad del siglo XX. En el siglo XVIII se intensificó la recolección de esta planta en Chirivel debido a la revalorización que tuvo, convirtiéndose en fuente de trabajo y vida de sus habitantes.

Esta planta se caracteriza por tener hojas foliformes arrolladas llegando a medir hasta un metro de longitud. Su cultivo se da fundamentalmente en la mitad meridional de la península. En España su mayor presencia se da en el sureste, destacando las provincias de Almería, Granada y Murcia, aunque también se da en Valencia, Ciudad Real y Albacete. En Chirivel se dan las condiciones idóneas para su desarrollo.

El Museo del Esparto de Chirivel

Diferentes tipos de utensilios hechos con esparto. | Lázaro Martínez/QVEA
Garrafa enguitada. | Lázaro Martínez/QVEA

Todo este mundo, en el que los habitantes del medio rural han utilizado esta planta de la familia de las gramíneas, se refleja en el Museo del Esparto. Situado en una antigua casona, el museo consta de una sala en la que recogen piezas de todo tipo labradas a mano con las fibras obtenidas de esta planta silvestre.

En su interior se pueden contemplar diferentes tipos de utensilios como albardas, barjas, capazos, garrafas enguitadas, esparteñas y la reproducción de un pajar, con todos sus aperos. Además de una muestra de diferentes tipos de trenzados como el cordel, la guita, la soga de ramales, la guita retorcida, rabo de gato, la técnica de clineja o la pleita, así como diferentes paneles explicativos sobre la historia del esparto y su evolución.

El esparto supuso para esta sociedad una materia prima que servía para los quehaceres diarios tanto de la agricultura y la ganadería. Desde los tiros que se utilizaban para la labranza, contenedores para el trasporte de mercancías: aguaderas, capazos, espuertas, sembraderas. Para el uso doméstico también tenía su importancia como es el caso del empleo de cordeles para los asientos de las sillas, las esteras para limpiarse los zapatos o el uso de las esparteñas.

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Para visitar el Museo del Esparto hay que ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Chirivel para concertar día y hora. El teléfono de contacto es el 639394465

Qué ver en El Contador

Iglesia de San Antonio de Padua en El Contador. | Lázaro Martínez/QVEA

Además del Museo del Esparto, en nuestro paseo por la pedanía de El Contador hay que hacer parada obligatoria en la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua, erigida en 1900. El edificio, de estilo historicista popular, es de finales del siglo XIX y se construyó sobre una antigua ermita de principios del 700.

Cuando hace su llegada el invierno, justo unos días antes de Navidad, podemos asistir a las peculiares misas de gozo en las cuales una pequeña “cuadrilla” de músicos interpreta las diferentes partes de la eucaristía. Estas misas se realizan de madrugada antes de la salida del sol y suelen terminar con un baile en la plaza del pueblo. En la misa del gallo, en Nochebuena, la “cuadrilla” vuelve a interpretar sus coplas entre las que destacan los antiquísimos aguinaldos junto con las parrandas, seguidillas, jotas y malagueñas…

Dónde comer tras visitar el Museo del Esparto de Chirivel

Para retomar fuerzas después de la visita hay que hacer parada obligatoria en el Teleclub donde se pueden degustar toda clase de comidas caseras, siendo típico el arroz con cabeza de cordero para la fiesta de San Antonio. También se puede descansar en un pequeño hotel rural la Casona de Don Bruno. Una mansión restaurada del siglo XIX con piscina cubierta y jardines.

Este templo albojense alberga la imagen de la Virgen del Saliente, y es uno de los centros de peregrinación más importantes

La joya arquitectónica de Albox tiene nombre propio y está alzada sobre una historia apasionante, leyendas y puro arte que envuelven a todos sus visitantes. Es una conjunción de ingredientes que cada año hacen que miles de personas se rindan a sus encantos. Se trata del Santuario de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente, conocido popularmente como el Santuario del Saliente.

Este templo albojense alberga la imagen de la Virgen del Saliente, o ‘La Pequeñica’, y es uno de los centros de peregrinación más importantes del suroeste español. Sin duda, si te estás preguntando qué visitar en la Comarca del Almanzora de Almería, esta es una parada obligatoria.

¿Quieres descubrir por qué el Santuario del Saliente es la joya de la corona de las Iglesias de Albox?

Cómo llegar al Santuario del Saliente de Albox

El Santuario del Saliente se encuentra en uno de los picos más altos de la Comarca del Almanzora. Desde allí, abrazado por un frondoso paisaje verde, casi parece que se pueda tocar el cielo. Esta obra de arte está ubicada a poco más de 20 kilómetros del pueblo de Albox, a unos 32 minutos en coche desde el centro de la ciudad.

Comenzamos la ruta sumergiéndonos en un camino de curvas cerradas, que nos van descubriendo a su paso escenarios que querrás guardar en tu retina para siempre. Imágenes que tan solo son una pista del monumento que nos espera en nuestro destino.
Para llegar al Santuario del Saliente de Albox hay que coger la carretera AL-7100, atravesando en primer lugar la pedanía de San Roque, y continuando por Locaiba, el Llano de Los Olleres, Las Pocicas, el Saliente Bajo, las Pocicas y el Caserío El Lugarico. A los lados del camino podemos ver cortijos y casas modernos y clásicos donde muchos albojenses hacen su vida, un poco más alejados del bullicio urbano.

Los Aceiteros es la pedanía más cercana al santuario de Albox, y nos advierte de que ya estamos muy cerca de nuestro destino, al que también precede la Cueva Sima del Saliente. Y allí, en la carretera AL-7100, en el Saliente Alto, vislumbramos el majestuoso Santuario del Saliente de Albox, encontrando respuesta a por qué es uno de los sitios imprescindibles que ver en la Comarca del Almanzora de Almería.

