Cuentacuentos, talleres, pasacalles, música, magia o exposiciones para ver Velefique con niños

Sin duda, una de las cosas que ver en Velefique es el Veleficuento. Se trata de un evento que se celebra solamente unos pocos días al año, pero que es indispensable para disfrutar en familia y que ver en Almería con niños.

Un proyecto que trata de acercar la cultura a los pueblos de la sierra de Los Filabres y que cuenta con la participación de gran parte del municipio, narradores foráneos y conocidos escritores.

¿Qué y cuándo es el Veleficuento?

El Veleficuento surgió en 2018 con la finalidad de dinamizar los fines de semana en Velefique, con actividades para todos los niños que acuden al pueblo. Se apostó por un enfoque cultural, con propuestas para toda la familia, que permitiera combinar turismo rural y cultura, un binomio muy interesante para este municipio de la comarca.

El eje en el que se mueve este evento es la narración oral. A través de ello, implica actividades que se realizan en varios días como obras de teatro, cuentacuentos o pasacalles, entre otras. En ellas se aprovecha para dar a conocer los rincones más peculiares de Velefique, a la vez que se disfruta de un contenido cultural diverso.

En 2022, Veleficuento se celebra los días 4 de junio y 1, 14, 15 y 16 de octubre (ver programa).

Qué podemos ver en Veleficuento

Una de las representaciones de Veleficuento. | Javier Cortés

Un pasacalles con la historia de Velefique. La Asociación de Mujeres de Velefique, junto a varias personas del municipio, realiza una obra de teatro itinerante, generalmente en domingo. De título ‘Forasteros’, cuenta una historia relacionada con el municipio y en la que hay multitud de detalles que la hacen única.

Música, magia y poesía. Cada edición del Veleficuento suele contar con una banda de pop-rock. También hay espectáculos de músicos locales o magos, así como un recital de poesía.

Cuentacuentos. Desde un monólogo de un artista, pasando por marionetas, cuentacuentos ambientados en diferentes épocas, se realizan a lo largo y ancho de todo el pueblo.

Exposiciones. Pueden llegar a verse exposiciones de libros de diferentes géneros, mesas redondas de escritores o proyecciones cinematográficas.

Talleres. Los diferentes seminarios suelen ser de libros, dibujos y otras manualidades, siempre enfocados a buscar la creatividad e imaginación por parte de los pequeños.

Concursos. Se organizan varios concursos en torno a la escritura, con temas específicos en los que pueden participar alumnos de los colegios de toda la provincia de Almería. Hay premios y la oportunidad de ganar un fin de semana en los alojamientos rurales del municipio.

Novedades. Ocasionalmente, suele haber actividades especiales, como juegos de palabras de la comarca, coloquios o charlas sobre temas culturales.

Cómo llegar a Velefique

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Velefique se encuentra en la sierra de Los Filabres, a 45 minutos de Almería capital. A esta localidad se llega yendo por autovía hasta la salida de Tabernas, continuando por carretera nacional y cogiendo después la AL-3102.

Una vez allí, este evento no se desarrolla en un único punto, sino que trata de situar las diferentes actividades en varios sitios que ver en Velefique. A continuación, te decimos cuáles.

Teatro Municipal de Velefique

En el momento en el que llegamos a Velefique tenemos dos opciones. Una es seguir recto, entrando en el pueblo por la calle Almería y la otra es seguir hacia la izquierda por la misma carretera por la que veníamos, que es la que lleva al Bar–Restaurante La Piscina y al Alto de Velefique, punto de paso de la Vuelta Ciclista a España.

Cogiendo esta segunda carretera, al instante veremos un gran edificio con parte de la fachada en pizarra, un material que abunda en la comarca y que iremos comprobando que es también característico en las casas de Velefique.

Más arriba nos encontraremos con unos alojamientos rurales y abajo con dos salones. El más cercano es el Teatro, en el que se desarrollan tanto cuentacuentos como obras de teatro y conciertos. A su lado, una sala multiusos en la que se realizan exposiciones, concursos de dibujo y otros eventos del Veleficuento.

La plaza de la Constitución

Si en el cruce anterior seguimos recto por la calle Almería, entramos al casco urbano de Velefique. Allí nos vamos encontrando con árboles muy típicos del municipio, como son los almendros y chumberas situados en bancales próximos. Al final de la misma se encuentra la plaza de la Constitución, donde principalmente se realizan cuentacuentos y algunos concursos.

Cuentacuentos en Veleficuento
Cuentacuentos en la plaza de la Constitución. | Javier Cortés

En la plaza se encuentra el Bar Antonio Carmona, el Ayuntamiento y la sala de subastao. Desde hace unos años, se ha embellecido con naranjos y, en el centro, con una gama de flores muy peculiares. Desde rosales hasta cañas indias pasando por duranta, forman un pequeño jardín para todos.

Desde aquí parten también algunas de las rutas de senderismo de Velefique y Los Filabres, como el sendero de Fuente lo Alto y la ruta de Los Cocones.

La iglesia de Santa María

Desde la Plaza de la Constitución podemos continuar por la calle Real. En este recorrido disfrutaremos de unas vistas espectaculares entre almendros, limoneros, jazmines y casas blanquecinas que le dan un toque paradisiaco. Este es lugar de paso de los pasacalles y desde aquí podemos divisar la iglesia de Santa María.

Iglesia que ver en Velefique
Vistas de la iglesia de Santa María de Velefique. | Javier Cortés

Si giramos por la primera calle a la izquierda pasaremos por la Carnicería García (con especial mención a la morcilla de Velefique) antes de girar a la derecha y llegar. La Iglesia es del siglo XV y cuenta con un estilo gótico tardío y artesonado mudéjar. Recientemente se han puesto vigas de color rojizo en el techo y se ha blanqueado la fachada. Su explanada es parada del pasacalles o escenario de cuentacuentos.

La Almazara de Velefique

Desde la calle Real, entre limoneros y naranjos veremos, al fondo, un puente con dirección al barrio de Triana que tendremos que cruzar. Una vez al otro lado, a la izquierda nos encontraremos con la antigua almazara, donde se extraía el ‘oro líquido’ de las aceitunas. En la actualidad, se guardan aquí máquinas para prensar y está en proyecto su rehabilitación como Museo de la Almazara. En esta explanada se realizan también cuentacuentos durante Veleficuento.

Cuentacuentos en Veleficuento junto a la antigua almazara de Velefique
Cuentacuentos junto a la antigua almazara. | Javier Cortés

Encontramos también aquí el Centro Social Lavadero. Antiguamente era el lugar donde las mujeres lavaban la ropa con jabones que solían hacer ellas mismas. Con el paso del tiempo se le ha dado otro uso más enfocado a la gastronomía y actualmente se ha reconvertido en un pub.

Como dato curioso, aquí se encuentra una pequeña balsa con ranas y peces dorados. Este establecimiento fue también el lugar donde Cristina y José empezaron a fabricar la cerveza Filabres.

Qué más ver en Velefique

Velefique guarda además los restos de la alcazaba sufí. Para llegar a ella es necesario hacerlo desde la entrada del pueblo por la carretera AL-3102, desviarse por el Camino del Castillo, una de las sendas para ir al vecino pueblo de Senés y pasar por el cementerio, que cuenta con un minarete musulmán. Desde ahí, los visitantes verán varias indicaciones para llegar a este lugar.

Cuando hayamos terminado nuestra ruta por Velefique y su Veleficuento, una buena opción es llegar hasta el Bar-Restaurante La Piscina, para el cual ya os dejamos las indicaciones al comienzo del artículo. No pueden faltaros, a la hora de pedir, choto en salsa, arroz mixto, caracoles, cherigans, morcilla de Velefique y una cerveza Filabres, creada en este municipio.

El descubrimiento de hierro en el municipio hizo que fuera uno de las explotaciones más importantes del país a finales del siglo XIX

Lucainena de las Torres, uno de los tres municipios almerienses junto a Mojácar y Níjar que forman parte de los pueblos más bonitos de España, esconde varios lugares interesantes para conocerlos en profundidad. Uno de ellos son los hornos de calcinación, que evocan al importante pasado minero que tuvo esta población durante los siglos XIX y XX.

Cómo llegar a los hornos de calcinación de Lucainena

La mejor forma de llegar a los hornos de calcinación de Lucainena de las Torres es haciéndolo desde la autovía A-92 y la carretera nacional 340-a, dejando atrás Tabernas y llegando al desvío hacia la AL-3017. Una vez en el municipio, hay que buscar la AL-3105 en dirección a Turrillas.

El pasado minero de Lucainena de las Torres

Si bien Lucainena de las Torres era un municipio que vivía de la agricultura, tuvo su esplendor a finales del siglo XIX y principios del siglo XX con la minería, debido en parte a la aparición de mineral de hierro en las laderas de Sierra Alhamilla.

En 1896 es cuando se empieza a explotar de manera intensiva unos filones de hierro, que comenzarían a ser enviados por un ferrocarril minero construido para ello, que llegaba hasta el embarcadero de Agua Amarga. Ese año se empezaron a construir los hornos. Algunos terminaron de construirse en el 1900 y otros al año siguiente.

Una vez calcinado el mineral, se sacaba de la parte inferior del horno y se realizaba una limpieza manual. Más tarde era llevado en pequeños carros hasta unos muelles donde se alojaban los vagones del ferrocarril. La explotación se hacía a cielo abierto si el mineral se veía o bien se hacían galerías e incluso pozos. Llegó a haber tres: Pozo Nuevo, Pozo Viejo y El Obispo. Los minerales eran principalmente hierro y algo de cobre.

Panel con información de los hornos. | Javier Cortés/QVEA

Una de las mejoras que trajo consigo la minería fue la llegada del alumbrado eléctrico público y privado, gracias al sobrante de potencia de la central de la compañía minera, que acabó sustituyendo a la anterior de vapor. El pueblo contaría además con la instalación de un hospital, barberías, un teatro, agencias bancarias, empresas de carros de transporte, colegio y juzgado municipal.

