El Museo del Esparto es una de las señas de identidad de El Contador, localidad perteneciente al municipio de Chirivel, situada a los pies de la sierra de María, en el límite con la provincia de Granada por la A92-N. El esparto, un material que ha sido importantísimo en la agricultura, ganadería y economía de la comarca de Los Vélez, fundamentalmente desde el siglo XVIII y que tiene su propio espacio por descubrir en esta localidad. No en vano es el museo del esparto más importante del mundo.

Cómo llegar al Museo del Esparto de Chirivel

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Al acceder a la localidad de El Contador, tras dejar la autovía (salida 76 si se llega desde Vélez-Rubio y la 82 si se viene desde Granada), todas sus calles te llevan al centro de la localidad. La plaza de San Antonio es un amplio espacio ovalado por el que pasa toda la vida del centenar de vecinos que llenan sus casas. Es el centro neurálgico desde el que parten las calles que conducen al lavadero y al teleclub, a la Iglesia, a la escuela, a la panadería, a las eras y siguiendo por la calle Ballesteros hasta el Museo del Esparto.

Plaza de San Antonio en El Contador. | Lázaro Martínez/QVEA

Un rincón en Los Vélez ideal para descansar

Este pequeño rincón de Los Vélez es un lugar ideal para descansar, salir de la vorágine del trasiego diario, del ruido y pasar unos días tranquilos. Este remanso de paz permite desconectar y deambular por sus calles en silencio, roto a veces, por el sonido de los cencerros de algún rebano de ovejas y cabras; o pasear por un bosque de encinas y dehesas por la carretera de la Tala y Asprillas, un bonito recorrido a la salida del pueblo, pero lo que no se puede dejar de visitar es una de las señas de identidad que atesora, el Museo del Esparto. Centro que recoge la vida tradicional del municipio y su entorno, donde el esparto ha representado, en la vida del hombre un complemento muy importante para su quehacer diario en cuanto a la vestimenta, el calzado o el transporte.

El esparto en Los Vélez

Planta del esparto. | Lázaro Martínez/QVEA

La orografía montañosa y las llanuras hacen posible una gran cantidad de paisajes, así como el clima frío y húmedo en invierno y caluroso y seco en verano condicionan la presencia de especies animales y vegetales. En la Comarca de Los Vélez en general y en Chirivel y su entorno en particular, se han recolectado plantas como el tomillo, el romero o el espliego para la extracción de esencias aromáticas para su uso medicinal, de ahí la existencia de alambiques por toda la comarca para la extraer la esencia.

Sin embargo, tendrá un papel predominante la recolección del esparto, planta que ha acompañado a los vecinos de la zona desde le prehistoria hasta la mitad del siglo XX. En el siglo XVIII se intensificó la recolección de esta planta en Chirivel debido a la revalorización que tuvo, convirtiéndose en fuente de trabajo y vida de sus habitantes.

Esta planta se caracteriza por tener hojas foliformes arrolladas llegando a medir hasta un metro de longitud. Su cultivo se da fundamentalmente en la mitad meridional de la península. En España su mayor presencia se da en el sureste, destacando las provincias de Almería, Granada y Murcia, aunque también se da en Valencia, Ciudad Real y Albacete. En Chirivel se dan las condiciones idóneas para su desarrollo.

El Museo del Esparto de Chirivel

Diferentes tipos de utensilios hechos con esparto. | Lázaro Martínez/QVEA
Garrafa enguitada. | Lázaro Martínez/QVEA

Todo este mundo, en el que los habitantes del medio rural han utilizado esta planta de la familia de las gramíneas, se refleja en el Museo del Esparto. Situado en una antigua casona, el museo consta de una sala en la que recogen piezas de todo tipo labradas a mano con las fibras obtenidas de esta planta silvestre.

En su interior se pueden contemplar diferentes tipos de utensilios como albardas, barjas, capazos, garrafas enguitadas, esparteñas y la reproducción de un pajar, con todos sus aperos. Además de una muestra de diferentes tipos de trenzados como el cordel, la guita, la soga de ramales, la guita retorcida, rabo de gato, la técnica de clineja o la pleita, así como diferentes paneles explicativos sobre la historia del esparto y su evolución.

El esparto supuso para esta sociedad una materia prima que servía para los quehaceres diarios tanto de la agricultura y la ganadería. Desde los tiros que se utilizaban para la labranza, contenedores para el trasporte de mercancías: aguaderas, capazos, espuertas, sembraderas. Para el uso doméstico también tenía su importancia como es el caso del empleo de cordeles para los asientos de las sillas, las esteras para limpiarse los zapatos o el uso de las esparteñas.

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Para visitar el Museo del Esparto hay que ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Chirivel para concertar día y hora. El teléfono de contacto es el 639394465

Qué ver en El Contador

Iglesia de San Antonio de Padua en El Contador. | Lázaro Martínez/QVEA

Además del Museo del Esparto, en nuestro paseo por la pedanía de El Contador hay que hacer parada obligatoria en la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua, erigida en 1900. El edificio, de estilo historicista popular, es de finales del siglo XIX y se construyó sobre una antigua ermita de principios del 700.

Cuando hace su llegada el invierno, justo unos días antes de Navidad, podemos asistir a las peculiares misas de gozo en las cuales una pequeña «cuadrilla» de músicos interpreta las diferentes partes de la eucaristía. Estas misas se realizan de madrugada antes de la salida del sol y suelen terminar con un baile en la plaza del pueblo. En la misa del gallo, en Nochebuena, la «cuadrilla» vuelve a interpretar sus coplas entre las que destacan los antiquísimos aguinaldos junto con las parrandas, seguidillas, jotas y malagueñas…

Dónde comer tras visitar el Museo del Esparto de Chirivel

Para retomar fuerzas después de la visita hay que hacer parada obligatoria en el Teleclub donde se pueden degustar toda clase de comidas caseras, siendo típico el arroz con cabeza de cordero para la fiesta de San Antonio. También se puede descansar en un pequeño hotel rural la Casona de Don Bruno. Una mansión restaurada del siglo XIX con piscina cubierta y jardines.

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