Un importante legado árabe, apoyado por las representaciones de Moros y Cristianos y las culturas del agua y de la pizarra, entre lo que ver en Senés
Senés, el centro geográfico de Almería, es al mismo tiempo uno de los municipios más desconocidos de la provincia. Este pueblo acogedor y cercano, con más de 1.000 metros de altitud, es un pequeño diamante en bruto de la comarca de Los Filabres-Tabernas y guarda muchos secretos con todo lo que hay que ver en Senés.
Limitando con cinco municipios (Velefique, Tabernas, Tahal, Sierro y Laroya), cuenta desde hace unos años con una importancia extra: la Diputación de Almería hizo un estudio para conocer qué municipio acogía el centro geográfico de Almería, una actuación que sirviera como eje de unión de los almerienses. Concretamente, este centro geográfico de Almería se ubica en un camino situado a 800 metros del casco urbano de Senés, muy cercano a Velefique.
Senés forma junto a Castro de Filabres, Velefique y Olula de Castro un curioso cuarteto de municipios que tienen como elemento común la pizarra, una piedra muy utilizada para tejados y muros en la comarca de Los Filabres. Esa piedra le da una imagen especial unida a otras virtudes que le hacen única para el turismo rural.
Cómo llegar a Senés
A Senés se llega por la carretera que sube desde Tabernas (la N-340a) hacia Macael y Olula del Río. Pasados unos kilómetros desde que se coge esta, la necrópolis del Cerro Cánovas queda a mano derecha, poco antes de llegar a Los Nudos de Senés. Esta necrópolis está compuesta por seis tumbas, al menos de tres ellas son tholos (sepulcros de tipo circular) y otras tres, que son más comunes.
Senés nos saluda varios kilómetros más arriba, en una curva cerrada, dándonos la bienvenida con la fuente del Divino Rostro, acompañada de macetas, algunas ánforas volcadas y un mapa del pueblo. Recibe este nombre en honor al patrón de la localidad, cuyas fiestas se celebran en el mes de septiembre. Unas fiestas más recogidas y cercanas que las de agosto, siempre, eso sí, esperando el día grande, que es el 14 de septiembre. Este día es el más señalado por todos los seneseros para reunirse y celebrar varios eventos como la misa y procesión, paella popular y concierto con orquesta, además de exposiciones y juegos infantiles.
Monumento y fiestas del Emigrante
En la entrada a Senés nos recibe una hilera de casas de dos plantas, de diferentes estilos y tonalidades de blanco. Tejados grises adornados con pizarras y en muchos casos con chimeneas. Muchas de las casas cuentan con bastante espacio, con amplias terrazas o pequeños jardines y adornos que embellecen el paisaje del pueblo.
Un cruce nos indica el camino hacia el Ayuntamiento, pero algo nos llama la atención al fondo. Más allá del colegio Alfhil, también presente en Turrillas y Lucainena de las Torres, dos figuras en mármol presiden una plaza. Es el monumento al Emigrante, en homenaje a todas aquellos personas que se fueron del municipio en busca de una vida mejor. Se puede ver a una mujer sentada y triste, con un hombre apoyándola. Ambos tienen las manos en un pequeño globo terráqueo. Este monumento tiene mucha importancia en Senés, ya que da origen a las fiestas del Emigrante, que se celebran en agosto, en homenaje a los centenares de familias que tuvieron que marcharse en los años 40, 50 y 60 a Francia o Alemania, e incluso cerca de 300 personas a San Rafael de Mendoza, en Argentina.
Estas fiestas comienzan con una semana cultural con cine, campeonatos deportivos y teatros. El plato fuerte de las fiestas cuenta con las históricas representaciones de Moros y Cristianos, misa y procesión, verbenas populares y otras actividades. También el sábado anterior a las fiestas se celebra el festival Taco Rock, con la presencia de grupos de pop, rock alternativo o hip-hop.
Moros y Cristianos de Senés
La representación de Moros y Cristianos es uno de los activos más importantes que ver en Senés. La localidad apuesta por esta histórica tradición en forma de obra de teatro con diálogos de generales y espías, con caballos, luchas de espadas y trajes preparados para la ocasión. Estos Moros y Cristianos se realizan desde hace siglos en una gran cantidad de municipios de la provincia de Almería. No solo en Los Filabres-Tabernas, donde además de Senés se representan en Alcudia de Monteagud o Velefique. También en el Valle del Almanzora (Somontín, Laroya o Sierro), el Levante Almeriense (Vera, Mojácar o Carboneras) o la Alpujarra (Bayárcal).
