Canjáyar se proclama por ser conocida nacionalmente como la fuente de aceite de la provincia de Almería. Es complicado que algún almeriense no conozca La Almazara de Canjáyar, uno de los mayores productores de aceite de oliva virgen extra. Sin embargo, este municipio alpujarreño cuenta con numerosos rincones atrayentes que merecen la pena visitar. La Iglesia de la Santa Cruz del Voto, la Ermita de San Blas, o el museo abierto Historia de la Villa de Canjáyar, son alguno de ellos.

Remaneciente de la cultura andalusí, este pueblo de la Alpujarra Almeriense mantiene su legado entre la agricultura y sus costumbres populares. Canjáyar se considera uno de los pueblos con un pasado ligado a la riqueza que proporcionó la uva, considerándose así un municipio que gozaría de cierta importancia durante esa época.

Cómo llegar a Canjáyar

Con poco más del millar de habitantes y rodeado por Padules y Ohanes, Canjáyar es un municipio situado en la comarca de la Alpujarra Almeriense. Para llegar hasta este destino se debe coger la A-348 desde Benahadux, en dirección Alhama de Almería, continuando por la misma carretera hasta llegar a una de las dos entradas del pueblo. A tan solo 47 kilómetros de la capital, se llegaría a vuestro destino en 45 minutos aproximadamente.

Qué ver en Canjáyar

La primera impresión de este pueblo de la alpujarra nos muestra sus rasgos de origen morisco, detectable en sus calles, arquitectura de antaño y sus casas escalonadas. En Canjáyar el punto de encuentro es la Puerta del Sol. Lejos de parecerse a la de Madrid, se trata de un pequeño cruce desde donde gusta partir a sus transeúntes y habitantes. Una vez encauzado el paseo, a pocos metros se encuentra la Plaza de la Constitución, el centro neurálgico del pueblo.

Una plaza prominente donde se levantan el Ayuntamiento a un lado y la Iglesia de la Santa Cruz del Voto a otro, separados a su vez por una alta fuente. Una plaza en la que Canjáyar disfruta de sus grandes acontecimientos.

La Iglesia y las fiestas de la Santa Cruz

Aparentemente similar a otros templos religiosos por su arquitectura, esta Iglesia solo abre un día al año una de sus dos puertas. Bautizada como la puerta del Ángel. Esta solo se abre el 19 de abril, día de celebración de la Santa Cruz del Voto. Situada en el centro del pueblo, contiene una de las joyas de Canjáyar, su patrona la Santa Cruz.

Templete de la Cruz Blanca. | Qué ver en Canjáyar
Templete de la Cruz Blanca. | Alba O./Canjáyar
Iglesia de Santa María del Voto. | Qué ver en Canjáyar
Iglesia de Santa Cruz del Voto. | Alba O./QVEA

La festividad comienza con el culto religioso ya desde el mediodía, pero sacando a la imagen del Ángel al anochecer en procesión hasta el Templete de la Cruz Blanca. Es en ese momento cuando solamente se abre la puerta del Ángel, ya que para el resto de ocasiones se emplea la puerta principal.

Cuando escuchas Cruz Blanca no imaginas ese reluciente templete blanquecino en una de las entradas del pueblo. Esta cúpula digna de presenciar está en pie desde 1996 y la corona una cruz. No mucho tiempo atrás, el ángel portaba un fajín rojo lleno de donaciones, pulseras y rosarios con promesas de sus devotos. Sin embargo, este tuvo que ser retirado para proteger el bienestar de la imagen.

Tras disfrutar de un día señalado para el pueblo, al siguiente día tras la misa solamente se desplaza la imagen de la Santa Cruz hasta la Ermita del Cerro San Blas, donde el clérigo procede a bendecir los campos desde un diminuto mirador que hay en el cerro. En su vuelta a la Iglesia, se planta la Santa Cruz para que sus devotos puedan besar la imagen y pedir un deseo.  

Al entrar a esta Iglesia del siglo XVI los ojos van directos al frente, entre colores dorados y un rojo pasión, el altar alumbra un brillo que acapara tu atención. Conforme avanzas, destaca del resto de iglesias una hornacina que envuelve el ángel sobre el altar. Desprende una luz especial, se podría decir que tanto esa iglesia como sus imágenes son especiales.