Para entender la importancia de la minería hay que resaltar que a finales del siglo XIX existían ocho minas abiertas en Lucainena de las Torres. Entre ellas destacaban Riqueza, El Visto, La Macarena y La Gracia.

Con el paso del tiempo, la minería fue perdiendo importancia debido al agotamiento de los filones de hierro, las mejoras salariales de la época y la falta de personal, la competencia con los minerales norteafricanos y también por los cambios económicos derivados de la I Guerra Mundial hasta que, en 1942, los hornos dejaron de utilizarse y se acabó abandonando la actividad.

El ferrocarril, construido entre 1894 y 1896, estuvo en activo hasta 1942, fecha en la que las instalaciones mineras y ferroviarias fueron desmanteladas. La antigua vía de ferrocarril es hoy el precioso Camino Natural Vía Verde Lucainena de las Torres-Agua Amarga

Los hornos de calcinación de Lucainena

Hornos de calcinación de Lucainena. | Javier Cortés/QVEA

Los hornos (ocho en total) son construcciones en forma cónica más ancha en la base que en la parte final. Están construidos de piedra de la zona con una mezcla de barro y cal. La parte interior se encuentra revestida de ladrillo refractario (resistente, aunque debido al calor y al tiempo pueden llegar a fundirse). La parte exterior está recubierta por bloques de piedra de cantería. Los hornos tenían capacidad de 50 toneladas por cada uno de ellos y por día de carbonato calcinado.

Desde el mirador de los hornos se puede ver una panorámica de parte del valle y de la comarca de Los Filabres-Tabernas, y, en la sierra, puntos como el santuario de la Virgen de la Cabeza o la Tetica de Bacares.

La Senda Minera y la central eléctrica

Túnel en la Senda Minera. | Javier Cortés/QVEA

Desde los hornos de calcinación de Lucainena se puede continuar la visita hacia los restos de un poblado conocido como la Central Eléctrica Diésel y los talleres de Colmenillas. Para ello tendremos que pasar por un túnel para el que es necesario llevar una linterna y andar con cuidado para evitar caernos, si la visita la hacemos por la tarde.

En este lugar se encontraban algunas casas de los encargados de las minas y también de ingenieros. Desde aquí se distribuía la electricidad a las minas y al pueblo. Era también el centro del mantenimiento y reparación de maquinaria dentro del coto minero.

Restos del poblado minero. | Javier Cortés/QVEA

También había unos cuarteles donde los mineros descansaban y la llamada ‘Casa de Pobres’, en principio Casa Yarza, una pensión para las personas que buscaban trabajo y en la que se les daba alojamiento y comida. Si había alguna vacante, generalmente por fallecimiento, podían entrar a trabajar.

En esta zona también había una cuadra donde se encontraba la caballería, generalmente mulos, utilizada dentro de las minas. También un malacate, infraestructura que tenía la función de subir y bajar mineros y mercancía, parecido a un ascensor de la época.

Dónde comer después de visitar Lucainena

En Lucainena de las Torres encontramos varios bares para hacer parada tras la visita. Uno de los más destacados es el Restaurante Pensión Troje, situado en la calle Acueducto, junto al Ayuntamiento. Un lugar ideal para tomar un arroz campero o solomillo, con una Estrella Galicia sin gluten y cualquiera de sus postres caseros.

Espectáculos de luz, figuras originales, atracciones o portales de Belén en los que no faltan elementos locales para ver en Navidad con niños

De norte a sur y de este a oeste, la provincia de Almería se ha llenado de luz con la llegada de la Navidad. Aunque ya llevamos varios días metidos de lleno en el espíritu navideño, todavía son muchos los días que quedan hasta la venida de los Reyes Magos. Son también, por lo tanto, muchos los sitios que ver en Navidad en Almería con niños. Lugares, en la práctica totalidad de las veces, muy céntricos dentro de cada municipio, de fácil llegada, que abrirán de par en par los ojos de los más pequeños. Lugares, uno por comarca, que seguirán despertando la ilusión de las fiestas navideñas con espectáculos de luz, figuras originales, atracciones o portales de Belén en los que no faltan elementos locales de cada municipio.

Estrellas de Navidad y luces en la plaza de la Catedral de Almería

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Almería capital, por ser precisamente la capital, es la que se lleva la palma cada año con la llegada de la Navidad. Este año, ha instalado una noria gigante en la Rambla (en el Área Metropolitana hay otra noria, más pequeñita, en la plaza de Las Mascaranas de Huércal de Almería), además del tradicional árbol navideño en Puerta Purchena. Pero donde el espectáculo de luces es mayor es en la plaza de la Catedral. Allí, nos reciben dos enormes estrellas de Navidad en un continuo juego de luces, en el que sin duda es uno de los lugares más mágicos que ver en Navidad en Almería con niños en esta época navideña.

Roquetas de Mar cambia el árbol por su faro

Faro de Navidad en Roquetas de Mar. | Ayto. Roquetas de Mar

Desde la carretera de Alicún hacia el Teatro Auditorio, Roquetas de Mar nos presenta un regalo iluminado junto al Monumento a la Peseta en el que podemos meternos para hacernos la foto de rigor. Pero el verdadero ‘regalo’ está una vez llegamos a la avenida de Juan Carlos I, en el parque de Los Bajos. Allí, donde cualquier visitante esperaría ver un árbol de Navidad de enormes dimensiones, lo que encuentra es otro elemento más local y perfectamente reconocible: el faro de Roquetas. Junto a un mercadillo navideño y atracciones para los más pequeños, este imponente faro hace su función: dar luz, no ya a marineros, sino a todos los visitantes que se acercan a Roquetas de Mar esta Navidad.

Fondón: un tren cargado de regalos y un ‘photocall’ de bola de nieve

Tren de Navidad en Fondón. | Alba O./QVEA
Tren de Navidad en Fondón. | Alba O./QVEA

Escalamos ahora por la Alpujarra hasta Fondón. Desde la A-348, la carretera nos deja a las mismas puertas de la localidad, una vez pasado Canjáyar, donde si hacemos una parada previa encontraremos un árbol de Navidad hecho de ganchillo. Pero es Fondón el rey navideño de la Alpujarra Almeriense y uno de los sitios a los que ir esta Navidad en Almería con niños. Esta localidad vuelve a presumir de su iluminación navideña, con más de 250.000 luces que ambientan su plaza estas fiestas. Un tren cargado de regalos, un  prominente árbol, o su cielo iluminado son algunas de las decoraciones que se pueden ver con niños esta Navidad. Además, este año han cambiado su característico corazón por un ‘photocall’ en forma de bola de nieve.

Un muñeco de nieve de lana en Abrucena

Muñeco de nieve de lana. | Ayto. Abrucena

En la comarca de Los Filabres-Tabernas, y dentro de esta en su área correspondiente a Nacimiento, Abrucena ha tirado de originalidad para elaborar un muñeco de nieve. Lo ha hecho, como también un portal de Belén, con pompones de lana de diversos colores. Son más de 6.000 pompones los que han servido para confeccionar esta figura navideña que permite al municipio desmarcarse de lo convencional. Una iniciativa en la que han colaborado tanto los vecinos como desde el Centro Guadalinfo de la localidad y que hacen de Abrucena uno de los lugares a los que ir esta Navidad. El muñeco se puede encontrar a la entrada a la localidad, junto a la Oficina de Turismo, mientras que el Belén de ganchillo se encuentra en la plaza de Andalucía.

Purchena y su Belén Artístico Monumental

Belén Monumental de Purchena. | Ayto. Purchena

El espíritu navideño ha invadido también cada rincón del municipio de Purchena, en el Valle del Almanzora. Tanto, que la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento se ha transformado en un Belén Artístico Monumental, que ha puesto en pie el belenista Carlos Moreno Resina, vecino del pueblo. La obra hace un espléndido recorrido por la historia de Jesús y se puede visitar por las tardes, de lunes a viernes, y también por las mañanas, en fin de semana. Llegar al Belén Artístico Monumental de Purchena es muy sencillo. La Sala de Exposiciones del Ayuntamiento está ubicada en la Plaza Larga número 12, en pleno corazón del pueblo.

Una ruta por los belenes de Vélez-Rubio

Belén de Playmobil de la Hermandad Sardinera. | Lázaro Martínez/QVEA
Belén de Playmobil de la Hermandad Sardinera. | Lázaro Martínez/QVEA

Son muchas las rutas que se pueden hacer por Vélez-Rubio para conocer este municipio de Los Vélez, pero si se hace en Navidad con niños, la más recomendable es la que recorre los principales monumentos del pueblo a través de los belenes que en ellos se alojan. Un recorrido en el que podemos ver un Nacimiento hecho de lana por jóvenes con discapacidad intelectual, un Belén de figuras de playmobil, otro que reúne los principales monumentos de la localidad y otro más en el que quien encuentre cuatro ratones se llevará una bolsa de chuches.

Un Belén Monumental de gran riqueza en Vera

Belén Monumental de Vera. | Víctor Visiedo P./QVEA

Finalizamos nuestra ruta de qué ver en Navidad en Almería con niños en el Levante Almeriense y con otro Nacimiento. Desde hace unos años, el Belén Municipal de Vera llama la atención de miles de visitantes por su monumental tamaño y la riqueza de cada una de sus figuras, elaboradas por los mejores maestros artesanos. Está expuesto en el Convento de la Victoria (calle Juan Anglada, cerca de la plaza Mayor). Es obra de Antonio de Haro y Francisco Gil, y tiene más de 50 metros cuadrados. Está compuesto por unas 250 figuras y cuenta con diferentes multitud de edificios, volúmenes y detalles al milímetro. El nacimiento está abierto por los cuatro lados, favoreciendo la visibilidad y reduciendo las aglomeraciones. 

