Con más de 3.000 horas de sol al año, la provincia de Almería al completo destaca por la calidad de vida de sus habitantes

Hay hechos objetivos indiscutibles como que los más de 8.000 kilómetros que componen la provincia de Almería disponen al año de un total 3.305 horas de sol, haciéndola destino indiscutible para los amantes del buen tiempo. Sin embargo, los rayos de sol no son solo un elemento característico de la época estival, caracterizada por largas jornadas de sol y playa, sino que es posible disfrutar del Lorenzo también en invierno, con un termómetro que llega a los 20 grados en el mes de diciembre.

Este clima ofrece al visitante un sinfín de posibilidades para conocer y descubrir una provincia para todos. Almería, gracias a su localización geográfica, permite pasar de rozar la orilla de playas paradisiacas con la punta de los dedos a notar el frío aire de las montañas en apenas una hora de trayecto.

Laujar de Andarax, hermoso rincón de la Alpujarra almeriense.
Laujar de Andarax, hermoso rincón de la Alpujarra almeriense.

Por todo ello, la Diputación Provincial de Almería ha lanzado la campaña de promoción del interior del destino ‘Costa de Almería’ bajo el lema ‘Almería, el sol que necesito’. Con ella la institución subraya la excelencia de una tierra llena de contrastes, de historia, cultura, arte, tradición, gastronomía y autenticidad, con un interior sorprendente del que se puede disfrutar de forma especial en esta época del año, un destino con un plan que se ajusta a las necesidades de cada viajero donde vivirá una experiencia irrepetible.

En este sentido, con la paz y tranquilidad como ingredientes indiscutibles de la vida en este territorio, Almería es uno de los lugares abanderados del ‘slow life’ ; una forma de disfrutar la vida en la que, además del frenetismo de las actividades diarias, se halla siempre un momento para contemplar la belleza de un lugar único en el mundo capaz de combinar elementos artísticos de diferentes épocas y culturas y de mostrarse al mundo de una forma natural, ofreciendo al visitante paraísos únicos de aguas cristalinas en el Mar Mediterráneo.

La calma y la tranquilidad que mecen las olas o el arrullo del viento que recorre espacios naturales únicos en la alta montaña son algunos de los atractivos que hace que miles de personas decidan llegar al sur de España para conocerla.

Recordar Almería es rememorar atardeces y no las agujas del reloj, es aprender a contar momentos y no minutos.

Paso de civilizaciones y pueblos

En este sentido, la provincia cuenta con un patrimonio que da fe del paso de diferentes civilizaciones y pueblos atraídos por sus bondades dejando a su paso un reguero cultural que pervive a día de hoy y que es posible contemplar a través de las iglesias repartidas por todo el territorio, que no restan, sin embargo, importancia a escenarios y parajes naturales como el Desierto de Tabernas o el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

La peregrinación hacia lugares de culto repartidos por el interior de Almería se ha convertido en un atractivo turístico digno de compartir. Destacan, en este sentido, la peregrinación del Cristo de la Luz, en Dalías, que reúne cada año a miles de personas llegadas desde distintos puntos de dentro y fuera de la provincia. Esta cita es una de las más multitudinarias, pero no es la única, ya que las romerías están muy presentes en las localidades almerienses.

Joyas patrimoniales de belleza indescriptible como el Castillo Palacio de Vélez-Blanco, del Renacimiento Español, que mandó construir a principios del siglo XVI y sobre los restos de una alcazaba árabe el Marqués de Los Velez, Pedro Fajardo Chacón también dan fe de la historia de una provincia que no tiene miedo a mirar hacia atrás.

Uno de los museos de Terque que recrea la historia reciente de Almería.
Uno de los museos de Terque que recrea la historia reciente de Almería.