La historia de Canjáyar narrada por su Museo Abierto

Qué ver en Canjáyar a través de su Museo Abierto
Museo Abierto de Canjáyar. | Alba O./QVEA

En el camino de la Plaza de Abajo a la Plaza de Arriba, una serie de paneles cerámicos atraen la atención contando algunos de los episodios más representativos de la historia del pueblo. Esta colección artística distribuida al aire libre se inauguraba en el año 2006 durante la celebración de sus fiestas patronales.

Este Museo Abierto tiene su punto de inicio en el Ayuntamiento, situado en la Plaza de la Constitución, y continúa a pie de calle por sus principales plazas y fachadas, siguiendo así un orden cronológico. De esta forma, estos 22 murales narran los fundamentales acontecimientos, personajes y monumentos del municipio a través de narraciones históricas y pinturas.

Esta Plaza Nueva, a la que los canjilones llaman Plaza de Arriba tiene aroma a uva, y no porque huela a tal, sino por su ambientación parralera. Luce un monumento esculpido de un parralero en honor a este trabajo al que muchos se dedicaron durante esa época. Estas faenas eran típicas en Canjáyar y en toda la zona del Andarax.

Balsa de la Pará

Continuando el paseo por las calles de este municipio llegando a su calle principal de nuevo se encuentra su antiguo lavadero. En la mayoría de los pueblos de la comarca estos arrastran agua e intentan conservarlos manteniendo su esencia intacta sin aparente reforma, procurando no perder ese encanto de aquel lugar donde se reunían las mujeres para hacer la colada y sobre todo echar un buen rato de charla.

Justo a su lado se encuentran unas escaleras que desembocan en la Balsa de la Pará, una balsa en medio del pueblo que sigue con agua y juega un papel importante cada año. No es común toparse una embarcación de este tipo de forma tan cercana. Sin embargo, podría ser un regalo para aquellos que visiten el pueblo, ya que desde allí se puede divisar el pueblo en su totalidad.

El 14 de septiembre esta balsa pasa a tener un papel trascendental, debido a la Fiesta del Agua. De nuevo proceden a sacar la Santa Cruz durante una procesión que esta vez llega hasta el antiguo convento, hoy residencia de la Tercera Edad. Una vez finalizada la procesión, se disponen a soltar el agua de esta balsa para desembocar en forma de rías por sus calles, simbolizando que ese preciso año se ha llevado a cabo una afable cultivación.

Ermita de San Blas

Ermita de San Blas. | Alba O./QVEA

Una vez recorrido parte de este municipio, ya sea en coche o andando durante un rato más, se puede llegar al cerro de San Blas donde se encuentra su ermita. La Ermita de San Blas, en pie desde 1880 ,tiene aspecto de pequeño castillo debido a sus dos torres de campanario.

Durante el tiempo que la Iglesia estuvo reformándose, fue el lugar de celebración de las bodas. Canjilones y forasteros suben cada 20 de abril al cerro para la procesión, siendo esta la única vez que se abre la ermita durante el año. Allí también se encuentra el Mirador Manuel del Águila, desde donde se puede contemplar Canjáyar y alrededores.

Tras visitar la ermita y bajar de nuevo hacia el pueblo a escasos metros se encuentra una recogida Casa Cueva, dispuesta como museo y punto de información turística. Disponible desde 2014, este acogedor recopilatorio muestra a través paneles históricos, trajes tradicionales y diferentes obsequios que podrían considerarse reliquias. Es un buen plan para aquellos que no quieran irse sin saber todos los detalles de la historia de este municipio.

Barriada de Alcora

Además, Canjáyar cuenta con la Barriada de Alcora. Es recomendable coger el coche para desplazarse hasta allí ya que se sitúa a 4 kilómetros del núcleo del pueblo. Para sus escasos habitantes esta barriada es su hogar. Aunque perteneciente a Canjáyar, ellos afirman remanecer de Alcora cuando se les pregunta. Pasear por allí transmite el contacto con la naturaleza, niños jugando, cortijos con sus enredaderas y bastante tranquilidad. No obstante, el 24 de mayo tienen sus propias fiestas en honor a María Auxiliadora.