Merenderos, rutas de senderismo, un viaje al centro de la Tierra, descubrir el origen del Indalo, un paseo con camellos o un pueblo donde encontrarse con personajes de cuento, qué ver en Almería con niños en otoño e invierno

El otoño poco a poco va diciendo adiós para dar paso al invierno, y aquí os proponemos una serie de lugares que ver en Almería con niños este otoño e invierno. En estas propuestas encontraréis merenderos, rutas de senderismo, un viaje al centro de la tierra, descubrir el origen del Indalo, un paseo con camellos o una visita a un pueblo donde encontrarse con personajes de cuentos clásicos.

Personajes de cuento en las fachadas de Vícar

Cuentos en las fachadas de Vícar. | Ayuntamiento de Vícar

Nuestro recorrido de sitios que ver en Almería con niños para estos meses de otoño e invierno comienza en la Villa de Vícar. Allí, todos los meses de agosto, con motivo de su cita anual ‘Paseando entre velas’, las fachadas y patios del pueblo se pintan siguiendo una temática: la de este año fue la de los cuentos clásicos. Caminando por sus calles conoceremos a muchos de estos personajes de cuentos. Además, estos dibujos incorporan un juego: hay que buscar doce huevos escondidos en ellos.

A la Villa de Vícar se llega desde la autovía A-7, en su salida 424. Si ascendemos hacia la sierra, la misma carretera nos dejará en este pueblo de cuento.

Recreo y senderismo en Laujar de Andarax

Panorámica de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Panorámica de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

Uno de los mejores sitios para ver en Almería con niños es el paraje del Nacimiento del río Andarax, en la Alpujarra Almeriense. Su área recreativa es todo un atractivo para cientos de personas cada fin de semana y desde allí se pueden realizar diferentes rutas de senderismo, de mayor o menor dificultad. Una de ellas es la ruta de la Hidroeléctrica, aunque también está la senda de Monterrey.

Pero, sobre todo, se trata de un paraje en el que las familias pasan un agradable día, compartiendo un picnic campestre o, incluso, dándose un pequeño baño en el río. Ya se venga desde el Bajo Andarax o desde el Poniente Almeriense, atravesando la localidad, desde la propia calle principal de Laujar de Andarax encontramos el desvío hacia el área recreativa.

Recoger setas en la sierra de Los Filabres

Recogida de setas en Los Filabres. | Javier Cortés/QVEA

Otra actividad estrella para estos meses y que podemos hacer con niños es ir a recoger setas a la sierra de Los Filabres. Es una zona ideal para realizar estas rutas micológicas, consistentes en la búsqueda de setas en bosques en los que haya llovido. Se hacen generalmente acompañados por un guía durante el otoño, pero también en primavera si hay lluvias y la tierra está húmeda. Es recomendable llevar calzado resistente, ropa cómoda y una cesta.

Senés, Tahal o Velefique son algunos de los lugares de Los Filabres en los que se pueden realizar este tipo de rutas. También en la zona del río Nacimiento, donde destacan Abrucena y Abla. Precisamente en esta última localidad se celebran unas importantes jornadas micológicas.

En Los Filabres se pueden encontrar una gran cantidad de setas comestibles y también, venenosas. De las setas comestibles destacan varias: pies azules, seta de carrasca, robellones (o níscalos), seta de álamo, seta de cardo y pata de perdiz. Todas ellas se pueden encontrar en Velefique, si accedemos al Alto velefiqueño por la carretera que une esta localidad con Bacares.

Un día de ocio en Las Menas de Serón

Las Menas de Seron . | Mª José Martínez/QVEA
Las Menas de Seron . | Mª José Martínez/QVEA

Las Menas de Serón es un poblado minero donde se extrajo hierro desde finales del siglo XIX hasta el año 1968. Fue tan importante que en él llegaron a trabajar más de 2.900 personas. En la actualidad es una preciosa área de acampada que dibuja un cielo estrellado por la noche, un apartahotel y rutas de sendero para hacer con toda la familia, también con las mascotas.

En estas rutas de senderismo no solo encontramos naturaleza, sino que se pueden ver los restos de su industria. El Sendero Local de Las Menas es una ruta de 7 kilómetros, de dos horas y media de duración, señalizado durante el camino para que los visitantes estén guiados en todo momento.

Es la carretera A-1178 la que nos conduce hasta este enclave del municipio almeriense, a través de un zigzag de curvas que poco a poco van descubriendo sus peculiaridades.

Descubrir el origen del Indalo en la Cueva de los Letreros

Pinturas rupestres en la cueva de los Letreros. | Lázaro Martínez/QVEA

Uno de los legados más importantes que dejaron nuestros antepasados y que hoy es el símbolo de Almería es el Indalo. Para descubrir esta figura enigmática del neolítico con unos 7.500 años de historia hay que visitar el lugar en el que apareció, la Cueva de los Letreros en Vélez-Blanco.

Se trata de un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, por ser el conjunto de arte rupestre más amplio de Europa y uno de los más importantes de la península Ibérica, siendo uno de los tesoros arqueológicos de la provincia de Almería.

Tras dejar la A-92 a la altura de Vélez-Rubio, los indicativos de Patrimonio de la Humanidad señalan el camino en dirección norte por la A-317 hacia Vélez-Blanco. Desde esta encontraremos la indicación para llegar a la cueva.

Otro viaje, al centro de la tierra, en la Geoda de Pulpí

Geoda de Pulpí. | Geoda de Pulpí
Geoda Gigante de Pulpí. | Geoda de Pulpí

Otra joya de la provincia, situada bajo tierra, es la Geoda de Pulpí, la más grande de Europa y la mayor visitable de todo el mundo. Situada en el camino entre Pulpí y San Juan de los Terreros, en la pedanía pulpileña de Pilar de Jaravía, se encuentra al final del recorrido por la Mina Rica, en la que encontramos otra serie de tesoros minerales que llaman la atención de expertos de todo el mundo.

Tras bajar más de un centenar de escalones, se llega hasta la misma boca de la geoda gigante. Entonces es cuando hay que asomarse a través de una estrecha oquedad para ver una de las mayores maravillas creadas por la naturaleza. Gigantescos cristales de yeso tan transparentes que se puede ver a través de ellos. Una maravilla que, hoy por hoy, solo se puede ver en un lugar del mundo: Pulpí.

Pasear con camello en Pechina

Rutas en camello en Pechina, algo que ver en Almería con niños. | Almería Camels

Cerramos en el Área Metropolitana, haciendo una ruta en camello en Pechina que se completa con una serie de actividades. Así, además del paseo en camello, podremos peinarlos y darles de comer. Incluso, podremos participar en una charla y buscar un tesoro.

Para llegar, hay que tomar la salida 452 de la autovía A-7 (salida de Viator) y desde allí seguir en dirección a Pechina. Hay que andar con ojo y tomar el Camino Ramblín, coger luego la derecha y seguir recto. Aquí te lo explican con todo detalle.

Esta iglesia, situada en el cerro Montahur, cuenta con una gran historia y un paisaje de altura

Miles de peregrinos se acercan cada año al santuario, situado en la cumbre del cerro Montahur, para adorar y contemplar a la Santísima Virgen de la Cabeza, en el Santuario de Monteagud, en Benizalón, cuya construcción data del siglo XVII.

El origen del nombre (Montahur, y no Monteagud) proviene al menos del año 1569 cuando el escribano Alonso del Pozo menciona a “unos moriscos de Lubrín que estaban guardando un hatajo de unas dos mil cabras junto al castillo de Montahur”.

Cómo llegar al Santuario de Monteagud

Para llegar al Santuario de Monteagud hay que hacerlo desde la carretera N-340a desde las inmediaciones de Tabernas, tomando la A-1100 (dirección Uleila del Campo/Lubrín) al llegar a la almazara de Castillo de Tabernas.

Desde allí, se puede seguir hasta coger la A-5101 hacia Benizalón y, una vez allí, buscar siempre la derecha (hay indicaciones hacia el santuario).

Otra opción es continuar por la A-1100 hasta Uleila del Campo y desde ahí dirigirnos al santuario por el Puerto de la Virgen (carretera de Albanchez).

Historia del Santuario de Monteagud

Uno de los primeros testimonios escritos habla de la existencia de la ermita en el cerro de Montahur en el año 1619. Comenzaron las obras del cerro los propios vecinos de Benizalón en el 1628. Diez años más tarde, la ermita ya se había acabado de construir, al menos en su fase inicial.

A partir de los años 30, del siglo XIX, los ermitaños-monjes fueron sustituidos por una familia entera que se ocupó de cuidar las fincas y mantener limpio el santuario. En 1936, el santuario fue saqueado y en 1939, acabada la Guerra Civil, se llevó a cabo la fiesta de la bajada de la Virgen, que se encontraba de modo permanente en el municipio de Benizalón y solo subía al cerro en las fiestas de septiembre. Desde entonces, el santuario ha sido demolido y reconstruido en varias ocasiones.

Características del templo

Monumento de pizarra a la Virgen de la Cabeza. | Javier Cortés/QVEA
Imagen de la Virgen tallada en mármol. | Javier Cortés/QVEA

Antes de llegar al cerro Montahur, podemos ver en un recinto una imagen de la Virgen tallada en mármol. Ya en el cerro y antes de acceder al santuario, se distinguen distintas zonas. Empezando por una plaza hecha de pizarra de forma circular, en la que se encuentra un pequeño monumento, también de pizarra, dedicado a la Virgen de la Cabeza, con una imagen arriba en marco dorado y adornada con flores abajo. A su lado, un abrevadero para animales. Más adelante, un pequeño merendero. También un pequeño almacén adosado a unas rocas, para guardar ofrendas a la virgen y algunos pebeteros.

Para acceder al Santuario de Monteagud lo hacemos a través de una gran puerta de madera con dos ventanucos a ambos lados. Al entrar, nos asombra la claridad del interior del templo, dominado por el blanco. Más de una treintena de bancos completan el recinto principal. Caminando hacia el altar, acompañado de grandes velas, una ristra de pequeñas velas rojas destacan sobre el resto. Al fondo, el sagrario. La virgen espera al final de las escaleras con un manto rojo, rodeada de flores, bajo una gran cúpula con dibujos azules.