El paisaje que conduce hasta el monumento. | Mª José Martínez/QVEA

Uno de los monasterios más grandes de Andalucía

El Santuario de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente se construyó en las últimas décadas del siglo XVIII, convirtiéndose con el paso del tiempo en uno de los centros de peregrinación más importantes de España. Tal es así que, en el año 1992, fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional.

Este templo de la Comarca del Almanzora fue construido sobre una antigua ermita erigida en el poblado prehistórico de Monterroel. Fue uno de los enclaves más privilegiados para los primeros asentamientos humanos gracias a su localización en la ruta que discurría desde la Comarca de Los Vélez hasta el Valle del Almanzora.

La planta de este santuario, de estilo barroco en transición hacia el neoclásico, tiene forma rectangular y mide aproximadamente 46 metros de largo por cincuenta metros de ancho. Desde la explanada del Roel se levanta la fachada principal, que está bordeada por unos muros de contención, y donde se disponen las dos puertas que están abiertas al atrio del monumento y al portal del claustro. Asimismo, la tribuna enmarca la hornacina central. Junto al templo, de forma adosada, se encuentran las dependencias del capellán, que están coronadas por un balcón de forja que no deja a nadie indiferente ante tanto derroche artístico.

El Pozo de los Deseos

Dentro del recinto, en el centro del patio entorno al que dispone el monumento, está el pozo de los deseos. Con estructura poligonal, era el encargado de abastecer con agua a los habitantes del monasterio y, en la actualidad, es el foco de muchas leyendas. Una de las más conocidas es la de echar tantos granos de trigo como personas a las que quieras desearle fuerza y salud. Pero, la más extendida es la de pedir un deseo y posteriormente lanzar una moneda.

Pozo de los Deseos en el Santuario del Saliente
Pozo de los Deseos en el centro del patio del Santuario del Saliente. | Mª José Martínez/QVEA

La Romería del Saliente, cita obligatoria con ‘La Pequeñica’

El 8 de septiembre es una fecha grabada a fuego en el calendario de los vecinos de Albox, y de otros muchos pueblos de la Comarca del Almanzora. La razón es que este es el día en el que se celebra la peregrinación religiosa, aunque comienza en las vísperas, que discurre desde la Plaza Mayor de Albox con destino al Santuario del Saliente.

Los romeros también parten desde diferentes puntos de las comarcas vecinas, haciendo el camino a pie. El fervor religioso se palpa en muchos de los sacrificios de los peregrinos, como es hacer el camino descalzos, incluso de rodillas, para que la virgen cumpla sus plegarias.

Miles y miles de peregrinos caminan unidos para visitar a la Virgen del Saliente, recorriendo la Rambla y disfrutando de jornadas inolvidables de convivencia. Tal es su importancia que esta fiesta fue declarada de Interés Turístico Andaluz en el año 2002.

Los peregrinos piden sus deseos a la Virgen del Saliente. | Mª José Martínez/QVEA

Antes de que amanezca ese mismo 8 de septiembre, ya en la basílica, se celebran misas ininterrumpidas hasta el mediodía. En ese momento se reza el Ángelus y se hace la procesión de la imagen coronada por los alrededores del Santuario del Saliente de Albox, continuando con las celebraciones litúrgicas hasta últimas horas de la tarde.

¿Qué simboliza la Virgen del Saliente de Albox (La Pequeñica)?

La Virgen del Saliente, conocida también como La Pequeñica, es una iconografía que simboliza la visión del capítulo 12 del Apocalipsis. Tradicionalmente la Iglesia ha visto en ella la figura de María o de la propia iglesia, asociada a la victoria de Jesucristo sobre la muerte y sobre el pecado.

Interior del Santuario del Saliente de Albox
Interior de la Iglesia del Saliente de Albox. | Mª José Martínez/QVEA

La imagen de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente es una talla de estilo barroco, de madera de tilo policromada, y de tan solo 58 centímetros. Es por ello que coloquialmente se refieren a ella como ‘La Pequeñica’. Lo cierto es que no se conoce exactamente cuando fue creada, pero, se piensa que debió ser a principios del siglo XVIII.

Virgen del Saliente. | Ayuntamiento de Albox

La Virgen del Saliente es sin duda una gran símbolo de veneración y cariño de muchos devotos de la Comarca del Almanzora. Además, son muchas las leyendas que se han propagado en torno a esta figura. Una de las más conocidas es la que cuenta que todo comenzó en el siglo XVII, con la aparición de la Virgen acompaña por unos cantos celestiales a un pastor de la zona, llamado Lázaro de Martos. Las autoridades eclesiásticas de la época mandaron a construir en el lugar una pequeña ermita. Sin embargo, la gran afluencia de peregrinos les obligó a levantar el actual Monasterio en el año 1769. Lázaro de Martos se convirtió en sacerdote tras esta aparición en mitad de una noche tempestuosa en la sierra albojense.

El Saliente, pura inspiración para el pintor Andrés García Ibáñez

El pintor Andrés García Ibáñez reside en Olula del Río. Sin embargo, sus padres, Pablo García López y María Dolores Ibáñez procedían de Albox. Esto ha hecho que el artista esté estrechamente vinculado a este pueblo almeriense, y haya dedicado muchas de sus obras a plasmar la belleza del Saliente.

Estas son, por ejemplo, ‘El Santuario del Saliente desde los Dientes de la Vieja’, la ‘Rambla del Saliente en invierno’, las ‘Ramblas del Saliente en verano’, ‘Subida al Santuario, El Saliente’, ‘Vista lateral del Santuario, el Saliente’, ‘Claustro del Santuario del Saliente’, o ‘El Santuario del Saliente. Fachada principal’, entre otras muchas.

El Museo Ibáñez está situado en la Ciudad de la Cultura de Olula del Río. Exactamente, en la Calle Museo número 7 de la localidad almeriense. En este complejo también se puede visitar el Centro de Fotografía Pérez Siquier, que no puedes perderte.