Senés mantiene las formas y la esencia, pero con matices que la hace duradera entre su población y la de sus visitantes. Como curiosidad, en el año del Milenio de Almería (2014), Senés hizo una representación de Moros y Cristianos en la Plaza Vieja de Almería para exponer esta tradición ante centenares de personas.
Para que no se pierda esta tradición y reflejar la importancia de estas representaciones, Senés cuenta con un Centro de Interpretación en el que se cuenta su historia. Aquí se encuentran varias exposiciones de espadas del siglo XIX, trajes y además cuenta con un vídeo documental en el que refleja fielmente este evento tan apreciado en el municipio.
Un mirador a Los Filabres
Ahora sí, tomamos el camino hacia el Ayuntamiento por la calle Estación, dejando atrás y a nuestra izquierda el consultorio médico. A medida que seguimos subiendo, a nuestra izquierda se van dibujando postales con casas, bancales y la sierra. La propia calle es un mirador a Los Filabres.
Otro mirador lo encontramos más adelante. En este caso, uno en el que además sentarnos a hacer una parada. En el Bar Restaurante El Mirador ponen unas tapas exquisitas como queso a la plancha, pisto, pipirrana, asadura y su especialidad, las bombas. A los pies de su terraza nos sorprendemos con una de las calles más coquetas de todo Senés, cubierta de flores, a la que se puede acceder bajando junto a un pino de grandes dimensiones.
Petroglifos escritos en árabe
El Ayuntamiento se sitúa enfrente de la iglesia de Santa María, del siglo XVI, con los frescos de don Bartolomé Marín, sacerdote y pintor que en los años 60 pintó frescos en varias iglesias, entre ellas también la de Alcudia de Monteagud, y que además mantiene su pórtico mudéjar. Entre ambas, una plaza mirador con una Rosa de los Vientos junto al escudo de la localidad.
En la propia iglesia se puede encontrar una lápida funeraria de mármol que se cree que se trata de una familia adinerada de la época árabe. Todo ello le da un valor añadido y le diferencia del resto de la comarca. Además de contar con petroglifos, escrituras en piedra, algunas de ellas escritas en árabe, en varios lugares del municipio.
Junto a la iglesia nos encontramos algunas fuentes en la que refrescarnos y en sus cercanías, junto a un pequeño parque infantil, una casa típica del lugar con jardín, otra parecida a una masía y otra con una puerta de un color verde muy intenso.
Los antiguos lavaderos de Senés
Senés aún tiene cosas nuevas que dar a conocer como una almazara, que se pretende convertir en un museo. O la transformación de los antiguos lavaderos ya restaurados en la que será la Casa del Agua. Para llegar aquí es necesario continuar por la plaza del Ayuntamiento y seguir por la calle de La Fuente.
Al final de esta travesía se encontrarán el Área de Recreo La Fuente con un pequeño vagón minero que les indicará que están muy próximos los antiguos lavaderos, frente al merendero. Después de haber pasado el merendero, la balsa y el local del lavadero finalizaremos con otra fuente y un gran espacio circular donde se hace la paella popular de septiembre. Desde esta zona hay una amplia panorámica en la que se divisa gran parte del pueblo.
Una alcazaba que ver en Senés
Si deseamos ver uno de los monumentos que mayor historia tienen en este municipio y que además cuenta con unas magníficas vistas son los restos de una alcazaba del siglo XII de más de 5.000 metros cuadrados. Esta fortaleza, que aún guarda restos de murallas, diez torres cuadradas de base maciza y construcciones de molinos hidráulicos de origen medieval, fue importante durante la Reconquista cristiana de la península Ibérica. La alcazaba fue mandada construir por el poeta y cadí Abul Barakat al-Balafiki, que da nombre al municipio vecino, Velefique.
Para llegar a los restos de la alcazaba de Senés se puede continuar el camino desde el Área Recreativa siguiendo la indicación. Se trata de una ruta muy concurrida por aventureros.