Los merengues con más recorrido de la provincia

Merengues de Canjáyar. | Alba O./QVEA

El paseo por Canjáyar empieza a llegar a su fin. Sin embargo, hay una parada obligatoria antes de dejar el pueblo. La mayoría de sus visitantes pasan por la pastelería Delicias de la Alpujarra, local situado en el corazón del pueblo que se dedica a vender por toda la provincia e incluso fuera sus delicias de azúcar, clara de huevo, merengue y limón. Este negocio familiar de más de 110 años lleva, junto a sus merengues, a Canjáyar por bandera.

Toda ruta necesita recargar fuerzas y si alguno no se ha animado a comprar merengues, cerca del punto de inicio del paseo se sitúa el Bar Joaquín, con una pequeña terraza al aire libre. Una tapa de pulpo a la gallega o una buena costilla se convierten en las opciones favoritas para sus comensales. Dado el clima que suele gozar Canjáyar, cualquier día libre le hace un destino apetecible para descubrir, siendo además sus fiestas patronales una oportunidad para conocer sus costumbres entre jolgorio y armonía.

El Museo del Esparto es una de las señas de identidad de El Contador, localidad perteneciente al municipio de Chirivel, situada a los pies de la sierra de María, en el límite con la provincia de Granada por la A92-N. El esparto, un material que ha sido importantísimo en la agricultura, ganadería y economía de la comarca de Los Vélez, fundamentalmente desde el siglo XVIII y que tiene su propio espacio por descubrir en esta localidad. No en vano es el museo del esparto más importante del mundo.

Cómo llegar al Museo del Esparto de Chirivel

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Al acceder a la localidad de El Contador, tras dejar la autovía (salida 76 si se llega desde Vélez-Rubio y la 82 si se viene desde Granada), todas sus calles te llevan al centro de la localidad. La plaza de San Antonio es un amplio espacio ovalado por el que pasa toda la vida del centenar de vecinos que llenan sus casas. Es el centro neurálgico desde el que parten las calles que conducen al lavadero y al teleclub, a la Iglesia, a la escuela, a la panadería, a las eras y siguiendo por la calle Ballesteros hasta el Museo del Esparto.

Plaza de San Antonio en El Contador. | Lázaro Martínez/QVEA

Un rincón en Los Vélez ideal para descansar

Este pequeño rincón de Los Vélez es un lugar ideal para descansar, salir de la vorágine del trasiego diario, del ruido y pasar unos días tranquilos. Este remanso de paz permite desconectar y deambular por sus calles en silencio, roto a veces, por el sonido de los cencerros de algún rebano de ovejas y cabras; o pasear por un bosque de encinas y dehesas por la carretera de la Tala y Asprillas, un bonito recorrido a la salida del pueblo, pero lo que no se puede dejar de visitar es una de las señas de identidad que atesora, el Museo del Esparto. Centro que recoge la vida tradicional del municipio y su entorno, donde el esparto ha representado, en la vida del hombre un complemento muy importante para su quehacer diario en cuanto a la vestimenta, el calzado o el transporte.

El esparto en Los Vélez

Planta del esparto. | Lázaro Martínez/QVEA

La orografía montañosa y las llanuras hacen posible una gran cantidad de paisajes, así como el clima frío y húmedo en invierno y caluroso y seco en verano condicionan la presencia de especies animales y vegetales. En la Comarca de Los Vélez en general y en Chirivel y su entorno en particular, se han recolectado plantas como el tomillo, el romero o el espliego para la extracción de esencias aromáticas para su uso medicinal, de ahí la existencia de alambiques por toda la comarca para la extraer la esencia.

Sin embargo, tendrá un papel predominante la recolección del esparto, planta que ha acompañado a los vecinos de la zona desde le prehistoria hasta la mitad del siglo XX. En el siglo XVIII se intensificó la recolección de esta planta en Chirivel debido a la revalorización que tuvo, convirtiéndose en fuente de trabajo y vida de sus habitantes.