Así, el pequeño pueblo de Terque, situado entre los ríos Andarax y Nacimiento y que no llega a 400 habitantes, se ha convertido en uno de los lugares referentes en turismo etnográfico mostrando a las generaciones actuales parte de la memoria colectiva y rural de Almería. Los Museos de Terque suponen un complejo formado por cinco instalaciones: Museo Etnográfico, Museo Provincial de la Uva del Barco (cultura parralera almeriense), La Modernista (tejidos y vestimenta) y el Museo de Escritura Popular, además de la Cueva de San José, un espacio dedicado a exposiciones, conferencias y conciertos.

Tal es orgullo de los almerienses por su pasado que, en los últimos años, han proliferado considerablemente el número de recreaciones históricas en localidades y municipios almerienses poniendo de manifiesto y ofreciendo la visión histórica de hechos que marcaron el presente de Almería.

Observatorio de Calar Alto.
Observatorio de Calar Alto.

En este sentido, destacan las recreaciones de Macael con los Canteros y Caciques, aunque, en los últimos meses la teatralización histórica ha llegado también a municipios como Fondón. O la recreación de la Paz de las Alpujarras que cada año reúne a cientos de visitantes en la localidad de Padules para contar la Rebelión de los Moriscos en la comarca durante el siglo XVI. O la de los Reyes Católicos en Fiñana, entre muchas otras.

Tal es el favor de las coordenadas geográficas hacia Almería que desde alguno de sus puntos más altos es posible contemplar las estrellas en todo su esplendor, ofreciendo espacios como el observatorio de Calar Alto desde donde se admira el universo. Y no es esta la única instalación vinculada a la astronomía, en Los Filabres se halla también el Planetario de Serón, un espacio científico enfocado a la difusión del conocimiento a pequeños y mayores.

Una forma única de vivir

Aprender a contemplar la vida bajo el brillo radiante del sol o convivir a diario con el murmullo de las olas ha definido considerablemente el carácter de los almerienses con una forma de ser abierta y alegre en la que florece el talento y donde los recuerdos no son de color sepia, sino que llevan impregnados colores vivos y brillantes.

Es por ello que las opciones de ocio no pueden faltar en un territorio engrandecido por sus gentes y su forma de vida basada en disfrutar de espacios naturales y de una gastronomía hecha con productos propios de kilómetro 0 y cercanía; de origen almeriense y que es posible consumir en todo el mundo a través de la marca gourmet de Diputación ‘Sabores Almería’.

Los almerienses no pueden sino disfrutar de los callejones de cada localidad, de los yacimientos históricos, iglesias, las casas señoriales de la Alpujarra o los paisajes de pueblos blancos del Levante o del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

Es imposible no ver una calle transitada en cualquier época del año porque el clima ha hecho a los almerienses y les ha otorgado también aquello que les define: el sol, el sol que necesitas.

El sol llega hasta las entrañas de una provincia con los secretos de la naturaleza escondidos en su interior; una forma espectacular de conocer su singular historia y sus antepasados

Hasta el interior, escondido bajo las ramas de árboles o tras formaciones rocosas que permiten recorrer con certeza el pasado, llegan también los rayos de sol característicos de una provincia en la que los nubarrones pasan de largo. Más de 3.000 horas de sol al año para disfrutar de las entrañas más hermosas y aventureras de una provincia, en la que el paso de tiempo ha dejado su impronta.

Recorrer Almería supone también reencontrarse con uno mismo, con la parte más indómita, esa con la que no estamos acostumbrados a tratar. En este sentido, la provincia ofrece incontables posibilidades. El turismo activo nace con el objetivo de poner sobre la mesa planes e iniciativas diferentes en las que el sol es un secundario que no hace sino aportar belleza a los miles de atractivos con los que cuenta el interior almeriense.

Poza de Bayárcal. | Maquinaria Creativos
Poza de Bayárcal. | Maquinaria Creativos

Por todo ello, la Diputación Provincial de Almería ha lanzado la campaña de promoción del interior del destino ‘Costa de Almería’ bajo el lema ‘Almería, el sol que necesito. Con ella la institución subraya la excelencia de una tierra llena de contrastes, de historia, cultura, arte, tradición, gastronomía y autenticidad, con un interior sorprendente del que se puede disfrutar de forma especial en esta época del año, un destino con un plan que se ajusta a las necesidades de cada viajero donde vivirá una experiencia irrepetible.