Colección El Saliente. | Museo Casa Ibáñez

Dónde comer y dormir en el Saliente de Albox

Si quieres coronar la experiencia de visitar el Santuario del Saliente de Albox, te recomendamos visitar la Hospedería del Saliente, que está ubicada en el mismo recinto. Cuenta con trece habitaciones rodeadas por su historia y naturaleza única. Es más, está considerada como Patrimonio Nacional de Interés Cultural porque está justamente en el Santuario.

El complejo cuenta con una posada y un restaurante. | Mª José Martínez/QVEA

Esto no es todo, porque si además quieres disfrutar de la gastronomía albojense y de la Comarca del Almanzora, el Restaurante Virgen del Saliente, también en este complejo, ofrece platos regionales tradicionales. Además, cuenta con una terraza desde donde gozar de sus paisajes de película.

La Torre del Reloj, dos ermitas, una multitud de fuentes y el lavadero, entre lo que ver en Nacimiento

El río Nacimiento es uno de los elementos más significativos de la geografía almeriense, ya que da nombre tanto al municipio que atraviesa como a toda una comarca. Situado a más de 800 metros de altitud, cuenta con una buena superficie para realizar diferentes rutas senderistas por todo el término municipal, en el que os mostramos qué ver en Nacimiento en su centro urbano, al que hay que sumar una docena de pedanías.

Cómo llegar a Nacimiento

Para llegar a Nacimiento hay que hacerlo desde la autovía A-92, tomando la salida 352 y buscando desde ahí la AL-4403. Durante el trayecto, molinos de energía eólica dibujan un paisaje de aire moderno y ecológico. Si se ha venido desde Almería, además, el visitante habrá dejado atrás tanto el desierto de Tabernas como Gérgal y su castillo, poco antes de tomar la salida.

Entramos a Nacimiento por una de las calles más extensas del municipio como es la calle Real. En las casas, puertas terminadas en arcos, aldabones (precursores de los timbres), imágenes religiosas en las fachadas, indalos, cruces de madera y dibujos de granadas en los letreros que evocan el pasado del Reino de Granada.

En este paseo, nos encontramos con una de las primeras fuentes, la de El Juncal, que forma parte de los componentes que identifican al municipio. Muchas de ellas de forma decorativa, simbolizan los manantiales que nacen en este municipio. La calle Real desemboca en la plaza Doctor José Muriana Galindo, siguiente parada del paseo.

La Casa de los Diezmos y la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias

Al llegar a la plaza nos encontramos dos edificios históricos: la Casa de los Diezmos y la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias.

La Casa de los Diezmos, también conocida como Casa del Diezmo del Señor de Gor (dependía de este señor y del Bolodui, ya que Nacimiento perteneció a Alboloduy hasta 1870), data del siglo XVI-XVII. Cuenta con tres plantas y un tejado y es muy similar a una fortaleza. En su fachada principal destaca el escudo con un león, un dragón y varias armas.

Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias. | Javier Cortés/QVEA

En el interior de la plaza vemos la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias. Esta iglesia, que empezó a construirse en el siglo XVIII, es de estilo barroco con toques mudéjares. En la portada central, el patrón de Nacimiento, San Miguel Arcángel. Arriba, dos ojos de buey en tonos blancos y azulados parecen observarnos. El templo fue reformado en 1970.

Al lado de la iglesia se encuentra el Ayuntamiento y una oficina de información al peregrino, siendo Nacimiento punto de paso del Camino Mozárabe de Santiago que arranca en la plaza de la Catedral de Almería. Si seguimos rectos, nos encontramos con la plaza del General González, donde se realiza el mercado cada martes. A su derecha, otra fuente, la de Los Martínez.

Nacimiento: la importancia del agua

Lavadero de Nacimiento. | Javier Cortés/QVEA

Continuamos por la calle Polavieja, siguiendo el Camino Mozárabe. Un cruce nos lleva a dos lugares de interés próximos. Uno es el lavadero, donde se lavaba la ropa en el municipio y que constituía un importante espacio social donde conversar. Fue construido a lo largo de la década de los 50.

Al lado se encuentra la Fuente de los Ocho Caños, que desde el siglo XIX abastece de agua a la población y cuenta con una ornamentación conservada desde esa época (la fuente se rehabilitó en 2005 respetando su singularidad).

Volvemos a la calle Polavieja y nos encontramos uno de los árboles más antiguos de Nacimiento. Este árbol tiene una ‘propiedad divina’ y es que es un apoyo para los habitantes para situar a forasteros. Junto a este árbol centenario, un panel nos indica cómo llegar a diferentes lugares del municipio.

El Barranco del Moro, un lugar que ver en Nacimiento

Llegamos al Barranco del Moro, uno de los lugares más concurridos y que ver en Nacimiento por varios motivos: las magníficas panorámicas del pueblo, la continuación del Camino Mozárabe, las vistas del Peñón de la Virgen, donde podemos encontrarnos cabras montesas, jabalíes o zorros, y la ermita de las Ánimas. Aquí nos paramos un momento.

A esta pequeña ermita, similar a una pequeña capilla, suelen asistir los habitantes para rezar y llevar ofrendas. En el interior de la misma podemos ver un cuadro con las ánimas, la Virgen del Carmen y un crucifijo, flores y velas.

Continuando nuestro camino, nos encontramos otra fuente, La Venta. Y ya desde ahí los peregrinos que vengan a Nacimiento con el objetivo de seguir por el camino mozárabe continúan hasta llegar al municipio más cercano.

Una ruta biosaludable por Nacimiento

Girando hacia la derecha nos encontramos con la ruta biosaludable o ‘El Carril’. Un recorrido renovado con vallas y farolas que lo iluminan si hacemos la ruta de noche. Desde los aparcamientos públicos, visualizamos la ermita de la Cruz de Mayo. Este templo, que data del siglo XVIII y se ubica en lo alto del cerro, cuenta con una peculiaridad: todos los días del mes de mayo se sube a rezarle a la Santa Cruz a las tres de la tarde, con una oración para cada día.