Esta planta se caracteriza por tener hojas foliformes arrolladas llegando a medir hasta un metro de longitud. Su cultivo se da fundamentalmente en la mitad meridional de la península. En España su mayor presencia se da en el sureste, destacando las provincias de Almería, Granada y Murcia, aunque también se da en Valencia, Ciudad Real y Albacete. En Chirivel se dan las condiciones idóneas para su desarrollo.

El Museo del Esparto de Chirivel

Diferentes tipos de utensilios hechos con esparto. | Lázaro Martínez/QVEA
Garrafa enguitada. | Lázaro Martínez/QVEA

Todo este mundo, en el que los habitantes del medio rural han utilizado esta planta de la familia de las gramíneas, se refleja en el Museo del Esparto. Situado en una antigua casona, el museo consta de una sala en la que recogen piezas de todo tipo labradas a mano con las fibras obtenidas de esta planta silvestre.

En su interior se pueden contemplar diferentes tipos de utensilios como albardas, barjas, capazos, garrafas enguitadas, esparteñas y la reproducción de un pajar, con todos sus aperos. Además de una muestra de diferentes tipos de trenzados como el cordel, la guita, la soga de ramales, la guita retorcida, rabo de gato, la técnica de clineja o la pleita, así como diferentes paneles explicativos sobre la historia del esparto y su evolución.

El esparto supuso para esta sociedad una materia prima que servía para los quehaceres diarios tanto de la agricultura y la ganadería. Desde los tiros que se utilizaban para la labranza, contenedores para el trasporte de mercancías: aguaderas, capazos, espuertas, sembraderas. Para el uso doméstico también tenía su importancia como es el caso del empleo de cordeles para los asientos de las sillas, las esteras para limpiarse los zapatos o el uso de las esparteñas.

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Para visitar el Museo del Esparto hay que ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Chirivel para concertar día y hora. El teléfono de contacto es el 639394465

Qué ver en El Contador

Iglesia de San Antonio de Padua en El Contador. | Lázaro Martínez/QVEA

Además del Museo del Esparto, en nuestro paseo por la pedanía de El Contador hay que hacer parada obligatoria en la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua, erigida en 1900. El edificio, de estilo historicista popular, es de finales del siglo XIX y se construyó sobre una antigua ermita de principios del 700.

Cuando hace su llegada el invierno, justo unos días antes de Navidad, podemos asistir a las peculiares misas de gozo en las cuales una pequeña «cuadrilla» de músicos interpreta las diferentes partes de la eucaristía. Estas misas se realizan de madrugada antes de la salida del sol y suelen terminar con un baile en la plaza del pueblo. En la misa del gallo, en Nochebuena, la «cuadrilla» vuelve a interpretar sus coplas entre las que destacan los antiquísimos aguinaldos junto con las parrandas, seguidillas, jotas y malagueñas…

Dónde comer tras visitar el Museo del Esparto de Chirivel

Para retomar fuerzas después de la visita hay que hacer parada obligatoria en el Teleclub donde se pueden degustar toda clase de comidas caseras, siendo típico el arroz con cabeza de cordero para la fiesta de San Antonio. También se puede descansar en un pequeño hotel rural la Casona de Don Bruno. Una mansión restaurada del siglo XIX con piscina cubierta y jardines.

Este templo albojense alberga la imagen de la Virgen del Saliente, y es uno de los centros de peregrinación más importantes

La joya arquitectónica de Albox tiene nombre propio y está alzada sobre una historia apasionante, leyendas y puro arte que envuelven a todos sus visitantes. Es una conjunción de ingredientes que cada año hacen que miles de personas se rindan a sus encantos. Se trata del Santuario de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente, conocido popularmente como el Santuario del Saliente.

Este templo albojense alberga la imagen de la Virgen del Saliente, o ‘La Pequeñica’, y es uno de los centros de peregrinación más importantes del suroeste español. Sin duda, si te estás preguntando qué visitar en la Comarca del Almanzora de Almería, esta es una parada obligatoria.

¿Quieres descubrir por qué el Santuario del Saliente es la joya de la corona de las Iglesias de Albox?