Así, el interior almeriense permite hacer tantas actividades como imaginación tenga el visitante, bajo la estela de un paraje único; con castaños centenarios hasta senderos de agua. La Alpujarra, Los Filabres, Sierra Alhamilla, Sierra Nevada, María-Los Vélez o Sierra Cabrera parecen ofrecer sus virtudes dejando al turista la elección de conocerlas mejor a través de la edad de sus bosques o por medio de la historia que deja el reguero de agua que sigue ejerciendo de banda sonora en muchos pueblos junto con el silencio y la tranquilidad.

Todos estos espacios son abrazados por ese sol que recorre a diario los cerca de 9.000 kilómetros que ocupa Almería.

Un sinfín de posibilidades en las alturas

Dejar la costa atrás en pocos minutos resulta sencillo en una provincia con tantas posibilidades. Mar y montaña o arena y nieve en las épocas más frías del año para que tanto los almerienses como los foráneos no dispongan de tiempo para aburrirse.

Así, en las zonas y localidades en las que el turismo de sol y playa no es una opción, la chimenea y las casas con encanto se han convertido en una forma más de descubrir y descubrirnos aquello hace tan especial a Almería.

Con el Chullo como observador privilegiado gracias a sus 2.612 metros de altura sobre el nivel del mar, ascender hasta la cumbre se convierte en una de las actividades favoritas para los amantes de la montaña. Desde allí es posible observar La Ragua, donde, además de practicar deportes como esquí, travesía o escalada es también posible conocer su encanto a través de los senderos que recorren esta zona de alta montaña.

Mirador en Laujar de Andarax. | Maquinaria Creativos
Mirador en Laujar de Andarax. | Maquinaria Creativos

En la altitud se esconden también joyas con historia como Laujar de Andarax a la que da nombre el mismo río que la transita. Los senderistas pueden descubrir su historia y la de los pueblos que la rodean a través de rutas que recorren los municipios alpujarreños. En ellos es posible disfrutar del olor a la madera quemada que sale de sus casas encaladas en las épocas más frías del año.

Ninguna ruta es igual, ya que todas ellas abordan un atractivo de la provincia; desde sus paisajes cromáticos compuestos de verde y marrón hasta el tránsito del agua algunas de las rutas más visitadas como la de la Hidroeléctrica o Monterrey. En Paterna del Río, además, destaca la Ruta del Agua o la del Castañar, una forma de conocer la historia de una localidad caracterizada por la belleza que esconde.

Otro de los grandes atractivos de la zona es también la tirolina de Bayárcal, que llama a los más aventureros a disfrutar de la velocidad que se produce al dejarse caer por el cable de 620 metros de altitud que cruza el valle. Así, esta zona, que en los últimos años se ha consolidado como una de las áreas recreativas favoritas por los almerienses, permite disfrutar de una jornada familia al tiempo que se da rienda suelta a nuestra parte más salvaje.

Dejando a un lado la altitud, otra de las áreas recreativas más demandadas en Almería desde hace décadas es la de Castala, situada en el municipio de Berja, un espacio rodeado de naturaleza en el que es posible compartir momentos únicos con familiares y amigos.

Recorrer la historia a través de turismo activo

Almería se desnuda ante cada visitante, mostrando no solo la belleza del paisaje, sino también su historia. En este sentido, la importancia del ferrocarril en la minería y, por supuesto, en el traslado y exportación de cultivos como la vid, han propiciado la creación de Vías Verdes, que suponen una opción magnífica para los amantes de las caminatas.

Destaca, así, la Vía Verde del Almanzora a su paso por Serón o la de Lucainena de las Torres, que unía a la localidad con Agua Amarga, en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

Estas no son, sin embargo, las únicas de la provincia, el interior está repleto de rutas que muestran los resquicios del pasado minero almeriense y que es posible recorrer en bici, a caballo o a pie.