Torre del Reloj de Nacimiento. | Javier Cortés/QVEA

Desde los aparcamientos públicos bajamos por la estrecha calle Vapor y continuamos por la calle Moral, pasando por el Centro de Día en el que los vecinos pueden conectarse a internet y realizar talleres culturales. Continuando por la calle Correo, divisamos a lo lejos la Torre del Reloj. Esta torre se construyó a finales del siglo XIX y sigue funcionando desde entonces.

Por cierto, si eres uno de los ‘románticos’ de lo ‘vintage’, en esta zona podrás encontrar una de las pocas cabinas telefónicas que quedan en la provincia de Almería.

Dónde comer en Nacimiento

Al lado de la Torre del Reloj se encuentra la Carnicería Caños, con productos de la zona, y el Bar Centro, llevado por una pareja agradable de ciudadanos argentinos. A su amplia gama de tostadas hay que sumar una gran variedad de tapas como jibia en salsa, merluza en salsa verde, secreto y mollejas. Además, en este local se hacen algunas fiestas en torno a la gastronomía, con días de comida argentina o mexicana a los que se acercan comensales de toda la comarca.

Pedanías que ver en Nacimiento

Nacimiento no se acaba aquí, sino que cuenta con casi una decena de pedanías. Entre las más destacadas se encuentran Venta del Pino; Rambla Encina, el barrio más importante del municipio, que contaba con más de una treintena de casas antiguas; Rojas (buenas vistas cercana a Baza), Gilma, que recibe a muchos visitantes en sus fiestas de San Marcos, en abril; Los Sanchos y Los García. En el municipio destacan las hogueras de San Antón, a mediados de enero; sus fiestas veraniegas a principios de agosto y las fiestas patronales en honor a San Miguel, el 29 de septiembre.

El imaginario popular cataloga a Almería como un territorio árido y seco, sin duda influido por la imponente presencia del desierto de Tabernas. Sin embargo, la extraordinaria riqueza ambiental de la provincia desdice de mil maneras aquel irreal estereotipo.

Una costa extensa y profusa en tesoros naturales, con playas vírgenes y envidiables fondos marinos; humedales que suponen verdaderas explosiones de biodiversidad y lugares de paso y estancia obligado para decenas de especies de aves; ríos y sierras que atraviesan la provincia en todas sus latitudes.

Y, por supuesto, el agua, el más esencial de los elementos, capaz de vertebrar los territorios a su paso, como sucede en uno de los enclaves más históricos y señoriales de Almería: Berja, irrigada por decenas de fuentes y manantiales que explican el por qué de su dispersión a través de un extenso término municipal.

Berja, una visita imprescindible en Almería

Ubicada en la frontera entre el Mediterráneo y las altas cumbres de Sierra Nevada, premiada con una fértil vega donde proliferan naranjos, parrales y almendros, y al pie de la Sierra de Gádor, su configuración, dispersa entre el núcleo principal y distintos barrios, cortijadas y pedanías periféricas, está estrechamente relacionada con la presencia de las fuentes y manantiales de agua. En las cercanías de estas fue estableciéndose la población y está constatado que el lugar está habitado desde las épocas íbera y fenicia.

Uno de los rincones más bonitos de Berja, en la Fuente del Oro. | Anyo/QVEA

La antigua Vergis de los romanos fue también un enclave predilecto para los musulmanes. Para todos ellos influyó decisivamente la presencia de agua y la gran riqueza mineral del lugar, propiciada por su ubicación en la sierra de Gádor. Conocer las fuentes de Berja es entender a su vez este fantástico enclave almeriense, que cuenta con numerosos atractivos tanto monumentales como naturales para ver y para disfrutar.

Así que, seguramente, la mejor manera de visitar los principales rincones virgitanos es hacerlo a través de su Ruta de las Fuentes de Berja. Esta se divide a su vez en dos recorridos, al encontrarse repartidas por todo el municipio, tanto en su núcleo principal como en sus diez pedanías y barrios: Benejí, Alcaudique, San Roque, Peñarrodada, Castala, El Río Chico, El Río Grande, Hirmes, El Cid y Chirán.

En total, el Ayuntamiento de Berja recoge catalogadas hasta 41 fuentes en todo su término municipal. Repasaremos hoy las que podemos visitar a pie en el casco urbano y su entorno más próximo. Un recorrido que permite al viajero conocer los principales enclaves del núcleo principal virgitano.

Cómo llegar a Berja

Si tomamos la capital de Almería como punto de inicio, la mejor forma de llegar a Berja será a través de la autovía A7, o del Mediterráneo, que tomaremos en dirección Motril-Málaga, para abandonarla en la salida 406 Ejido Oeste/Dalías. Siguiendo las indicaciones, saldremos de El Ejido atravesando Pampanico, camino de Dalías. Dejaremos esta población a nuestra derecha antes de alcanzar el municipio de Berja, al que llegaremos por su lado este. La distancia entre la capital y Berja es de 55 kilómetros.

Si, por el contrario, llegamos desde la costa de Granada, el camino más rápido nos conducirá a abandonar la A7 en la salida 391 Adra/Berja, desde donde la carretera conduce directamente a Berja, a la que se accede por el sur.

Inicio de la Ruta de las Fuentes de Berja

Es casi obligado iniciar nuestra ruta por las fuentes de Berja desde su Oficina de Turismo, que se encuentra situada en la Torre de los Enciso, en la calle del Agua, en pleno centro histórico de Berja. Su horario de apertura es de 10:30 a 14:00 horas, de martes a sábados.

Allí podremos conseguir los mapas que nos ayudarán en nuestra tarea de ir dando una a una con todas las fuentes del pueblo. También encontraremos toda la información del rico patrimonio virgitano y de la comarca de la Alpujarra.