Cómo llegar al Santuario del Saliente de Albox

El Santuario del Saliente se encuentra en uno de los picos más altos de la Comarca del Almanzora. Desde allí, abrazado por un frondoso paisaje verde, casi parece que se pueda tocar el cielo. Esta obra de arte está ubicada a poco más de 20 kilómetros del pueblo de Albox, a unos 32 minutos en coche desde el centro de la ciudad.

Comenzamos la ruta sumergiéndonos en un camino de curvas cerradas, que nos van descubriendo a su paso escenarios que querrás guardar en tu retina para siempre. Imágenes que tan solo son una pista del monumento que nos espera en nuestro destino.
Para llegar al Santuario del Saliente de Albox hay que coger la carretera AL-7100, atravesando en primer lugar la pedanía de San Roque, y continuando por Locaiba, el Llano de Los Olleres, Las Pocicas, el Saliente Bajo, las Pocicas y el Caserío El Lugarico. A los lados del camino podemos ver cortijos y casas modernos y clásicos donde muchos albojenses hacen su vida, un poco más alejados del bullicio urbano.

Los Aceiteros es la pedanía más cercana al santuario de Albox, y nos advierte de que ya estamos muy cerca de nuestro destino, al que también precede la Cueva Sima del Saliente. Y allí, en la carretera AL-7100, en el Saliente Alto, vislumbramos el majestuoso Santuario del Saliente de Albox, encontrando respuesta a por qué es uno de los sitios imprescindibles que ver en la Comarca del Almanzora de Almería.

El paisaje que conduce hasta el monumento. | Mª José Martínez/QVEA

Uno de los monasterios más grandes de Andalucía

El Santuario de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente se construyó en las últimas décadas del siglo XVIII, convirtiéndose con el paso del tiempo en uno de los centros de peregrinación más importantes de España. Tal es así que, en el año 1992, fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional.

Este templo de la Comarca del Almanzora fue construido sobre una antigua ermita erigida en el poblado prehistórico de Monterroel. Fue uno de los enclaves más privilegiados para los primeros asentamientos humanos gracias a su localización en la ruta que discurría desde la Comarca de Los Vélez hasta el Valle del Almanzora.

La planta de este santuario, de estilo barroco en transición hacia el neoclásico, tiene forma rectangular y mide aproximadamente 46 metros de largo por cincuenta metros de ancho. Desde la explanada del Roel se levanta la fachada principal, que está bordeada por unos muros de contención, y donde se disponen las dos puertas que están abiertas al atrio del monumento y al portal del claustro. Asimismo, la tribuna enmarca la hornacina central. Junto al templo, de forma adosada, se encuentran las dependencias del capellán, que están coronadas por un balcón de forja que no deja a nadie indiferente ante tanto derroche artístico.

El Pozo de los Deseos

Dentro del recinto, en el centro del patio entorno al que dispone el monumento, está el pozo de los deseos. Con estructura poligonal, era el encargado de abastecer con agua a los habitantes del monasterio y, en la actualidad, es el foco de muchas leyendas. Una de las más conocidas es la de echar tantos granos de trigo como personas a las que quieras desearle fuerza y salud. Pero, la más extendida es la de pedir un deseo y posteriormente lanzar una moneda.

Pozo de los Deseos en el Santuario del Saliente
Pozo de los Deseos en el centro del patio del Santuario del Saliente. | Mª José Martínez/QVEA

La Romería del Saliente, cita obligatoria con ‘La Pequeñica’

El 8 de septiembre es una fecha grabada a fuego en el calendario de los vecinos de Albox, y de otros muchos pueblos de la Comarca del Almanzora. La razón es que este es el día en el que se celebra la peregrinación religiosa, aunque comienza en las vísperas, que discurre desde la Plaza Mayor de Albox con destino al Santuario del Saliente.

Los romeros también parten desde diferentes puntos de las comarcas vecinas, haciendo el camino a pie. El fervor religioso se palpa en muchos de los sacrificios de los peregrinos, como es hacer el camino descalzos, incluso de rodillas, para que la virgen cumpla sus plegarias.