En los últimos meses, además de los yacimientos y cuevas reconocidos como Los Millares, Terrera Ventura o Ciavieja o las pinturas rupestres de las cuevas de Ambrosio y Los Letreros se ha unido en Antas un recorrido por la cultura argárica a través de la recreación de varias casas que es posible visitar a pie.

Visitar el desierto sobre dos ruedas

Visitantes en el Desierto de Tabernas. | Maquinaria Creativos
Visitantes en el Desierto de Tabernas. | Maquinaria Creativos

Los amantes del ciclismo disponen también de un espacio único para dar a los pedales, tanto en bicicletas de carretera como de montaña. En este sentido, el número de rutas, espacios, senderos y recorridos es casi infinito, dando la oportunidad de descubrir parajes naturales montañosos en subidas como las de Calar Alto o Velefique.

También el Desierto de Tabernas y su entorno se ha convertido en un lugar único sobre el que pedalear descubriendo, sobre las dos ruedas, una amalgama de colores y espacios a través de ramblas y pistas de tierra. Asimismo, no es necesario ser un especialista para recorrer Almería en bicicleta, ya que la provincia permite también pedalear por carretera descubriendo y visitando espacios naturales de belleza singular. En este punto destacan rutas consideradas clásicas como La Tabernas-Peñón de Turrillas-Lucainena de las Torres-Tabernas.

Monumentos naturales y gastronomía

Si hay algo que caracteriza a la provincia de Almería, además del sol que acompaña a la mayor parte de sus días, es la presencia de hasta 11 Monumentos Naturales andaluces con los que cuenta la provincia. Espacios o elementos cuya singularidad o rarezas los hace únicos. Disfrutar de ellos es posible desde la libertad que aportan las diferentes modalidades deportivas y su fácil acceso, haciéndolas accesibles para las personas enamoradas del turismo activo en la provincia de Almería.

Otro de los grandes tesoros del interior de la provincia son también sus platos a través de recetas tradicionales únicas transmitidas de generación en generación y presentadas sobre platos humeantes en los días en los que las esplendorosas y cálidas temperaturas bajan para dejar paso al frío.

Localidades como Fondón, caracterizada por sus mantecados o los municipios vecinos de la Alpujarra en los que no hay nada más típico que el plato alpujarreño.

Migas, trigo o gurullos con productos de cercanía y kilómetro 0, de la marca gourmet de Diputación ‘Sabores Almería’, componen un menú que complementa a las rutas y senderos de turismo activo almeriense para finalizar las jornadas aventureras con el mejor sabor de boca posible.

 

El Pabellón de Historia Natural, situado en el Campus de la Universidad de Almería (UAL), reabre sus puertas

El Pabellón de Historia Natural de Almería es joven, pero la necesidad de un atractivo de este tipo en la capital lo han consolidado rápidamente como una de las actividades destacadas en la visita a Almería.

El centro nace a través del Centro de Investigación de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería (UAL), CEOUAL. Este fue creado en 2015 con la intención de aunar las colecciones existentes en la provincia de Almería, tanto de particulares como de investigadores de la propia Universidad, en cuyo Campus se sitúa.

Acceso al Pabellón de Historia Natural

Pabellón de Historia Natural de Almería. | Tito S./QVEA
Pabellón de Historia Natural de Almería. | Tito S./QVEA

En la entrada del Pabellón de Historia Natural de Almería nos recibe un pequeño jardín con plantas de la zona del sureste del Mediterráneo. Muchas de ellas, marcadas con un pequeño cartel en el que se especifica su nombre común y científico, son fácilmente reconocibles por los almerienses.

Sorprende también, dentro de los tonos ocres y estériles un pequeño estanque en el que algunas flores aportan un tono de color junto con el letrero que da nombre al espacio.

Una vez dentro, llama la atención la presencia de fotos antiguas de una mujer, a la que pronto identificamos como Jimena Quirós, la primera oceanógrafa almeriense y también la primera de España en embarcar en una campaña oceanográfica.