Oficina de Turismo, inicio de la ruta de las Fuentes de Berja
Exterior de la Oficina de Turismo de Berja, en la calle del Agua. | Anyo/QVEA

La ruta urbana comprende 15 fuentes, repartidas a través de los cuatro tramos en los que, a su vez, se encuentra dividida, siempre en el núcleo principal de Berja. La haremos a pie tomando como punto de partida la propia oficina turística. De esta forma, podremos ir descubriendo los grandes tesoros que posee Berja.

Así, el primero de ellos es la propia Torre de los Enciso. Se trata de la única torre fortaleza privada que se conserva en toda la Alpujarra y que data del siglo XVI. Además de la Oficina de Turismo, acoge un Museo de Sitio, que recoge la memoria histórica del convulso siglo XVI, marcado por el episodio de la expulsión de los moriscos.

Tramos 1 y 2: Los 16 caños del centro histórico y la antigua entrada a Berja

Molino del Perrillo. | Anyo/QVEA

Las dos primeras fuentes que visitaremos nos permitirán admirar dos de los edificios, sin duda, más emblemáticos de Berja. Uno, su Iglesia de la Anunciación; otro, el espectacular Ayuntamiento, sitos ambos muy cerca de la Torre de los Enciso.

Al salir de la Oficina de Turismo pasaremos junto al Molino del Perrillo, un edificio recién restaurado que data de 1863 y es el más fiel ejemplo de la arquitectura doméstica y burguesa virgitana, donde se encuentran además la Biblioteca, el Archivo y el Centro Virgitano de Estudios Históricos. Temporalmente, se ofrecen aquí los servicios de la Oficina de Turismo.

Fuente de la Cárcel. | Anyo/QVEA

Seguiremos bajando la emblemática calle del Agua y, girando a la derecha, accederemos al lateral del templo. Este se erigió originalmente en 1530 sobre una antigua mezquita. El actual data de 1879, de estilo neoclásico y caracterizado por sus dos imponentes torres y una planta con tres naves. Llegaremos entonces a la Fuente de la Cárcel, que data de 1867 y que se encontraba en el patio del presidio del partido judicial, con objeto de que los presos pudieran beber agua.

Fuente de los 16 Caños. | Anyo/QVEA

Y bajando la escalinata de la iglesia llegaremos a la Plaza de la Constitución (en obras en el arranque de 2022), donde encontraremos la más monumental de las fuentes virgitanas, la de los 16 Caños, que preside a su vez la plaza central del municipio y data de 1859, surgida con una función más ornamental que práctica, rodeada por cuatro escalones y con un estanque en forma de corona circular.

Proseguiremos esta primera parte del recorrido saliendo hacia la cercana y fabulosa Plaza Porticada. Está situada apenas a unos pasos de aquella y es la única de toda la provincia de Almería que se mantiene íntegra y reconstruida.

Plaza Porticada de Berja en la Ruta de las Fuentes de Berja
Plaza Porticada de Berja. | Anyo/QVEA
Fuentes del Macho y de la Hembra. | Anyo/QVEA

Pasearla tranquilamente y tomar algo sentados en alguna de sus terrazas es un plan obligado en nuestra visita a Berja. Data de 1860 y presenta soportales con 37 arcos de medio punto. Y en cada uno de sus extremos, dos pequeñas fuentes enfrentadas, las del Macho y de la Hembra, con sendos bajorrelieves de águilas con las alas desplegadas, perfectas para beber y refrescarse.

En su entorno se encuentra además el Museo de la Semana Santa y la Religiosidad Popular de Berja, inaugurado en 2019 y que gira en torno a las cofradías virgitanas, que cada año configuran una de las Semanas Santas más importantes y con mayor número de procesiones de Almería.

Muestra una réplica exacta del sarcófago romano de Alcaudique, cuyo original está expuesto en el Museo Arqueológico Nacional (Siglo IV), así como restos originales del tabernáculo de la iglesia de Berja que fue destruida por un terremoto en 1804.

Y para finalizar este primer tramo de la ruta urbana por las fuentes de Berja, visitaremos primero la fuente que recibía a los visitantes que llegaban a Berja desde Adra, y otro ejemplo de monumentalidad virgitana, la Fuente de Toro, que incluso le da nombre a su barrio, situado entre los de Matadero, Pago y Los Cobos.

Para llegar desde la Plaza Porticada caminaremos apenas cinco minutos, volviendo sobre nuestros pasos para contemplar nuevamente la icónica imagen de la iglesia y el Ayuntamiento.Atravesamos la Plaza de la Constitución y descendemos otra de las calles importantes de Berja, la calle Goya.

Llegaremos entonces a esta fuente neoclásica del siglo XVII que cuenta con dos pilares a distintas alturas, pensados para que bebieran de uno las personas y de otro los animales.

Después, nos merecerá la pena seguir descendiendo en dirección sur. Dejaremos a nuestra izquierda el conjunto arqueológico de Villavieja. Allí se encuentran los restos de la imponente Alcazaba homónima, que fue la segunda fortaleza árabe en extensión de la provincia. Alcanzaremos otras dos fuentes que se ubican en esta zona, camino de la barriada de San Roque: las fuentes de Ramales y la Encrucijada de Pago.

Tramos 3 y 4: camino a la Ermita y la Sierra de Gádor

Caminando tras las fuentes de Berja hemos abandonado el núcleo principal. Para encontrar las restantes que pertenecen al entramado urbano, aunque progresivamente más alejadas del centro, deberemos volver a la Plaza Porticada como punto de encuentro. Desde aquí marcharemos en este caso en sentido contrario (norte-nordeste) al anterior. Nuestro recorrido callejeando por Berja nos encamina hacia el fastuoso Teatro Municipal, a través de la calle Alcántara. En su entorno se encuentra la Fuente de Don Emilio.