Miles y miles de peregrinos caminan unidos para visitar a la Virgen del Saliente, recorriendo la Rambla y disfrutando de jornadas inolvidables de convivencia. Tal es su importancia que esta fiesta fue declarada de Interés Turístico Andaluz en el año 2002.

Los peregrinos piden sus deseos a la Virgen del Saliente. | Mª José Martínez/QVEA

Antes de que amanezca ese mismo 8 de septiembre, ya en la basílica, se celebran misas ininterrumpidas hasta el mediodía. En ese momento se reza el Ángelus y se hace la procesión de la imagen coronada por los alrededores del Santuario del Saliente de Albox, continuando con las celebraciones litúrgicas hasta últimas horas de la tarde.

¿Qué simboliza la Virgen del Saliente de Albox (La Pequeñica)?

La Virgen del Saliente, conocida también como La Pequeñica, es una iconografía que simboliza la visión del capítulo 12 del Apocalipsis. Tradicionalmente la Iglesia ha visto en ella la figura de María o de la propia iglesia, asociada a la victoria de Jesucristo sobre la muerte y sobre el pecado.

Interior del Santuario del Saliente de Albox
Interior de la Iglesia del Saliente de Albox. | Mª José Martínez/QVEA

La imagen de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente es una talla de estilo barroco, de madera de tilo policromada, y de tan solo 58 centímetros. Es por ello que coloquialmente se refieren a ella como ‘La Pequeñica’. Lo cierto es que no se conoce exactamente cuando fue creada, pero, se piensa que debió ser a principios del siglo XVIII.

Virgen del Saliente. | Ayuntamiento de Albox

La Virgen del Saliente es sin duda una gran símbolo de veneración y cariño de muchos devotos de la Comarca del Almanzora. Además, son muchas las leyendas que se han propagado en torno a esta figura. Una de las más conocidas es la que cuenta que todo comenzó en el siglo XVII, con la aparición de la Virgen acompaña por unos cantos celestiales a un pastor de la zona, llamado Lázaro de Martos. Las autoridades eclesiásticas de la época mandaron a construir en el lugar una pequeña ermita. Sin embargo, la gran afluencia de peregrinos les obligó a levantar el actual Monasterio en el año 1769. Lázaro de Martos se convirtió en sacerdote tras esta aparición en mitad de una noche tempestuosa en la sierra albojense.

El Saliente, pura inspiración para el pintor Andrés García Ibáñez

El pintor Andrés García Ibáñez reside en Olula del Río. Sin embargo, sus padres, Pablo García López y María Dolores Ibáñez procedían de Albox. Esto ha hecho que el artista esté estrechamente vinculado a este pueblo almeriense, y haya dedicado muchas de sus obras a plasmar la belleza del Saliente.

Estas son, por ejemplo, ‘El Santuario del Saliente desde los Dientes de la Vieja’, la ‘Rambla del Saliente en invierno’, las ‘Ramblas del Saliente en verano’, ‘Subida al Santuario, El Saliente’, ‘Vista lateral del Santuario, el Saliente’, ‘Claustro del Santuario del Saliente’, o ‘El Santuario del Saliente. Fachada principal’, entre otras muchas.

El Museo Ibáñez está situado en la Ciudad de la Cultura de Olula del Río. Exactamente, en la Calle Museo número 7 de la localidad almeriense. En este complejo también se puede visitar el Centro de Fotografía Pérez Siquier, que no puedes perderte.

Colección El Saliente. | Museo Casa Ibáñez

Dónde comer y dormir en el Saliente de Albox

Si quieres coronar la experiencia de visitar el Santuario del Saliente de Albox, te recomendamos visitar la Hospedería del Saliente, que está ubicada en el mismo recinto. Cuenta con trece habitaciones rodeadas por su historia y naturaleza única. Es más, está considerada como Patrimonio Nacional de Interés Cultural porque está justamente en el Santuario.

El complejo cuenta con una posada y un restaurante. | Mª José Martínez/QVEA

Esto no es todo, porque si además quieres disfrutar de la gastronomía albojense y de la Comarca del Almanzora, el Restaurante Virgen del Saliente, también en este complejo, ofrece platos regionales tradicionales. Además, cuenta con una terraza desde donde gozar de sus paisajes de película.