Interior del templo. | Javier Cortés/QVEA

Al bajar del altar, una lápida conmemorativa, que estuvo colocada originalmente sobre la puerta de la ermita, recuerda las obras realizadas en 1638. Por la escalera de caracol situada junto a la entrada principal del santuario se accede al coro. Allí arriba se puede observar todo el interior del templo, aparte de encontrarnos una imagen de Jesucristo crucificado.

Un mirador a Los Filabres

El Santuario de Monteagud, un mirador a la sierra de Los Filabres. | Javier Cortés/QVEA

El cerro de Montahur tiene unas grandes vistas de la sierra de Los Filabres. A través de los miradores se pueden ver Benizalón, Uleila del Campo, Tabernas, Tahal, Benitagla y Cóbdar.

Junto a estos miradores se encuentra una pequeña tienda que suele abrir cuando se celebra la santa misa (el segundo y el último domingo del mes a las 13:00 horas), donde adquirir objetos de ámbito religioso como imanes para móviles y frigoríficos, libros y dvd explicativos del lugar, carteles de la virgen e imágenes de recuerdo.

La Piedra de la Gitana

Piedra de la Gitana. | Javier Cortés/QVEA

Si desde la entrada del santuario nos adentramos en el camino de la derecha y nos asomamos a ver el paisaje, nos encontramos unas rocas o peñascos. La primera, denominada la Piedra de la Gitana; la segunda, la Bartola, de la cual se desconoce su significado.

La Piedra de la Gitana tiene una historia trágica detrás que explica Francisco Martínez Botella en su libro ‘Nuestra Señora de la Cabeza de Montahur: la historia de una devoción cuatro veces centenaria’. En él reproduce la leyenda publicada en el diario católico La Independencia en 1908 por el párroco Domingo Sebastián.

La historia trata de un gitano que habla, emocionado, sobre una piedra con un cura que no entiende el aprecio de este al peñasco. La hija de este hombre tenía tifus, incurable. Ella le prometió a la Virgen bailar en esa piedra, dio varias vueltas sobre la roca y fue ovacionada por el público, por lo que volvió a subir a pesar de que su padre, angustiado, le insistía en bajar.

En uno de esos momentos, ella empezaba el primer verso de un cantar hasta que dio un grito y cayó rebotando de peñasco en peñasco hasta morir. Cuenta la leyenda que un señor pudiente le había ofrecido un duro de oro por subir la segunda vez. La chica está enterrada en Uleila del Campo.

Romancero de la aparición de la Virgen y Romería

Otra leyenda cuenta que a Mateo, pastor lorquino, se le apareció la Virgen en la encina milenaria del Cerro de Montahur. Esta leyenda procede de un romance, probablemente compuesto en el siglo XIX, que bien podría hacer referencia a otra leyenda, la del pastor Juan Alonso de Rivas, a quien se apareció la Virgen en el Cerro de la Cabeza en 1227.

La romería de la Virgen de la Cabeza se realiza al menos desde el siglo XVII según los archivos históricos. Esta celebración, que contaba con fieles procedentes de Benizalón y de pueblos de alrededor como Benitagla, Tahal o Albanchez, se celebraba el último domingo de abril. A partir de 1760 se comenzó a celebrar la fiesta de septiembre debido a que en abril se marchaban muchos hombres a “hacer las Andalucías” y el municipio se quedaba con poca gente.

Dónde comer tras visitar el Santuario de Monteagud

Bajamos el cerro Montahur por el camino que se dirige a Benizalón. Una vez en el pueblo, nos dirigimos a la plaza de la Constitución, donde se encuentra el Centro Guadalinfo, el Ayuntamiento, la iglesia y una fuente, al lado de la cual encontramos el bar Casa Leonor Jacma. Este local cuenta con comida tradicional, productos ecológicos y gran variedad en postres caseros. Su variedad gastronómica y su calidad se refleja en platos como trigo, costillar, cochinillo y salmorejo (con jamón y huevo), pulpo a la gallega y diversos arroces.

Castro de Filabres cuenta con un museo de la pizarra que explica la importancia de este material que comparte con otros pueblos de la comarca

El paisaje de la sierra de Los Filabres es reconocible en la provincia de Almería por algo tan característico como es la pizarra, una piedra muy utilizada para diversas construcciones tales como tejados de casas (más conocidos como aleros), cortijos, corrales, fuentes, chimeneas y fachadas, entre otros usos.

La importancia de la pizarra es vital para la ladera sur de esta comarca, que comparten Olula de Castro, Velefique, Senés y Castro de Filabres. Para destacar el uso de este material en esta zona, Castro de Filabres alberga desde hace al menos 15 años el Centro de Interpretación de la Arquitectura Tradicional, más conocido como el Museo de la Pizarra, que explica el uso que se le ha ido dando a esta como seña de identidad de una parte de la sierra de Los Filabres.

Cómo llegar al Museo de la Pizarra

Fuente de pizarra en Castro de Filabres. | Javier Cortés/QVEA
Fuente de pizarra en Castro de Filabres. | Javier Cortés/QVEA

Llegando a Castro de Filabres desde Tabernas, la entrada al pueblo la hacemos por el camino de la derecha, que desemboca directamente en el museo. Por este camino pasamos por dos fuentes, una de ellas de agua potable, y vemos varias fachadas, cómo no, de pizarra.

El Museo de la Pizarra está situado al lado del Ayuntamiento, de una fuente decorativa, muy similar a una gran fortificación y enfrente del puente del Barranco, uno de los lugares que ver en Castro de Filabres. Como curiosidad, parte de la fachada del Ayuntamiento está conformada por pizarra.

Fachada de pizarra del Ayuntamiento de Castro de Filabres. | Javier Cortés/QVEA
Fachada de pizarra del Ayuntamiento de Castro de Filabres. | Javier Cortés/QVEA

El Centro de Interpretación de la Arquitectura Tradicional, construido a raíz del Plan Turístico Filabres-Alhamilla, tiene como objetivos principales difundir la arquitectura de esta zona de Los Filabres e impulsar la recuperación de la misma.

El museo de la pizarra consta de tres plantas: la primera (o planta baja) dedicada a la explicación de qué es arquitectura tradicional y tipos en la zona; la segunda, dedicada a las construcciones de pizarra, y el sótano como sala de conferencias.

Primera planta

Útiles para la extracción de la pizarra. | Javier Cortés/QVEA
Útiles para la extracción de la pizarra. | Javier Cortés/QVEA

En la primera planta encontramos una pequeña oficina de información sobre las 7 maravillas de Castro, libros dedicados al paisaje cultural de la sierra de Los Filabres, y algunos trípticos con información sobre los lugares de interés de Castro de Filabres. A mano derecha se encuentran los restos de una casa con el tejado, ventana y una pared cubiertas de pizarras.

La arquitectura tradicional de Los Filabres se caracteriza por el empleo de los materiales que ofrece el entorno, ya sea posibilitando el acceso a los mismos y al esfuerzo por conseguir la pizarra y otros útiles necesarios para la construcción. Eran muy importantes las labores de extracción y acarreo hasta el lugar donde queríamos tener los materiales.

Además de aprender la diversidad y las técnicas constructivas en el hábitat, se pueden apreciar 34 fotografías de armaduras, forjados, suelos, ornamentos, fábricas, vanos y cubiertas (tres tipos: de rejas, planas o de aleros). Todas las fotografías están tomadas de lugares de Castro de Filabres, Senés y Velefique.

En la primera planta podemos ver además una pedrera, que es el apero de los animales de carga (generalmente burros o mulas, llamadas también bestias). Se empleaba para el transporte de las piedras utilizadas en la mampostería de la construcción tradicional. También hay un ejemplar de un garabato. Este es un conjunto de palos de madera dura (almez, carrasca, olivo, aunque también se fabricaban de chopo), utilizando sobre animales de carga para el transporte de los aleros (lajas) de pizarra.

Antes de subir las escaleras hacia la siguiente planta podemos ver algunos itinerarios para descubrir Castro de Filabres como el paseo hacia la balsa y el molino del Chorro, el recorrido por los cultivos hasta la balsa de Huerta Iglesias y la excursión por el barranco del Royo, en la que podemos ver ‘El Castillico’, algunos corrales, molinos y cortijos.

Segunda planta

Ejemplo de fachada típica de Los Filabres. | Javier Cortés/QVEA

Si continuamos por las escaleras, veremos un cuadro extenso de la sierra. Si lo hacemos por el ascensor, a mano izquierda encontraremos una imagen de una casa típica de la zona. Ya en la segunda planta, se nos presentan carteles informativos para conservar y proteger, reformar y construir, y recuperar la identidad.

La primera parte, ‘Conservar y proteger’, enlaza con la importancia de conservar estas construcciones por el valor histórico, arquitectónico, paisajístico y social que tienen. Además, aporta un enfoque basado en el conocimiento para así comprender esta tradición en el presente y poder dar a conocerla a las próximas generaciones. Todo ello acompañando el texto con fotografías de eras, corrales y muros de esta zona.

En la segunda parte, ‘Reformar y construir’. se centra en la adecuación de los volúmenes para conseguir pueblos armónicos, en el empleo de la pizarra para las cubiertas, en las fachadas y en la unidad del tratamiento de pavimento de las calles. Esta segunda parte trata de ver los aciertos y fallos que tienen pueblos como Senés, Velefique y Castro de Filabres en el uso y trato de la pizarra.

La tercera parte, ‘Recuperar la identidad’, se centra en mantener la identidad que supone para estos municipios la pizarra y su uso desde tiempos inmemoriales. Abajo se encuentran fotografías de pueblos de Asturias, Granada y Lérida como buenos ejemplos de municipios que tienen una identidad propia.