Fuente de Don Emilio, junto al Teatro Ciudad de Berja. | Anyo/QVEA

Esta fuente toma el nombre del antiguo propietario de la casa a la que se adosa. Esto era muy común en Berja en los siglos XVIII y XIX, nombrar los lugares en función de las personas que vivían allí. Ello también sucede, si seguimos hacia la carretera A-358 y la cruzamos, con el Marqués de Iniza, que tiene su calle, su casa-palacio y, claro, su Fuente del Marqués.

Y al final de esta calle, en dirección siempre hacia la imperdible sierra de Gádor, alcanzaremos la fuente de la Placeta de la Saliva, en la confluencia entre cuatro vías virgitanas y una de las que tradicionalmente ha gozado de mayor abundancia y caudal de agua.

Fuente de la Placeta de la Saliva, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente de la Placeta de la Saliva. | Anyo/QVEA

La de la Saliva significará el final del tramo 3 y el punto de inicio del 4, que comprende tres emblemáticas fuentes virgitanas distintas a las anteriores y muy importantes todas ellas: las del Almez, La Higuera y el Oro. Todas se encuentran muy cercanas entre sí y a mitad de camino a uno de los lugares de mayor devoción no ya de Berja, sino de toda la provincia de Almería: la ermita de la Virgen de Gádor.

La primera de ellas es la Fuente del Almez, en el popular barrio de Los Cerrillos, con sus calles estrechas y serpenteantes, a la que llegaremos desde la Plaza de la Saliva tomando la calle de las Mercedes.

A mitad de camino pasaremos junto a la pequeña y sencilla Ermita de las Mercedes, de la que sobresale su torre y con un entorno que invita al esparcimiento, como sucede en la cercana fuente, que toma su nombre de un árbol autóctono que ha servido tradicionalmente para las labores agrícolas. Su caudal es casi siempre abundante y mana de tres lugares distintos, para unirse en una única acequia, el brazal de riego del Almez. Relajarse en su entorno sentado sobre sus trancos de piedra es un verdadero deleite.

Fuente del Almez, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente del Almez. | Anyo/QVEA

Muy cerca encontraremos la Fuente de La Higuera. Situados en la del Almez, seguiremos la calle Santa Susana en dirección a la Ermita. En su final giraremos a la izquierda, para subir por la vía del mismo nombre de la fuente, a la que accederemos descendiendo unas escaleras.

Es un manantial antiquísimo que ya se cita en el Libro de Apeos de Berja de 1572. Se configura al estilo constructivo árabe denominado qanab, o ‘galería’, con una acequia y lavadero que podremos apreciar en otras fuentes no urbanas de Berja, como la de Rigualte.

Por último, en nuestro camino hacia la ermita de la Virgen de Gádor, y tras volver sobre nuestros pasos desde la fuente de La Higuera para bajar a la confluencia con la calle Santa Susana, llegaremos a la Fuente del Oro, un espectacular afloramiento de agua que destaca por su lavadero y que recibe el líquido elemento, como todas las de su entorno, de las aguas filtradas por la Sierra de Gádor, que cruza el sur de Almería de oeste a este y que llega a alcanzar los 2.200 metros de altitud.

Fuente del Oro, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente del Oro. | Anyo/QVEA

Es posiblemente la más emblemática de todas las fuentes de Berja por su importante caudal. Se sitúa además muy próxima al lugar de veneración por excelencia para los virgitanos, su ermita. Su configuración actual data de 1934, aunque su origen se remonta, como las anteriores, al menos al siglo XVI.

Lo bueno de la ruta por las 15 fuentes urbanas de Berja es que nos abre las ganas de seguir descubriendo los manantiales y afloramientos de agua de su extenso término municipal. O al menos, la mayor parte de ellas, que superan el medio centenar.

Para ello nos podemos servir de información en la Oficina de Turismo, con un mapa que recoge la ubicación de todas ellas. Algunas de las más destacadas son las de Alcaudique, Hirmes, la Cañada de Roda o las Fuentes de Marbella.

Dónde comer al visitar las fuentes de Berja

Berja fue un lugar muy destacado económicamente en los siglos XVIII y XIX. Ello puede apreciarse en sus abundantes edificios señoriales, que han llegado en muchos casos hasta nuestros días. En uno de ellos se ubica el Hotel Restaurante Casa Palaciega XIX, un lugar ideal que nos permitirá retomar fuerzas de la mejor manera, en un entorno único, muy agradable, con un trato personalizado y una comida excelente.

El hotel cuenta con jardín y piscina y se ubica en la céntrica calle del Agua, muy cerca de las plazas Porticada y de la Constitución. Una elección de acierto seguro, tanto para alojarse como si simplemente se quiere disfrutar de su restaurante.

La declaración de la Geoda de Pulpí como Monumento Natural de Andalucía eleva a 11 la lista de monumentos naturales de Almería

La lista de los monumentos naturales de Almería cuentan con un nuevo integrante. La declaración de la Geoda de Pulpí como Monumento Natural de Andalucía incluye desde el mes de febrero de 2022 a este espectacular rincón de la geografía almeriense en un ‘selecto club’ de parajes de la provincia, de indudable atractivo natural y que poseen tal distinción oficial.

Con este verdadero tesoro geológico de importancia mundial, que se ubica en la comarca del Levante Almeriense, son ya 11 los monumentos naturales de Almería. Visitarlos todos lleva al viajero a sumergirse, y nunca mejor dicho, en la gran riqueza de la provincia. Y es que si queremos descubrirlos todos tendremos, entre otros retos, que practicar submarinismo a la búsqueda de las praderas de posidonia. ¡Que no todo lo que esconde la provincia está disponible a simple vista!

Monumentos Naturales de Almería: ¿Qué son?