Panel con información de la oceonágrafa almeriense Jimena Quirón. | Tito S./QVEA
Panel con información de la oceonágrafa almeriense Jimena Quirón. | Tito S./QVEA

La científica consiguió el hito de ser la primera mujer contratada por el Instituto Español de Oceonografía (IEO). Implicada también en la política, la almeriense dedicó parte de su carrera a luchar por los derechos de sus compañeras como el acceso a unos estudios o el trabajo remunerado.

Hoy, tras sufrir el cese de su actividad durante la dictadura franquista, su nombre aparece en el primer Pabellón de Historia Natural del Almería junto con el título ‘Descubre las maravillas de la naturaleza’. Unas maravillas que Quirós ya intentó transmitir durante su etapa como docente y de las que hoy día daría buena cuenta, defendiendo, además, el ecosistema natural de la provincia.

Dentro del Pabellón de Historia Natural de la UAL

Una vez dentro del Pabellón de Historia Natural, en las vitrinas el visitante puede encontrar una amplia muestra de aves, plantas, mamíferos, rocas, minerales como la calcita o concentraciones de arenisca. Todos ellos expuestos en una trabajada simulación de su área natural. Sorprende, además, la presencia de maquetas de polen y herbario de la propia zona de la Universidad.

Interior del Pabellón de Historia Natural de Almería. | Tito S./QVEA
Interior del Pabellón de Historia Natural de Almería. | Tito S./QVEA

El paseo contempla un auténtico viaje por nuestros orígenes y el mundo natural que nos rodea, desde microorganismos hasta grandes ciervos o jabalíes, con especial atención a la historia que revelan algunos fósiles.

Existe también una parte dedicada a la paleontología, que cuenta también con una exhaustiva cronología sobre la evolución y lo que podemos aprender de ella; desde los dinosauros y atravesando distintas etapas históricas.

Una de las funciones del museo es también la de concienciar sobre la desaparición de especies propias de la provincia que hoy se han extinguido, como el oso pardo, el lobo, el lince ibérico, la foca monje o el corzo, dedicando una parte del mismo a intentar explicar y concienciar sobre este hecho.

Durante el tiempo que dedicamos a recorrer la primera planta del Museo de Historia Natural, los jabalíes, ciervos, las cabras montesas, el arruí o las aves rapaces como el búho real o el águila acaparan todas las miradas.

Jabalíes en el Pabellón de Historia Natural de la UAL. | Tito S./QVEA
Jabalíes en el Pabellón de Historia Natural de la UAL. | Tito S./QVEA

Exposiciones temporales en el Museo de Historia Natural de la UAL

Una de las novedades que trae la apertura de este museo es la posibilidad de visitar una exposición temporal de conchas del mundo, lo que permite a los más curiosos un paseo por los fondos marinos de África, Asia y el Mediterráneo andaluz.

Continuando con la visita, podemos observar, junto a la exposición temporal sobre conchas y moluscos del mundo, piedras preciosas desnudas como la amatista, oro nativo o rubí.

Sorprende también la zona dedicada a la comparación de georrecursos convertidos en elementos cotidianos como talco, baterías de cualquier elemento electrónico como los móviles o colorantes naturales.

Planta superior del Museo de Historia Natural

El Pabellón de Historia Natural de la UAL, desde la planta superior. | Tito S./QVEA
El Pabellón de Historia Natural de la UAL, desde la planta superior. | Tito S./QVEA

En la planta superior, además de una sorprendente vista panorámica de la primera planta, podemos visitar expositores dedicados a la etnobiología con colmenas, cera de abeja o una antigua quesera de esparto.

Las geocuriosidades ocupan otro espacio importante en la segunda planta y bajo el título ‘Almería marciana’ se da a conocer uno de los últimos estudios en los que la provincia ha sido protagonista.

Así, el prototipo del Rover Exomars, que viajará a Marte como instrumento de la Agencia Espacial Europea fue probado en el sur del Desierto de Tabernas.