En el suelo se encuentran varias herramientas para la extracción de la pizarra y esquistos, además de aperos como martillos, garabatos y pedreras. También un barretón, barra de hierro cuya finalidad es servir de palanca para la extracción del alero de la pizarra. O cuñas (piezas de hierro para desgajar la pizarra y conseguir piezas del grosor deseado, que de fabricaban en las propias fraguas locales). Todas las herramientas están cedidas por varios usuarios de Castro de Filabres, Velefique y pueblos de alrededor.

Cómo era la vida en la sierra de Los Filabres

Maqueta de poblamiento en Los Filabres. | Javier Cortés/QVEA
Maqueta de poblamiento en Los Filabres en el Museo de la Pizarra. | Javier Cortés/QVEA

En la pared, una pantalla informa de cómo es la vida en la sierra de Los Filabres. Otra, sobre la técnica constructiva de la pizarra. Esta última explica cómo deben ser los cimientos, los muros de cierre, solerías (las losas de pizarra), vanos y los revocos, entre otros. También se pueden ver algunas fotografías familiares en blanco y negro, o una estampa del barrio de Triana de Velefique.

En la segunda planta también podemos ver una maqueta de un poblamiento de la vertiente sur de la sierra de Los Filabres. Esta trata de enseñarnos las características típicas de esta zona. Los rasgos más importantes del tipo de poblamiento nacen durante el periodo andalusí. Es en ese periodo cuando se definen y construyen los principales sistemas de regadío, junto a los mejores cursos de agua. Esto daría lugar al origen de los actuales núcleos de población.

Este tipo de poblamiento tendría un castillo (hisn) como fortaleza, animales para la supervivencia del poblado situados en los corrales y en el palomar, también tendría eras (lugares comunes donde se cultivaban vegetales y cereales, aparte de ser también un lugar para almorzar). Sería necesario disponer de un lavadero para la ropa, acequias, balsas y molinos de agua para el riego, para los animales y humanos. También la creación de balates que hicieran posible un buen desarrollo de la agricultura.

Una sorprendente sala

Mina excavada en la roca en el Museo de la Pizarra de Castro de Filabres. | Javier Cortés/Qué ver en Almería
Mina excavada en la roca en el Museo de la Pizarra de Castro de Filabres. | Javier Cortés/QVEA

Este museo está emplazado sobre una antigua balsa cuya mina de agua se puede ver en el acceso al sótano. La mina es una galería excavada en la roca, en las pendientes de las montañas, con un canal que extrae agua al exterior. Habiendo bajado al sótano nos encontramos una magnífica sala de videoconferencias con aforo para más de 40 personas, que cuenta con un proyector para ver películas, dos servicios y que está rodeado por tres cuadros dedicados a tres municipios de Los Filabres: una cubierta plana de cortijo (Tabernas), el molino de agua de Juan Egea (Senés) y el Palomar en el cortijo de la balsa (Velefique).

Para finalizar el recorrido por el museo de la pizarra, es recomendable pasarse a tomar unas tapas de calamares, lomo y algún que otro bocata en el bar que hay en Castro, que es el de la tercera edad (abre de martes a domingo) y pasar por la Iglesia Santa María del Rosario.

Las Ánimas Benditas de Adra; Alcolea; el triángulo formado por Gérgal, Olula de Castro y Tahal; la Casa del Cine de Almería; la Cueva Carrión de María; Laroya y el Cerro del Espíritu Santo de Vera, lugares misteriosos que ver en Almería por Halloween

Nadie puede dudar que Almería es tierra de misterio. Será su variado paisaje, la orografía del terreno o la esencia de todas las culturas que por aquí han pasado, pero lo cierto es que un halo sobrenatural envuelve la provincia. Se podrían hacer mil y un recorridos en busca de sucesos inexplicables a lo largo y ancho de esta bella tierra aunque, por la cercanía con la festividad de Halloween, esta sería mi propuesta de lugares misteriosos que ver en Almería tocando las siete comarcas.

Las Ánimas Benditas de Adra

Las Ánimas Benditas de Adra, uno de los lugares misteriosos que ver en Almería. | Alberto Cerezuela
Las Ánimas Benditas de Adra. | Alberto Cerezuela

En Adra existe un rincón mágico, casi desconocido para los de fuera, que esconde a partes iguales devoción y misterio. Debajo del arco romano encontramos la pequeña Capilla de las Ánimas Benditas. Es habitual encontrar, a cualquier hora del día, una cola de personas esperando su turno para dejarles flores, pequeñas velitas o aceite para las mariposas. Lo importante es que siempre tengan luz, esa luz que las guíe hacia el Cielo ya que son almas que están en el Purgatorio. A cambio, los fieles piden salud para los suyos, trabajo o amor.

Sin embargo, no todo es bonito, puesto que si la persona no puede cumplir con lo prometido, las ánimas benditas irán a reclamarle la deuda, ya sea tocándole en la puerta de su casa a altas horas de la madrugada, posándose a los pies de la cama del deudor o recostadas junto a él, o incluso mediante un sobrenatural encuentro formado por una comitiva de almas en pena que vagan en busca de la luz.

 

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La Luz de Alcolea

Si nos adentramos en la Alpujarra Almeriense, nada más salir de Berja podemos asistir al avistamiento de una extraña luz. Lleva sucediendo desde la posguerra y se acentúa cuando llegan estas fechas. Hablo de la Luz de Alcolea, fenómeno que saltó a la prensa en la Semana Santa del año 87 cuando Cayetano Galafat la vio en su finca del paraje de Los Llanillos.

Paraje de Los Llanillos desde la casa de Gabriel Moya, en Alcolea. | Alberto Cerezuela

Cientos de personas se congregaron esos días en busca de una luz que adoptaba las dimensiones de un balón de baloncesto, era de color rojizo y planeaba sobre las cosechas a una altura de metro y medio. Ufólogos y expertos en la materia expusieron sus hipótesis, aunque el testimonio de Agustín ‘Pistolete’, un conocido vecino, puso sobre la mesa que esa luz provenía del candil que portaba un ser totalmente vestido de negro, al que no se le veía la cara, con una planta de más de dos metros de altura. Los lugareños lo llaman “el tío enlutao” y es mejor no encontrárselo en esa carretera.

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¿Fenómeno OVNI o espíritus de mineros?

Siguiendo la estela de las luces populares, en Los Filabres-Tabernas encontramos un peculiar triángulo formado por Gérgal, Olula de Castro y Tahal. Los avistamientos de extrañas luces se cuentan por centenares y se presentan, incluso, ante agentes de la policía.

Extrañas luces en Olula de Castro
Olula de Castro. | Alberto Cerezuela

Las zonas más propensas para ello son la iglesia de Tahal y el cerro de enfrente; la entrada del pueblo de Olula de Castro y los alrededores de Gérgal. Es frecuente, sobre todo en verano, encontrar grupos de aventureros en busca de esas luminarias que quizá no tengan nada que ver con el fenómeno OVNI, sino con los espíritus de los mineros que perecieron en esas veredas.

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Casa del Cine de Almería

Nos adentramos ahora en la capital almeriense, sin duda el lugar que más misterios encierra. En su comarca, lo fácil hubiera sido señalar el Teatro Cervantes o el Cortijo de San Patricio, en Gádor, donde ocurrió el crimen que ha dado pie a la leyenda del “hombre del saco”, mucho más real de lo que pensamos.

Pero a mí me gustaría hablar de la actual Casa del Cine, situado en una antigua finca denominada Santa Isabel, también conocida como el Cortijo Romero o el Cortijo Balmas. Precisamente fue el republicano Miguel Balmas quien compró el lugar en 1866, transformándolo con los años en un auténtico paraíso de recreo. Ya entrado el siglo XX, esa casa disponía de piscina, pistas de tenis y el mejor jardín privado de Almería.

En esa época empezaron las reuniones masónicas hospiciadas por José Romero Balmas, a las que acudían personajes como el filósofo Levi Strauss o el arqueólogo Luis Siret. Los fenómenos extraños más conocidos tuvieron lugar en la época dorada del cine en Almería. Los vivió Rainer Fassbinder, director alemán que rodó allí la película ‘Whity’ en 1971 y quien afirmó que la casa le hablaba y le obligaba a hacer cosas como asesinar o suicidarse.

Seguramente la casa también le habló a John Lennon, pues le inspiró para componer allí la canción ‘Strawberry fields forever’ en septiembre de 1966. La energía del lugar le transportó a Liverpool, al orfanato donde estuvo cuando era un niño, reviviendo muchos fantasmas de su pasado. Precisamente en la fiesta de cumpleaños del propio Lennon se vivieron fenómenos paranormales como el estallido de platos y vasos, armarios que se abrían solos, y dos mujeres vestidas de negro que bajaban las escaleras ante los ojos de Chynthia Lennon, el propio John o Ringo Starr. Por cierto, en ese jardín reposan los restos de Pauline Taurinya, comunista y espía de las Brigadas Internacionales. Vivió fenómenos inexplicables en ese lugar y quiso reposar eternamente allí.

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El vampiro de la Cueva Carrión

Corría la primavera de 1932 cuando un hombre, natural del pueblo de María, en la Comarca de Los Vélez, decidió secuestrar y decapitar a una niña de dos años para más tarde beberse su sangre. Estaba enfermo de tuberculosis y la incultura de esa época propició esta absurda creencia. Lo bautizaron como el “vampiro de la cueva Carrión”, pues fue en ese lugar donde cometió este atroz crimen (sin embargo, algunos lugareños ubican el escenario en la llamada ‘cueva del Gallego’). La infortunada pequeña era hija de Antonio López Sánchez, conocido como ‘el Olimpo’. Fue uno de los crímenes más sonados en la primera mitad del siglo XX.

Los fuegos de Laroya

Informe oficial de los fenómenos de Laroya.