Los Monumentos Naturales de Almería, los Monumentos Naturales, en general, se tratan de espacios o elementos de la naturaleza constituidos básicamente por formaciones de tal singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de protección especial. Es una figura oficial concedida por la administración autonómica a espacios o elementos que ya gozan del reconocimiento y aprecio de la población, por los valores singulares que presentan. Uno de los objetivos de esta figura es implicar a la ciudadanía en la protección de su patrimonio natural y cultural.

En el caso de la última en sumarse, la Geoda de Pulpí, es monumento natural en el ámbito geológico, aunque un paraje con este reconocimiento puede serlo también biótico, geográfico, ecocultural o mixto.

Geoda de Pulpí (Pulpí)

Geoda de Pulpí. | Geoda de Pulpí
Geoda Gigante de Pulpí. | Geoda de Pulpí

Una geoda es una piedra hueca tapizada de cristales, normalmente de cuarzo, amatista y yeso cristalino, formaciones que suelen tener un pequeño tamaño y que son consideradas joyas naturales. En el caso de la que se ubica en las entrañas de la población de Pulpí, concretamente en la pedanía de Pilar de Jaravía, sus dimensionas permiten catalogarla como gigante, al tratarse de la segunda conocida más grande del mundo, la mayor de Europa y la más importante a nivel mundial de las visitables, ya que la que se encuentra en México (Mina de Naica) y que la supera en tamaño ofrece unas condiciones muy extremas de temperatura que hacen prácticamente inviables las visitas.

La geoda de la Mina Rica de Pulpí mide casi 9 metros de largo, 3 de ancho y casi 2 de alto y posee una gran colección de cristales de gran tamaño. Una verdadera ‘habitación’ de cristales preciosos digna de ser contemplada. Y esto en lo concerniente a su ‘estancia’ principal, ya que la cueva ofrece también a la vista otras geodas de menor tamaño, pero igualmente espectaculares. Desde su apertura ha recibido decenas de miles de visitas y su presencia es de suma importancia para Pulpí y toda su zona.

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Arrecife Barrera de Posidonia (Roquetas de Mar)

Pradera de posidonia. | Turismo Roquetas

Sumerjámonos ahora en las aguas de ese enorme centro turístico, con múltiples atractivos de diversa índole, que es Roquetas de Mar. Sus fondos marinos cuentan con uno de los escasos arrecifes de posidonia oceánica que aún se conservan en la costa mediterránea, único en el litoral andaluz, y monumento natural de tipología biótico. Es una joya exclusiva de este litoral que sirve de refugio a más de 800 especies animales y vegetales y constituye una zona de reproducción y alevinaje de numerosas especies de pesca. Ocupa 108 hectáreas submarinas.

Roquetas de Mar es uno de los mejores lugares de toda la costa almeriense para la práctica del submarinismo, buceo, snorkel… y en general cualquier otro deporte náutico. Escuelas y clubes especializados permiten a todos los interesados en las disciplinas submarinas apreciar de cerca este y otros tesoros sumergidos bajo las aguas del Mediterráneo.

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Cueva de Ambrosio (Vélez-Blanco)

Cueva de Ambrosio, uno de los monumentos naturales de Almería
Cueva de Ambrosio. | Junta de Andalucía

La riqueza arqueológica está también muy presente en Almería. Esta cueva constituye un yacimiento arqueológico fechado en el solutrense medio, que está declarado Bien de Interés Cultural. Está situada al norte de la provincia, a caballo entre los términos municipales de Vélez-Blanco y María, en el Parque Natural Sierra de Maria-Los Vélez. Contiene manifestaciones de arte rupestre declaradas Patrimonio de la Humanidad desde 1998 y que pertenecen al estilo denominado arte levantino. El descubrimiento de estas pinturas es muy reciente, ya que data de los últimos años del pasado siglo.

Bajo la tipología ecocultural, este monumento natural está formado por oquedades kársticas en la ribera del arroyo del Moral y a una altura sobre el mismo de un centenar de metros. Se trata de uno de los yacimientos paleolíticos más importantes del sureste ibérico gracias a su amplia estratigrafía y de otro de los monumentos naturales de Almería.

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Isla de San Andrés (Carboneras)

Isla de San Andrés. | Junta de Andalucia

Territorios insulares que emergen para configurar un paisaje único en distintos rincones de la costa almeriense. Pueblos marineros con ‘islas desiertas’, como Carboneras, con su Isla de San Andrés. Está ubicada al noreste del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, frente a la playa de la Puntica del municipio carbonero. En realidad no es una isla, sino dos, compuesta por dos islotes rocosos que le confieren una particular forma que se asemeja a una ballena: Isla Grande e Isla Chica.

Aunque a simple vista parece yerma y desnuda, las apariencias engañan, ya que alberga una elevada riqueza natural y un gran valor geográfico. Es otro de los templos del buceo en Almería. Sus aguas son cristalinas y posee unos fondos rocosos extraordinarios para la práctica del submarinismo. Aquí podremos encontrar también praderas de posidonia oceánica, y los islotes presentan numerosas cuevas, grietas  y oquedades con una alta concentración de vida submarina. Se sitúan a apenas medio kilómetro de la reseñada playa de la Puntica.

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Islas de Terreros y Negra (Pulpí)

La Isla Negra, uno de los monumentos naturales de Almería
Isla Negra en Terreros. | Víctor Visiedo

No abandonamos la costa del Levante almeriense, aunque seguiremos hacia el Norte hasta alcanzar el último de los municipios costeros de la provincia antes de llegar a la Región de Murcia. Volvemos a Pulpí, que también cuenta con islas propias que sumar a sus muchos atractivos. Se trata de dos ínsulas de origen volcánico, ubicadas a unos 700 metros de la costa, aunque más separadas entre sí que las de Carboneras. Isla de Terreros se sitúa frente a la Punta del Cañón, mientras que la Negra se alza frente a la Batería de San Juan de los Terreros. Presentan en superficie una escasa vegetación y cuentan con unos fondos marinos de gran riqueza.

