Merenderos, rutas de senderismo, un viaje al centro de la Tierra, descubrir el origen del Indalo, un paseo con camellos o un pueblo donde encontrarse con personajes de cuento, qué ver en Almería con niños en otoño e invierno

El otoño poco a poco va diciendo adiós para dar paso al invierno, y aquí os proponemos una serie de lugares que ver en Almería con niños este otoño e invierno. En estas propuestas encontraréis merenderos, rutas de senderismo, un viaje al centro de la tierra, descubrir el origen del Indalo, un paseo con camellos o una visita a un pueblo donde encontrarse con personajes de cuentos clásicos.

Personajes de cuento en las fachadas de Vícar

Cuentos en las fachadas de Vícar. | Ayuntamiento de Vícar

Nuestro recorrido de sitios que ver en Almería con niños para estos meses de otoño e invierno comienza en la Villa de Vícar. Allí, todos los meses de agosto, con motivo de su cita anual ‘Paseando entre velas’, las fachadas y patios del pueblo se pintan siguiendo una temática: la de este año fue la de los cuentos clásicos. Caminando por sus calles conoceremos a muchos de estos personajes de cuentos. Además, estos dibujos incorporan un juego: hay que buscar doce huevos escondidos en ellos.

A la Villa de Vícar se llega desde la autovía A-7, en su salida 424. Si ascendemos hacia la sierra, la misma carretera nos dejará en este pueblo de cuento.

Recreo y senderismo en Laujar de Andarax

Panorámica de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Panorámica de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

Uno de los mejores sitios para ver en Almería con niños es el paraje del Nacimiento del río Andarax, en la Alpujarra Almeriense. Su área recreativa es todo un atractivo para cientos de personas cada fin de semana y desde allí se pueden realizar diferentes rutas de senderismo, de mayor o menor dificultad. Una de ellas es la ruta de la Hidroeléctrica, aunque también está la senda de Monterrey.

Pero, sobre todo, se trata de un paraje en el que las familias pasan un agradable día, compartiendo un picnic campestre o, incluso, dándose un pequeño baño en el río. Ya se venga desde el Bajo Andarax o desde el Poniente Almeriense, atravesando la localidad, desde la propia calle principal de Laujar de Andarax encontramos el desvío hacia el área recreativa.

Recoger setas en la sierra de Los Filabres

Recogida de setas en Los Filabres. | Javier Cortés/QVEA

Otra actividad estrella para estos meses y que podemos hacer con niños es ir a recoger setas a la sierra de Los Filabres. Es una zona ideal para realizar estas rutas micológicas, consistentes en la búsqueda de setas en bosques en los que haya llovido. Se hacen generalmente acompañados por un guía durante el otoño, pero también en primavera si hay lluvias y la tierra está húmeda. Es recomendable llevar calzado resistente, ropa cómoda y una cesta.

Senés, Tahal o Velefique son algunos de los lugares de Los Filabres en los que se pueden realizar este tipo de rutas. También en la zona del río Nacimiento, donde destacan Abrucena y Abla. Precisamente en esta última localidad se celebran unas importantes jornadas micológicas.

En Los Filabres se pueden encontrar una gran cantidad de setas comestibles y también, venenosas. De las setas comestibles destacan varias: pies azules, seta de carrasca, robellones (o níscalos), seta de álamo, seta de cardo y pata de perdiz. Todas ellas se pueden encontrar en Velefique, si accedemos al Alto velefiqueño por la carretera que une esta localidad con Bacares.

Un día de ocio en Las Menas de Serón

Las Menas de Seron . | Mª José Martínez/QVEA
Las Menas de Seron . | Mª José Martínez/QVEA

Las Menas de Serón es un poblado minero donde se extrajo hierro desde finales del siglo XIX hasta el año 1968. Fue tan importante que en él llegaron a trabajar más de 2.900 personas. En la actualidad es una preciosa área de acampada que dibuja un cielo estrellado por la noche, un apartahotel y rutas de sendero para hacer con toda la familia, también con las mascotas.

En estas rutas de senderismo no solo encontramos naturaleza, sino que se pueden ver los restos de su industria. El Sendero Local de Las Menas es una ruta de 7 kilómetros, de dos horas y media de duración, señalizado durante el camino para que los visitantes estén guiados en todo momento.

Es la carretera A-1178 la que nos conduce hasta este enclave del municipio almeriense, a través de un zigzag de curvas que poco a poco van descubriendo sus peculiaridades.