A poco más de una hora y media de allí tenemos la población de Laroya, conocida especialmente por los extraños fuegos del diablo o combustiones espontáneas que se comenzaron el 16 de junio de 1945 cuando a María Martínez, de catorce años, se le incendió el mandil que llevaba puesto. Desde ese momento fueron 300 los incendios en el periodo de un mes, sin que a día de hoy haya explicación alguna.

Desde el Régimen enviaron a una comitiva de ingenieros y peritos capitaneados por José Cubillo Fluiters quienes, tras unos días de estudio, redactaron un informe de más de doscientas páginas en el que la única conclusión es que había que mirar al cielo para obtener una respuesta.

Fenómeno OVNI, combustiones espontáneas, la maldición del moro Jamá, quemado vivo por la inquisición o la presencia del semidios Reshef (ascua ardiente), venerado  por los cartagineses para que atacara a todo aquel que quisiera explotar esas tierras, fueron algunas de las teorías.

Manuel Medina, Antonia Ujaldón o Ramón Doménech son algunos de los testigos que veían como pequeñas llamas o bolitas voladoras se posaban en los enseres y producían fuegos. Más de uno tuvo que tirarse al suelo ante el ataque de algunas de ellas, que parecían cobrar vida. Algún ingeniero también huyó a su Madrid natal cuando se le incendiaron sus aparatos o hasta sus ropas. Sin duda, uno de los grandes misterios del siglo XX.

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El Cerro del Espíritu Santo de Vera

Termino este peculiar recorrido haciendo una visita al Cerro del Espíritu Santo en Vera, donde el 5 de marzo de 2011 un rayo decapitó al Cristo que se erige en ese místico enclave dejándonos unas espectaculares imágenes. Muchos vecinos lo tomaron como una advertencia divina de que algo malo iba a pasar, al igual que sucediese días antes del terremoto que destruyó el lugar el 9 de noviembre de 1518, cuando las campanas de la iglesia repicaban solas advirtiendo del mal augurio.

Cerro del Espíritu Santo, uno de los lugares misteriosos que ver en Almería
El Cristo del Espíritu Santo de Vera, decapitado por un rayo en 2011. | Domingo Ortiz

Casualidad o no, pocos días después de la caída del rayo se produjo el famoso terremoto de Lorca, a pocos kilómetros de allí. Pero la magia del lugar no termina aquí. Bajo ese cerro reposan los restos de más de cien personas, víctima del suceso del siglo XVI y de una epidemia posterior.

Y, por si fuera poco, en una casa cercana al lugar, el Día de los Difuntos de 1997 apareció una extraña teleplastia que aún hoy se mantiene imborrable. Una historia que trajo a diversos parapsicólogos a Vera y que nos ha dejado una impactante psicofonía para la posteridad.

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¿Me creen ahora cuando digo que Almería está impregnada por la magia del misterio?
* Alberto Cerezuela es escritor, investigador y director de la Editorial Círculo Rojo

Un importante legado árabe, apoyado por las representaciones de Moros y Cristianos y las culturas del agua y de la pizarra, entre lo que ver en Senés

Senés, el centro geográfico de Almería, es al mismo tiempo uno de los municipios más desconocidos de la provincia. Este pueblo acogedor y cercano, con más de 1.000 metros de altitud, es un pequeño diamante en bruto de la comarca de Los Filabres-Tabernas y guarda muchos secretos con todo lo que hay que ver en Senés.

Limitando con cinco municipios (Velefique, Tabernas, Tahal, Sierro y Laroya), cuenta desde hace unos años con una importancia extra: la Diputación de Almería hizo un estudio para conocer qué municipio acogía el centro geográfico de Almería, una actuación que sirviera como eje de unión de los almerienses. Concretamente, este centro geográfico de Almería se ubica en un camino situado a 800 metros del casco urbano de Senés, muy cercano a Velefique.

Senés forma junto a Castro de Filabres, Velefique y Olula de Castro un curioso cuarteto de municipios que tienen como elemento común la pizarra, una piedra muy utilizada para tejados y muros en la comarca de Los Filabres. Esa piedra le da una imagen especial unida a otras virtudes que le hacen única para el turismo rural.

Casa típica que ver en Senés. | Javier Cortés/QVEA

Casa típica que ver en Senés. | Javier Cortés/QVEA

Cómo llegar a Senés

A Senés se llega por la carretera que sube desde Tabernas (la N-340a) hacia Macael y Olula del Río. Pasados unos kilómetros desde que se coge esta, la necrópolis del Cerro Cánovas queda a mano derecha, poco antes de llegar a Los Nudos de Senés. Esta necrópolis está compuesta por seis tumbas, al menos de tres ellas son tholos (sepulcros de tipo circular) y otras tres, que son más comunes.

Senés nos saluda varios kilómetros más arriba, en una curva cerrada, dándonos la bienvenida con la fuente del Divino Rostro, acompañada de macetas, algunas ánforas volcadas y un mapa del pueblo. Recibe este nombre en honor al patrón de la localidad, cuyas fiestas se celebran en el mes de septiembre. Unas fiestas más recogidas y cercanas que las de agosto, siempre, eso sí, esperando el día grande, que es el 14 de septiembre. Este día es el más señalado por todos los seneseros para reunirse y celebrar varios eventos como la misa y procesión, paella popular y concierto con orquesta, además de exposiciones y juegos infantiles.

Monumento y fiestas del Emigrante

En la entrada a Senés nos recibe una hilera de casas de dos plantas, de diferentes estilos y tonalidades de blanco. Tejados grises adornados con pizarras y en muchos casos con chimeneas. Muchas de las casas cuentan con bastante espacio, con amplias terrazas o pequeños jardines y adornos que embellecen el paisaje del pueblo.

Casas con espacios, pequeñas jardines o adornos. | Javier Cortés/QVEA

Un cruce nos indica el camino hacia el Ayuntamiento, pero algo nos llama la atención al fondo. Más allá del colegio Alfhil, también presente en Turrillas y Lucainena de las Torres, dos figuras en mármol presiden una plaza. Es el monumento al Emigrante, en homenaje a todas aquellos personas que se fueron del municipio en busca de una vida mejor. Se puede ver a una mujer sentada y triste, con un hombre apoyándola. Ambos tienen las manos en un pequeño globo terráqueo. Este monumento tiene mucha importancia en Senés, ya que da origen a las fiestas del Emigrante, que se celebran en agosto, en homenaje a los centenares de familias que tuvieron que marcharse en los años 40, 50 y 60 a Francia o Alemania, e incluso cerca de 300 personas a San Rafael de Mendoza, en Argentina.

Estas fiestas comienzan con una semana cultural con cine, campeonatos deportivos y teatros. El plato fuerte de las fiestas cuenta con las históricas representaciones de Moros y Cristianos, misa y procesión, verbenas populares y otras actividades. También el sábado anterior a las fiestas se celebra el festival Taco Rock, con la presencia de grupos de pop, rock alternativo o hip-hop.

Moros y Cristianos de Senés

Centro de Interpretación del pasado árabe en Senés. | Javier Cortés/QVEA

La representación de Moros y Cristianos es uno de los activos más importantes que ver en Senés. La localidad apuesta por esta histórica tradición en forma de obra de teatro con diálogos de generales y espías, con caballos, luchas de espadas y trajes preparados para la ocasión. Estos Moros y Cristianos se realizan desde hace siglos en una gran cantidad de municipios de la provincia de Almería. No solo en Los Filabres-Tabernas, donde además de Senés se representan en Alcudia de Monteagud o Velefique. También en el Valle del Almanzora (Somontín, Laroya o Sierro), el Levante Almeriense (Vera, Mojácar o Carboneras) o la Alpujarra (Bayárcal).

Senés mantiene las formas y la esencia, pero con matices que la hace duradera entre su población y la de sus visitantes. Como curiosidad, en el año del Milenio de Almería (2014), Senés hizo una representación de Moros y Cristianos en la Plaza Vieja de Almería para exponer esta tradición ante centenares de personas.

Para que no se pierda esta tradición y reflejar la importancia de estas representaciones, Senés cuenta con un Centro de Interpretación en el que se cuenta su historia. Aquí se encuentran varias exposiciones de espadas del siglo XIX, trajes y además cuenta con un vídeo documental en el que refleja fielmente este evento tan apreciado en el municipio.

Un mirador a Los Filabres

Vistas desde la calle Estación en Senés. | Javier Cortés/QVEA

Ahora sí, tomamos el camino hacia el Ayuntamiento por la calle Estación, dejando atrás y a nuestra izquierda el consultorio médico. A medida que seguimos subiendo, a nuestra izquierda se van dibujando postales con casas, bancales y la sierra. La propia calle es un mirador a Los Filabres.

Otro mirador lo encontramos más adelante. En este caso, uno en el que además sentarnos a hacer una parada. En el Bar Restaurante El Mirador ponen unas tapas exquisitas como queso a la plancha, pisto, pipirrana, asadura y su especialidad, las bombas. A los pies de su terraza nos sorprendemos con una de las calles más coquetas de todo Senés, cubierta de flores, a la que se puede acceder bajando junto a un pino de grandes dimensiones.

Petroglifos escritos en árabe

Escrituras en árabe en la iglesia de Senés.
| Javier Cortés/QVEA

El Ayuntamiento se sitúa enfrente de la iglesia de Santa María, del siglo XVI, con los frescos de don Bartolomé Marín, sacerdote y pintor que en los años 60 pintó frescos en varias iglesias, entre ellas también la de Alcudia de Monteagud, y que además mantiene su pórtico mudéjar. Entre ambas, una plaza mirador con una Rosa de los Vientos junto al escudo de la localidad.

En la propia iglesia se puede encontrar una lápida funeraria de mármol que se cree que se trata de una familia adinerada de la época árabe. Todo ello le da un valor añadido y le diferencia del resto de la comarca. Además de contar con petroglifos, escrituras en piedra, algunas de ellas escritas en árabe, en varios lugares del municipio.

Junto a la iglesia nos encontramos algunas fuentes en la que refrescarnos y en sus cercanías, junto a un pequeño parque infantil, una casa típica del lugar con jardín, otra parecida a una masía y otra con una puerta de un color verde muy intenso.