Constituyen también un punto ideal para la observación de aves. Y es que estas islas albergan la comunidad más importante de aves marinas que nidifican en la provincia de Almería. De entre ellas, destacan especies amenazadas cuyas poblaciones se hallan en regresión en la costa mediterránea, como la pardela cenicienta, que solo se asienta en tierra para criar, o el paíño europeo. Otras especies de interés que se observan con asiduidad en estas islas son la gaviota patiamarilla, la garceta común, la garcilla bueyera, el pálido y el vencejo común.

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Sabina Albar (Chirivel)

Sabina Milenaria en Chirivel, en Sierra de María-Los Vélez. | Lázaro Martínez/QVEA

Los árboles de gran porte y centenarios bagajes vitales son también señas de identidad en varios puntos de la provincia. El municipio de Chirivel, en pleno Parque Natural Sierra de María Los Vélez, cuenta con un extraordinario ejemplar de sabina albar, un árbol único al que se le calcula una edad casi milenaria, pues ronda entre los 600 y 1.000 años de antigüedad. La sabina goza de una buena salud y es uno de los grandes símbolos de la comarca de Los Vélez.

Esta maravilla de la naturaleza posee una copa de color verde oscuro, muy ramificada y extendida, que está soportada por un tronco grueso y sinuoso en cuya base sobresalen sus raíces desnudas. La estampa le confiere un aspecto si cabe más longevo. Su dura madera es de muy buena calidad, muy apreciada para trabajos de carpintería, lo que propició su tala masiva en tiempos pasados. Aunque la sabina milenaria de Chirivel, por suerte, se salvó.

Piedra Lobera (Lúcar)

Piedra Lobera de Lúcar, Monumento Natural de Almería
Piedra Lobera, en Lúcar. | Junta de Andalucía

En el extremo oriental del Sistema Bético, en la comarca del Alto Almanzora, se encuentra la Sierra de Lúcar, donde se eleva a una altura de 1.722 metros el Monumento Natural Piedra Lobera, una espectacular formación caliza de paredes escarpadas que sobresale notablemente en el entorno, constituyendo un hito geográfico de gran interés y espectaculares paisajes.

Se la conoce como Piedra Lobera porque cuenta la leyenda que fue en este lugar donde se exterminaron los últimos ejemplares de lobos que abundaban por estas sierras. Uno de sus riquezas estriba en su flora, con distintas especies exclusivas. Destaca la Arenaria tomentosa, que crece entre los roquedos; así como la madreselva del pirineo y la exótica peonía, denominada rosa de monte, a la que se le atribuyen propiedades medicinales.

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Peñón de Bernal (Vícar)

Peñón de Bernal. | Anyo/QVEA
Peñón de Bernal. | Anyo/QVEA

Seguimos con imponentes promontorios que destacan en el paisaje, aunque en esta ocasión el entorno es muy distinto, ya que el Peñón de Bernal, la ‘montaña de poder’ de Vícar, se erige mucho más al sur, frente a las costas del Poniente Almeriense, con el Mar de Plástico a sus pies y ubicado en el extremo oriental de la Sierra de Gádor.

Su formación data de la era Jurásica y su visión resulta icónica en esta parte de la geografía almeriense. Fue escenario natural del rodaje de una de las películas más renombradas de las muchas superproducciones rodadas en Almería: Conan el Bárbaro, de la mano de Arnold Schwarzenegger. y su presencia atrae a senderistas y aficionados a la escalada.

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Las Canales de Padules (Padules)

Las Canales de Padules, uno de los monumentos naturales de Almería
Las Canales de Padules. | Junta de Andalucía

El recorrido por la provincia de Almería no puede ser más completo en la búsqueda de los 11 Monumentos Naturales almerienses, y para llegar a Las Canales de Padules, ubicadas en el pequeño pueblo homónimo, tomaremos dirección Oeste, camino de la parte almeriense de Las Alpujarras. Como sucede con los espectaculares pueblos de Laujar de Andarax o Berja, situados relativamente cerca de Padules, las canales se presentan al viajero como un lugar de obligada visita.

Este paraje es un verdadero vergel, rodeado de huertos tradicionales en su inicio, al que se llega descendiendo desde el pueblo. Tiene una gran importancia geológica, a caballo entre la umbría de la Sierra de Gádor y la solana de Sierra Nevada. Está generado por el río Andarax, que al pasar entre dos paredes verticales de roca forma un remanso de agua cristalina, con pozas, pequeñas cascadas y mucho espacio para disfrutar de la naturaleza en un entorno bellísimo.

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Encinas milenarias La Peana y Marchal del Abogado (Serón)

La Peana de Serón, Monumentos Naturales de Almería
La Peana de Serón. | Junta de Andalucía

La Encina de La Peana está catalogado como el árbol más grande de Andalucía y uno de los más antiguos que todavía perviven. Lo podemos encontrar en Serón, en plena Sierra de Los Filabres, y cuenta con unas imponentes dimensiones: una altura de 18,50 metros, un diámetro de 20 metros de copa y una proyección de esta de 301,59 m². Su nombre se debe a una gran peana de casi 15 metros de perímetro que presenta la base y que hace que actúe como un pedestal. Por desgracia, en el inicio de 2022 se encuentra en grave riesgo de muerte y se ha generado un importante movimiento social para intentar salvarla.

Y también en Serón, si bien cada uno de los dos árboles tiene entidad propia como Monumento Natural de Andalucía, encontramos la Encina del Marchal del Abogado, otro árbol de enorme porte que destaca por su gran robustez. Posee un tronco que llega a alcanzar más de 5 metros de diámetro y su enorme sombra alcanza más de 400 metros cuadrados. Se ubica en la pedanía de Serón que le da nombre.

En ambos casos, muy cerca se encuentra el poblado minero de Las Menas de Serón.

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