Descubrir el origen del Indalo en la Cueva de los Letreros

Pinturas rupestres en la cueva de los Letreros. | Lázaro Martínez/QVEA

Uno de los legados más importantes que dejaron nuestros antepasados y que hoy es el símbolo de Almería es el Indalo. Para descubrir esta figura enigmática del neolítico con unos 7.500 años de historia hay que visitar el lugar en el que apareció, la Cueva de los Letreros en Vélez-Blanco.

Se trata de un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, por ser el conjunto de arte rupestre más amplio de Europa y uno de los más importantes de la península Ibérica, siendo uno de los tesoros arqueológicos de la provincia de Almería.

Tras dejar la A-92 a la altura de Vélez-Rubio, los indicativos de Patrimonio de la Humanidad señalan el camino en dirección norte por la A-317 hacia Vélez-Blanco. Desde esta encontraremos la indicación para llegar a la cueva.

Otro viaje, al centro de la tierra, en la Geoda de Pulpí

Geoda de Pulpí. | Geoda de Pulpí
Geoda Gigante de Pulpí. | Geoda de Pulpí

Otra joya de la provincia, situada bajo tierra, es la Geoda de Pulpí, la más grande de Europa y la mayor visitable de todo el mundo. Situada en el camino entre Pulpí y San Juan de los Terreros, en la pedanía pulpileña de Pilar de Jaravía, se encuentra al final del recorrido por la Mina Rica, en la que encontramos otra serie de tesoros minerales que llaman la atención de expertos de todo el mundo.

Tras bajar más de un centenar de escalones, se llega hasta la misma boca de la geoda gigante. Entonces es cuando hay que asomarse a través de una estrecha oquedad para ver una de las mayores maravillas creadas por la naturaleza. Gigantescos cristales de yeso tan transparentes que se puede ver a través de ellos. Una maravilla que, hoy por hoy, solo se puede ver en un lugar del mundo: Pulpí.

Pasear con camello en Pechina

Rutas en camello en Pechina, algo que ver en Almería con niños. | Almería Camels

Cerramos en el Área Metropolitana, haciendo una ruta en camello en Pechina que se completa con una serie de actividades. Así, además del paseo en camello, podremos peinarlos y darles de comer. Incluso, podremos participar en una charla y buscar un tesoro.

Para llegar, hay que tomar la salida 452 de la autovía A-7 (salida de Viator) y desde allí seguir en dirección a Pechina. Hay que andar con ojo y tomar el Camino Ramblín, coger luego la derecha y seguir recto. Aquí te lo explican con todo detalle.

Laujar de Andarax hay que pasearla, tanto por su encalado casco histórico, salpicada a cada rincón por el agua más pura, como sus rutas en plena naturaleza

Cuando el último gobernante del Reino de Granada, Boabdil, lloró por la tierra de la Alhambra camino del destierro, expulsado por los Reyes Católicos, sus pasos no se encaminaron al norte de África, sino a Laujar de Andarax, cuyo señorío, tal como recogían las Capitulaciones firmadas en Santa Fe en aquel lejano año de 1492, pasaba a corresponderle.

El ‘Rey Chico’ en realidad recibió a cambio de su salida el señorío de Las Alpujarras y fue en Laujar, antigua capital de la Tahá de Andarax con dominios sobre las actuales poblaciones de Fondón, Bayárcal, Paterna del Río, Fuente Victoria y Alcolea, donde estableció su residencia junto a su esposa, Morayma, que terminaría muriendo aquí.

Un año después se marcharía definitivamente rumbo a Fez, dejando para siempre la impronta en este precioso pueblo del oeste almeriense de haber sido la ‘última plaza’ en la historia del reino de Granada y, por tanto, del al-Ándalus.

Calle de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

Puerta de entrada a la Alpujarra

Pero la historia de Laujar de Andarax se remonta mucho tiempo atrás. Parte desde la Prehistoria y se constituye como uno de los lugares con presencia humana constatada más antigua de Andalucía. Al sucesivo paso de civilizaciones por este emblemático punto de la provincia de Almería contribuyó sin duda su posición estratégica, a medio camino entre el Mediterráneo y las cumbres de Sierra Nevada, macizo del que se ubica en su ladera sur, dominando un gran valle (Valle de Laujar) que configura una fértil vega, bien regada por antiquísimas acequias.