Los antiguos lavaderos de Senés

Senés aún tiene cosas nuevas que dar a conocer como una almazara, que se pretende convertir en un museo. O la transformación de los antiguos lavaderos ya restaurados en la que será la Casa del Agua. Para llegar aquí es necesario continuar por la plaza del Ayuntamiento y seguir por la calle de La Fuente.

Llegada al Área Recreativa de La Fuente. | Javier Cortés/QVEA

Al final de esta travesía se encontrarán el Área de Recreo La Fuente con un pequeño vagón minero que les indicará que están muy próximos los antiguos lavaderos, frente al merendero. Después de haber pasado el merendero, la balsa y el local del lavadero finalizaremos con otra fuente y un gran espacio circular donde se hace la paella popular de septiembre. Desde esta zona hay una amplia panorámica en la que se divisa gran parte del pueblo.

Una alcazaba que ver en Senés

Reproducción de la Alcazaba de Senés. | Javier Cortés/QVEA

Si deseamos ver uno de los monumentos que mayor historia tienen en este municipio y que además cuenta con unas magníficas vistas son los restos de una alcazaba del siglo XII de más de 5.000 metros cuadrados. Esta fortaleza, que aún guarda restos de murallas, diez torres cuadradas de base maciza y construcciones de molinos hidráulicos de origen medieval, fue importante durante la Reconquista cristiana de la península Ibérica. La alcazaba fue mandada construir por el poeta y cadí Abul Barakat al-Balafiki, que da nombre al municipio vecino, Velefique.

Para llegar a los restos de la alcazaba de Senés se puede continuar el camino desde el Área Recreativa siguiendo la indicación. Se trata de una ruta muy concurrida por aventureros.

El Paseo del Cine de Tabernas cuenta con más de una decena de butacas dedicadas a diversos actores y actrices

El Paseo del Cine de Tabernas es sin duda uno de los lugares más peculiares de esta localidad almeriense. Creado en 2018, su objetivo era dejar un legado histórico sobre el ámbito cinematográfico y potenciar el turismo en la zona.

Situado nada más entrar a Tabernas por la primera entrada desde la N-340a, a apenas unos metros de la Oficina de Turismo y bajo la mirada del Castillo de Tabernas, cuenta con doce butacas dedicadas a actores o directores que han rodado películas en este municipio: Sara Montiel, Mónica Randall, Enzo G. Castellari, Sancho Gracia, Terence Hill, Alberto Dell’Aqua, George Martin, Sal Borgese, Claudia Cardinale, Alex Cox, Ángel del Pozo y la más reciente, la de Franco Nero.

Sin duda, el Paseo del Cine de Tabernas evoca por su recuerdo, simbolismo y una estructura similar al Paseo de la Fama de Almería (que se sitúa al lado del Teatro Cervantes, en el Paseo de la capital), que también cuenta con más de una decena de menciones, en su caso, en forma de estrella, al estilo hollywoodiense.

La historia del cine de Tabernas

Silla de Claudia Cardinale. | Javier Cortés/QVEA

Para entender este paseo hay que remontarse a la historia del cine de Tabernas. A partir de los años 60 se empezó a rodar una buena cantidad de filmografías por el desierto de este municipio almeriense, por los decorados del Fort Bravo, con su apariencia similar a los paisajes típicos del oeste americano y por un sinfín de aspectos que han hecho de este municipio un referente del cine.

Y es realmente a partir de los años 60 cuando se empiezan a rodar películas de alcance: Lawrence de Arabia (1962); Cleopatra (1963); Por un puñado de dólares (1964); La muerte tenía un precio (1965); o El bueno, el feo y el malo (1966). Después llegarían muchas más, entre ellas Patton (1970); ¡Agáchate, maldito!; Conan el Bárbaro (1982); Indiana Jones y la Última Cruzada (1989), 800 balas (2002).

En los últimos años ha habido un nuevo auge del western y se están haciendo muchas producciones, lo que ha llevado a que Tabernas acoja un importante festival de cine del oeste. El apoyo de las instituciones ha sido clave para que año tras año se siga rodando western en Tabernas y la fuerte demanda de la sociedad con respecto a este género ha influido en las plataformas, productoras y televisiones. Y es que desde que Ridley Scott pisó Tabernas para el rodaje de Exodus (2013), y más adelante la serie Juego de Tronos hiciera escala en la rambla del Búho, el volumen de producciones ha crecido exponencialmente, también en épocas en las que no era muy habitual como en pleno verano.

El cine como forma de vida

Volviendo al Paseo del Cine de Tabernas, los elementos claves de esta pequeña ruta son las sillas realizadas por la carpintería de Cecilio, una carpintería metálica local, que las hace de forma artesanal. De hecho, este caso no es el único. Que Tabernas sea un filón para el cine nacional e internacional ha conseguido que varios tabernenses tengan el cine como empleo fijo y como su forma de vida, ya sea como montadores de decorados, de arte, ayudando a productoras, que han fomentado una comunidad en torno al trabajo y que se aprovechara la juventud para seguir creciendo.

Tabernas no es solo el único desierto de Europa, un MiniHollywood o un Fort Bravo, un paisaje preciosista o un lugar emblemático de la provincia de Almería y rodeado de buenas gentes sino también un lugar donde se premia a quienes los han hecho crecer a base de películas, series y proyectos audiovisuales y que han puesto a Tabernas en el mapa mundial del western y del cine.

La serie de HBO rodó diferentes escenas en Carboneras, Sorbas, Tabernas, Pechina y Almería capital

Hace 70 años que comenzó el idilio de Almería con el cine. En 1951, por primera vez los paisajes de la provincia acogían un rodaje: el de la película La llamada de África. Desde entonces son cientos los filmes, cortos, anuncios y videoclips que se han grabado en sus diferentes rincones. De entre los más recientes destaca la serie Juego de Tronos, que eligió hasta cinco lugares diferentes para recrear el universo de Poniente en el año 2015.

En el recorrido por los escenarios de Juego de Tronos en Almería, el viajero puede visitar la ciudad libre de Meereen, más allá del Mar Angosto; transitar el peligroso camino desértico hasta los pies de la Madre de las Montañas, para adentrarse en Vaes Dothrak, ciudad de las tribus dothraki; y disfrutar de los jardines del palacio de Lanza del Sol, en Dorne.

Esta ruta incluye cinco municipios almerienses: Carboneras, Sorbas, Tabernas, Pechina y Almería capital. Puede realizarse en el orden que se prefiera, aunque aquí se propone un itinerario partiendo desde el Levante Almeriense para finalizar en la capital. Con una sola jornada es suficiente y, sin duda, merece la pena para los amantes de ‘Juego de Tronos’ (cuidado, hay spoilers si no has visto la serie completa).

Torre de Mesa Roldán (Carboneras): la torre de Meereen

Reunión en mitad de la batalla. | HBO

El viaje comienza más allá del Mar Angosto, en la ciudad libre de Meereen, en la Bahía de los Esclavos. Los productores de la serie encontraron en la Torre de Mesa Roldán (Carboneras) el lugar ideal para uno de los escenarios de Juego de Tronos en Almería en el que ubicar la negociación entre Daenerys Targaryen y los esclavistas durante la batalla que mantienen.

Aparece en el capítulo nueve de la sexta temporada (La batalla de los bastardos). Los grandes amos y Daenerys junto a Tyrion, Gusano Gris y Missandei, se reúnen en medio de la batalla para negociar la rendición. De repente aparece Drogon volando sobre ellos y se posa sobre la Torre de Mesa Roldán. Es uno de los momentos más espectaculares de esa temporada y marca un punto de inflexión en toda la serie.

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La Torre de Mesa Roldán es una de las muchas infraestructuras defensivas que los musulmanes construyeron en la costa almeriense para vigilar la posible llegada de incursiones vikingas. Ya en el siglo IX se tiene constancia de que Abderramán II —cuarto emir omeya de Córdoba— asignó a los Banu Sirag la vigilancia de esta zona. No obstante, su aspecto actual, de “torre pezuña” data de 1766.

Está situada en un domo volcánico con cima plana, en las puertas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, junto a la famosa playa de los Muertos. Desde allí se puede divisar una panorámica espectacular de la costa del Cabo de Gata, el faro de Mesa Roldán y el municipio de Carboneras (no se ve Meereen y su pirámide, pero las vistas no están nada mal).

Por cierto, existen dos torres “gemelas” a esta de Mesa Roldán que también forman parte de la infraestructura defensiva del Levante Almeriense: la de Macenas, en Mojácar, y la de Villaricos.

Torre de Mesa Roldán, uno de los escenarios de Juego de Tronos en Almería. | V. Visiedo P./Qué ver en Almería
Torre de Mesa Roldán. | V. Visiedo P./QVEA

Cómo llegar a la Torre de Mesa Roldán, uno de los escenarios de Juego de Tronos en Almería

El acceso a la Torre de Mesa Roldán es muy sencillo, tanto a pie como en coche. Partiendo desde Carboneras hay que coger la carretera AL-5106 en dirección a Agua Amarga. Apenas seis minutos después de dejar el pueblo encontrarán a la derecha el aparcamiento de la playa de Los Muertos (hay un cruce de raqueta para hacer cambios de sentido). Justo allí hay una carretera a la izquierda que sube hacia la torre. Es un camino asfaltado, aunque algo irregular. En cinco minutos en coche se llega hasta la cima (cuidado, hay un momento en el que el camino se bifurca: debes seguir el de la izquierda).

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Cantera de yeso de Majadas Viejas (Sorbas): las puertas de Meereen

Nobles de Meereen asesinados por los Hijos de la Arpía. | HBO

La siguiente parada está a unos 40 kilómetros de distancia pero en la ficción es parte de la misma Meereen. En el espectacular paisaje de una de las canteras de yeso de Majadas Viejas (Sorbas) encontraron el lugar perfecto para situar las puertas de la ciudad custodiadas con esculturas gigantes de arpías.