El control de la misión se realizó desde Reino Unido y durante el tiempo en el que se desarrolló la investigación, la entidad tomó muestras de rocas de origen volcánico de Almería con el objetivo de hacer una comparativa con aquellas que se recogerán en el subsuelo de Marte.

‘Especies invasoras’ es otro de los títulos de una de las vitrinas y se nos viene a la mente las conocidas como cotorras argentinas, que han formado un enorme grupo entre los edificios y las palmeras del campus de la UAL.

Su incesante cotorreo ha puesto la banda sonora de nuestro paseo hasta el Museo en el que, entre estas especies invasoras, destaca el cangrejo americano o la almeja de río asiática.

La visita finaliza con un espacio dedicado a los programas en los que está inmersa la UAL, como el programa de conservación de lechuzas. En este sentido, en el espacio trabajan con estas aves que, además, cuentan con una zona en el propio campus en el que las alimentan, especialmente, durante su primera etapa vital.

Novedades a partir de septiembre

Entre las novedades de la temporada que se inicia en septiembre de 2023, se incluye el cobro de entrada (durante el mes de julio el acceso fue gratuito).

También la presencia de una ballena en el espacio, para que los visitantes puedan ver y disfrutar a este maravilloso animal desde las dos alturas que conforman el pabellón.

Asimismo, en el Museo de Historia Natural de la UAL se desarrollan también muchas actividades que van desde visitas guiadas hasta talleres. El objetivo es el de mostrar más en profundidad los secretos que esconde el museo y, por supuesto, los misterios de nuestra propia naturaleza y evolución.

Horarios y cómo llegar al Museo de Historia Natural

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El Pabellón de Historia Natural de Almería se sitúa frente al Edificio Científico-Técnico V del Campus de la Universidad de Almería y reabre sus puertas el 11 de septiembre de 2023.

Al Campus de la UAL se puede llegar desde la Autovía del Aeropuerto (AL-12), accediendo por la entrada norte hasta el parking 5, o desde La Cañada de San Urbano, descendiendo por la carrera Sacramento hasta encontrar esta misma zona de aparcamientos. El Museo de Historia Natural de la UAL se encuentra junto a la misma.

Otra manera de llegar es utilizando los distintos autobuses urbanos que recorren a diario el trayecto hasta el Campus de la UAL.

El horario de apertura del Pabellón de Historia Natural es de 10:00 a 14:00 horas y la entrada tiene un coste de 3 euros y gratis para niños de hasta 12 años.

Dónde comer tras la visita

Puesto que el Pabellón de Historia Natural se sitúa en la Universidad de Almería, si hay un lugar ‘clásico’ al que acudir es al Bar Romera del Campus.

El establecimiento ha alcanzado éxito tanto fuera como dentro del ambiente universitario y es recordado por muchos de los estudiantes que pasaron por allí por sus menús, bocadillos y típicas tapas almerienses.

 

El Museo de Arte Doña Pakyta, diseñado por Guillermo Langle y situado en la confluencia entre La Rambla y el Paseo de Almería, sorprende por su estilo vasco y acoge en su interior una buena representación del Movimiento Indaliano

El Museo de Arte Doña Pakyta sorprende al viandante con su singular arquitectura, con sus colores propios del norte y su cercanía al Paseo de Almería, como si fuera una ilusión, como si el casi centenario edificio no debiera estar donde está.

Muchos pasan por la zona provenientes del puerto. De hecho, su cercanía al mar hace que en los días nublados y fríos la brisa traiga el olor a salitre. Otros ven el singular edificio desde la posición privilegiada que les otorga una de las vías más transitadas y conocidas de la capital almeriense.

La casa vasca de Doña Pakyta

Casa vasca Museo de Arte Doña Pakyta. | María Palma Martos/QVEA
El Museo de Arte Doña Pakyta, una ‘casa vasca’ en Almería. | María Palma Martos/QVEA

El espacio acoge al visitante, que puede sentir el calor que hace décadas desprendía la chimenea que preside la entrada y sobre la que saluda Francisca Díaz, la que da nombre al actual museo del arte almeriense de 1880 a 1970.