Este lugar aparece también en el capítulo nueve de la sexta temporada, pero pasa muy desapercibido. Apenas se ve de fondo durante la lucha entre los Hijos de la Arpía y el grupo de dothrakis liderados por Daario Naharis. Pero merece la pena detenerse en esta cantera y ver el espectacular paisaje transformado por la mano del hombre durante décadas. Y es que de Sorbas se extraen cada año miles de millones de kilos de yeso que se exportan desde el puerto de Garrucha a todo el mundo.

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Con suerte puedes encontrar alguna cabra montesa paseando tranquilamente por la cantera. Además, si quieres hacer una parada en la zona, muy cerca está el Mirador de Urra, desde donde hay una impresionante perspectiva del Paraje Natural Karst en Yesos de Sorbas, en donde hay más de 1.000 cavidades excavadas en yeso, con gran cantidad de galerías repletas de estalactitas y estalagmitas, y con kilómetros de galerías excavadas en la roca de yeso, una roca cristalina. Las cuevas merecen una visita.  

Cómo llegar a las canteras de yeso de Sorbas

Cantera de Yeso en Sorbas, otro de los escenarios de Juego de Tronos en Almería. | V. Visiedo P./QVEA

Para seguir el viaje por los escenarios de Juego de Tronos en Almería, partiendo desde Mesa Roldán hay que tomar la carretera hacia Carboneras y desviarse a la izquierda antes de llegar al pueblo para tomar la N-341 que lleva hasta la Autovía del Mediterráneo A-7 (salida de la Venta del Pobre).

Una vez en la autovía en sentido Murcia/Vera, se toma la primera salida (504 Sorbas) para coger la carretera A-1102. Hay que continuar 6 kilómetros (unos 9 minutos) por una carretera sinuosa hasta que se llega a un cruce donde hay que girar a la izquierda hacia el camino señalado como “Cantera de yesos”. Es una carretera estrecha, asfaltada pero con el firme algo deteriorado. A apenas un kilómetro, a la izquierda se encuentra la cantera. El terreno está vallado, pero se puede detener el coche en el arcén y contemplar el paisaje.

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Otra opción para llegar a la cantera es ir por la N-340 y tomar carretera A-1102 en el cruce señalado como Los Molinos del Río Aguas. En este caso, el camino de “Cantera de yesos” quedaría a la derecha.

Rambla del Búho y la Tortuga (Desierto de Tabernas): camino hacia Vaes Dothrak

Los dothraki, en el Desierto de Tabernas. | HBO

Si hay un escenario cinematográfico por antonomasia en la provincia de Almería ese es el Desierto de Tabernas. Se han rodado cientos de películas, la mayoría de ellas de género western: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965), El bueno, el feo y el malo (1966) y tantas otras.

Uno de los paisajes más impresionantes del desierto es la rambla del Búho, donde hay unas formaciones rocosas conocidas como la Tortuga. En este árido lugar rodó Steven Spielberg escenas de Indiana Jones y la última cruzada (1989)

En la sexta temporada de Juego de Tronos por allí pasaron los dothrakis con Daenerys cuando la llevaban cautiva hasta Vaes Dothrak, en los episodios uno y tres de la sexta temporada. Después, vuelve a aparecer en varios capítulos, cuando Ser Jorah Mormont y Daario Naharis van en busca de la “madre de dragones”. Echándole un poco de imaginación uno casi puede ver las enormes estatuas de los dos caballos rampantes sobre las montañas. Para el rodaje hicieron falta cientos de extras llegados desde toda Almería.

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Cómo llegar a la rambla del Búho

Es muy fácil llegar a la Rambla del Búho desde la N-340. Partiendo desde la cantera de yeso de Majadas Viejas, se coge la Nacional en dirección Sorbas/Tabernas. Hay que dejar atrás ambos pueblos y a poco menos de 1 kilómetro del centro urbano de Tabernas se ve un camino a la izquierda de la carretera con dos grandes carteles de Cinema Studios Fort Bravo. Hay que seguir ese camino (cuidado, porque está prohibido girar a la izquierda, así que debes buscar dónde dar la vuelta un poco más adelante en la N-340) y se pasa por debajo del puente por un camino de tierra que no siempre está en buenas condiciones (sobre todo si ha llovido).

Rambla del Búho en Tabernas. | V. Visiedo P./QVEA

Hay que avanzar por la pista de tierra hasta que el camino se divide en dos. Entonces hay que girar a la derecha (no te preocupes si te pasas el cruce, acabarías en Fort Bravo y podrás dar media vuelta) y adentrarse hacia la rambla del Búho por un camino bastante irregular.

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Paraje de El Chorrillo (Pechina): Vaes Dothrak

Paraje del Chorrillo como otro de los escenarios de Juego de Tronos en Almería
Vaes Dothrak, la ciudad de los dothrakis. | HBO

Siguiendo el mismo camino que hizo Daenerys Targaryen en cautividad se llega hasta Vaes Dothrak, la ciudad de los dothrakis situada junto a la Madre de las Montañas. Bueno, en realidad está en el paraje de El Chorrillo, en la localidad de Pechina. Un paisaje desértico que se había convertido unos años antes en Egipto para el rodaje de Exodus: Dioses y reyes (2014).

Tras grabarse la película dirigida por Ridley Scott parte de los decorados quedaron en pie y fueron reutilizados para Juego de Tronos. Un conjunto de chozas y calles de cartón piedra por las que se adentran Mormont y Naharis en busca de Daenerys. Merece la pena recorrerlo y hacerse unas fotos o, incluso, grabar algunos vídeos, pues es el único de los set de rodaje que permanecen en un estado similar al que puede verse en la serie.

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En este paraje de Pechina se rodó también una de las escenas más icónicas de la sexta temporada: el incendio del templo dothraki donde se reúne el dosh khaeleen (las antiguas khaleesis, esposas de los khal ya muertos).

Además, a escasos metros hay otros decorados de la serie Penny Dreadful, grabada solo unos meses después (en enero de 2016).

El paraje del Chorrillo ha sido escenario de Juego de Tronos y de otras producciones como Exodus o Penny Dreadful. | V. Visiedo P./QVEA

Cómo llegar al paraje del Chorrillo, otro de los escenarios de Juego de Tronos en Almería

Vaes Dothrak está cerca de la Rambla del Búho, pero no tanto como parece en la serie. Hay que volver a la N-340 en sentido Almería, hasta llegar a la conexión con la autovía A-92. Se coge en sentido Almería y a unos 11 kilómetros (6 minutos), se toma la salida 387 Pechina/Sierra Alhamilla. En la rotonda hay que ir en dirección Sierra Alhamilla (no hacia Pechina), por la AL-3100. Recorriendo otros 3 kilómetros (4 minutos), hay que estar atento al camino de tierra que se abre a la derecha (puede servir fijarse en que hay una caseta de alta tensión). Ese camino pedregoso lleva hasta los decorados.

Una vez que se llega a la caseta de alta tensión (tiene un grafiti que pone PEO), hay que tomar el camino de la derecha, que desciende hacia una rambla. Cuando se llega a abajo, hay una roca grande y se bifurca el sendero. Hay que ir hacia la derecha (si se toma el camino de la izquierda se llega a los decorados de Penny Dreadful).

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Alcazaba de Almería: Palacio de Lanza del Sol, Dorne

La Alcazaba de Almería, uno de los escenarios de Juego de Tronos en Almería. | HBO
La Alcazaba de Almería como palacio de los Martell. | HBO

La última parada es en el reino de Dorne, el más sureño de Poniente y que está gobernado por la Casa Martell. Para recrear uno sus jardines se eligió el patio de los Nenúfares de la Alcazaba de Almería (una temporada antes habían usado el Real Alcázar de Sevilla para Dorne).

Aparece en el primer capítulo de la temporada seis. Ellaria Arena asesina al rey Doran Martell en su propio palacio y ante la mirada impasible de sus soldados. Para el rodaje apenas tuvieron que colocar unas cuantas plantas más en el patio, algo de atrezzo y el escudo de los Martell sobre uno de los muros.

Patio de los Nenúfares de la Alcazaba de Almería. | V. Visiedo P./QVEA

La Alcazaba de Almería forma, junto al lienzo de muralla del cerro de San Cristóbal, uno de los más impresionantes conjuntos monumentales defensivos medievales de Al-Andalus. Sin embargo, el Patio de los Nenúfares es del siglo XX. Se construyó en la década de 1950, inspirado en ejemplos alhambrinos. La entrada a la Alcazaba es gratuita y merece la pena detenerse en conocer todos sus espacios.

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Cómo llegar a la Alcazaba de Almería

En poco más de 20 minutos se puede llegar desde Pechina a la Alcazaba de Almería. Hay que coger la autovía A-92 en sentido Almería. Y seguir luego por la A-7 en dirección Almería/Puerto/Málaga. Tras recorrer toda la circunvalación de Almería se toma la salida 438 Almería/Vía Parque/Puerto para entrar a la ciudad.

Se accede a Almería por la zona portuaria y el barrio de Pescadería. Hay que continuar por la carretera de Málaga, dejando el Parque Nicolás Salmerón a la izquierda, hasta llegar a la rotonda conocida como Fuente de los Peces, donde hay que girar a la izquierda. Luego solo hay que seguir por el paseo de San Luis, girar a la derecha por la calle de Reina y de nuevo a la izquierda por calle Almanzor. Siguiendo recto, a los pies de las murallas de la fortaleza, es fácil aparcar junto al Mesón Gitano.

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Una última parada tras el recorrido por los escenarios de Juego de Tronos en Almería

Una vez concluida la visita a la Alcazaba, no hay nada mejor que recuperar fuerzas yéndose de tapas por Almería. La primera parada puede ser en la tetería Almedina Baraka, justo frente a la entrada del conjunto monumental, donde se puede disfrutar de unas impresionantes vistas.