Doña Pakyta fue una empresaria turística, filántropa y ecologista convencida que decidió donar al Ayuntamiento de Almería la que durante años había sido su casa para transformarla en un museo público.

El Museo de Arte Doña Pakyta es, realmente, una casa vasca, llamada también ‘Casa Montoya’. Así nació y así merece la pena ser recordada, diseñada por el que también fuera padre de los refugios subterráneos de Almería, la antigua estación de autobuses de la capital o la ermita de la Virgen del Mar: Guillermo Langle, quien recibió un encargo en 1928 del empresario Antonio González Egea, suegro de Doña Pakyta.

Su construcción finalizó en el año 1934, justo un año después desde que se retomaran las obras, y sus primeros moradores serían José González Montoya y la propia Francisca Díaz Torres.

Otros de los elementos más característicos del edificio son la enorme y chasqueante escalera de madera situada a la derecha y los azulejos sobre los que pisa el visitante, con formas geométricas y diferentes en muchas de sus salas.

Muchos de ellos, incluso, dejan, momentáneamente, de lado el arte expuesto en las paredes para fijarse en el que tienen justo a sus pies, una amalgama de colores y formas que nos trasladan al arte y sociedad del siglo XIX.

Museo de Arte Doña Pakyta

Museo de Arte Doña Pakyta. | María Palma Martos/QVEA

Las obras expuestas en el Museo de Arte Doña Pakyta comienzan por el siglo XIX y el siglo XX en la planta baja. En este sentido, la primera sala la preside Nicolás Salmerón retratado por José Díaz Molina. En este espacio predominan los colores oscuros, especialmente en algunos retratos.

Llama la atención la realista pintura de ‘El oso’, de Antonio Bedmar Iribarne, y un paisaje pintado por Manuel Luque Soria que bien podría ser un cortijo almeriense con sus características chumberas y sus colores ocre.

Al avanzar comienza a llegar a nuestras pupilas el color de los bodegones y también conocemos a ‘Belén comiendo cerezas’, de Pedro Antonio Martínez Expósito.

Nos acompaña en este viaje de sensaciones el color y las formas de los emblemáticos azulejos que hacen un tándem cromático perfecto con las vanguardias históricas que, sobre las paredes, ven pasar a los visitantes.

El Movimiento Indaliano

Movimiento Indaliano en Museo de Arte Doña Pakyta. | María Palma Martos/QVEA
Sala del Movimiento Indaliano. | María Palma Martos/QVEA

Las viejas escaleras de madera ponen banda sonora a la continuación de nuestro viaje a pesar de estar amortiguados por una moqueta, los pasos del visitante lo conducen hacia la segunda planta en la que el Movimiento Indaliano luce como único protagonista.

Colores tierra, rosados, azul mediterráneo e, incluso, paisajes del interior de la provincia envuelven al invitado de la Casa Vasca.

Por su parte, el Movimiento Indaliano se descubre desde sus orígenes con el retrato del poeta almeriense Villaespesa hasta paisajes reconocibles, como las luminosas terrazas de Almería, las coloridas casas de La Chanca, la Alcazaba de Almería o la captura de algunos momentos de la vida de los almerienses, como el cuadro que deja ver a una pareja en el puerto pintada por Carmen Pinteño.

Qué es el Movimiento Indaliano

El Movimiento Indaliano es un movimiento artístico y cultural que tiene su origen en la provincia de Almería con el objetivo de potenciar y dar a conocer a los artistas locales desde un punto de vista completamente diferente e innovador.

Jesús Pérez de Perceval es considerado el padre de este movimiento que tiene su origen entre los años 1924 y 1963 y que en la “casa vasca” se refleja a través el a producción de los siete pintores que conformaron el grupo inicial: Francisco Alcaraz, Miguel Cantón Checa, Luis Cañadas, Francisco Capuleto, Antonio López Díaz, Miguel Rueda o el ya mencionado Jesús de Perceval.

El Movimiento Indaliano, sin embargo, no estaba conformado solo por artistas. El “grupo indaliano” también contaba entre sus filas con escritores, médicos, abogados y personas con inquietudes culturales como Celia Viñas.

Todos ellos se reunían semanalmente en los cafés y espacios más conocidos de la ciudad y lo que comenzó siendo una tertulia acabó convertido en un grupo de vanguardia que alcanzó su mayor reconocimiento en 1947 con una exitosa exposición en el Museo Nacional de Arte Moderno en Madrid.

Un dato curioso de este movimiento radica en el empleo del Indalo, no solo nombre, sino también como firma en muchos de sus cuadros

Exposiciones temporales en el Museo de Arte Doña Pakyta: ‘La Chanca en el imaginario’

Es en la sala siete, cuando finaliza la el recorrido histórico a través del Movimiento Indaliano, el visitante puede desplazarse a la zona de exposiciones temporales a través de la que fuera la escalera del servicio.

Una escalera estrecha que conduce hasta el ‘Espacio Camina’ donde una exposición sobre el conocido barrio almeriense de La Chanca nos recibe hasta mediados del mes de octubre.

La Chanca en el imaginario‘ son fotografías en blanco y negro que se desarrollan junto con coloridos cuadros que muestran el complejo entramado urbano, social y cultural del siglo XX.

Captan la atención aquellas imágenes de La Chanca tomadas por Carlos Pérez Siquier o su compañero de travesía, Jesús de Perceval, definidos con textos de los escritores Juan Goytisolo y Ángel González.

Las imágenes son un fiel reflejo de un barrio “sin sombras, que parece haberse adueñado de la luz para la eternidad” como diría González durante las décadas de los 50 y los 60 en las que el color blanco de las casas parece entremezclarse con el olor a mar.

Exposiciones temporales en el Museo de Arte Doña Pakyta: Ginés Parra

Finaliza nuestro recorrido por el Museo de Arte Doña Pakyta con un breve paseo por el sencillo universo pictórico de Ginés Parra. Su arte se define como genuinamente ibérico y no solo por la selección de los motivos, sino por la austeridad en las composiciones y las armonías.

Cuando salimos del que fuera hogar de Doña Pakyta, la luz de Almería nos envuelve, tanto que hasta tenemos que cerrar los ojos, quizá para asimilar el viaje de casi cien años por el arte almeriense que acabamos de hacer, dejando atrás, de nuevo, esa Casa Vasca que parece no encajar con la ciudad que lo alberga.

Horarios y cómo llegar al Museo de Arte Doña Pakyta

La Casa Vasca o ‘Casa Montoya’ está situada en un punto estratégico entre La Rambla y el Paseo de Almería. Desde ambas vías se puede llegar al que fuera el hogar de Doña Pakyta y la creación de uno de los arquitectos más reconocidos en la capital.

Se puede, por tanto, acceder a la sede del arte almeriense desde varios puntos, pero si es tu primera vez en Almería o no conoces lugares dónde aparcar lo más cómodo es que aparques en el aparcamiento del Muelle de Levante y accedas a pie y dirección al Paseo de Almería hasta el museo.

El horario actual es de martes a sábado de 10:30 horas a 13:30 horas y de martes a viernes de 18:00 a 21:00 horas y la entrada es gratuita.

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Dónde comer después de la visita al Museo de Arte Doña Pakyta

Si has conocido los inicios del arte indaliano y uno de los edificios más representativos de la capital almeriense no puedes irte de la zona sin probar en el Paseo de Almería el tradicional chérigan de Parrilla Pasaje.

El chérigan es una tapa simple nacida en Almería por el antiguo propietario de este bar, al que apodaban ‘el Sheriff’. Se trata de una tosta de pan fina cortada al bies con base de tomate, ali oli o aceite que puedes complementar con tortilla, atún, pavo o anchoas, que fue bautizada como ‘Sheriff Gun’, que derivó a chérigan.

La textura crujiente de la tapa junto con una refrescante caña de cerveza convierte a este aperitivo en la combinación perfecta para la visita cultural.