Es la puerta de entrada a la mágica comarca de la Alpujarra y además ha gozado siempre de una gran riqueza mineral, fruto de su ubicación junto a la sierra de Gádor. Esto propició durante siglos que la economía fluyera y que los primitivos asentamientos se consolidaran hasta nuestros días. En su término municipal quedaron así numerosos vestigios mineros. El descubrimiento de estos supone un aliciente más para patearse sus senderos y adentrarse en su frondosa naturaleza.

Conocer Laujar de Andarax a través del agua

Ruta de los Pilares de Laujar. | Anyo/QVEA
Ruta de los Pilares de Laujar. | Anyo/QVEA

Y es que Laujar de Andarax hay que pasearla, tanto su encalado casco histórico, salpicado a cada rincón por el agua más pura, como sus rutas en plena naturaleza, presididas por el río del que toma su ‘apellido’ y que conectan al viajero directamente con la naturaleza.

Ubicado a casi mil metros de altitud, el agua tiene un gran protagonismo en este municipio, que va contando su historia a los visitantes a través de sus fuentes y pilares, repartidos por numerosos rincones. Conocerlos todos es posible simplemente siguiendo las flechas azules que encontraremos en el suelo, que nos guiarán por su fabulosa Ruta de los Pilares.

Y en cada caño de agua fresca, un trozo de la historia del pueblo plasmada en preciosos azulejos. También numerosa información de cada lugar en paneles informativos que permiten al turista una visita mucho más completa. En total, podremos visitar 17 pilares, que nos permitirán conocer cada palmo de Laujar de Andarax y, literalmente, beber de su historia. Destacan por su antigüedad el Pilar de la Plaza (1684) y el Pilar Seco (1687), aunque lo realmente divertido es descubrirlos todos.

Laujar cuenta también con restos de norias y molinos de agua que aprovechaban el curso del río, y que nos podremos encontrar adentrándonos por sus senderos, así como restos de acueductos utilizados igualmente para transportar el líquido elemento. El Puente de los Moros es el que mejor se conserva de toda la provincia de Almería y data de época musulmana. Consta de tres arcos y se ubica en el barranco del Conde, muy cerca del casco urbano. Destaca también por su buen estado el acueducto de la rambla de Bonaya.

Pilar de la Plaza de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Pilar de la Plaza de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

Laujar, capital del senderismo

Y es que el agua ha sido siempre el motor de Laujar, permitiéndole contar con campos fértiles y proporcionando energía eléctrica desde muy pronto, gracias a su central, hoy convertida en un fabuloso restaurante y punto de salida de distintas rutas senderistas.

Es en el paraje del Nacimiento donde ésta se ubica y donde comienzan numerosas aventuras en la naturaleza. Su área recreativa, además muy próxima al casco urbano, es todo un atractivo para cientos de personas cada fin de semana o día festivo.

Allí, haciendo honor a uno de los lemas turísticos del municipio, que es la ‘Capital del Senderismo’, podremos elegir entre rutas  de más o menos dificultad, como las conocidísimas en Almería ruta de la Hidroeléctrica o la senda de Monterrey; nos podremos pegar un chapuzón (muy) refrescante en el río; comer en pleno contacto con la naturaleza en sus amplias zonas de esparcimiento perfectamente preparadas para pasar un día de campo, o degustar suculentos platos de la cocina alpujarreña en alguno de los dos restaurantes abiertos en el paraje.

Legado histórico en Laujar de Andarax

Lo más recomendable al llegar a Laujar de Andarax es visitar, en la plaza Mayor, su oficina de turismo, que evoca el pasado musulmán del lugar y donde podremos obtener mapas e información pormenorizada sobre rutas de senderismo y todos los atractivos con los que cuenta el municipio.

Iglesia de la Encarnación en Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Iglesia de la Encarnación en Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

La imagen de la iglesia de la Encarnación de Laujar de Andarax es visible coronando el pueblo prácticamente desde cualquier punto de sus cercanías, configurando una bella estampa de Laujar. Su situación elevada y su monumentalidad le permiten destacar de entre todas las edificaciones y se diría que entre todas las iglesias alpujarreñas. Aunque su verdadero valor radica en su antigüedad, siendo uno de los templos con más años y de mayor peso histórico de la provincia.

En este espacio se erigía una gran mezquita, incendiada por los propios musulmanes en el año 1500, ante el acoso de las fuerzas cristianas. Se construyó entonces la primitiva iglesia, germen del actual templo tras ser reconstruido en 1686. Su estilo es mudéjar en el exterior, con un interior plenamente barroco en el que destacan su retablo.

Ermita Virgen de la Salud de Laujar. | Anyo/QVEA
Ermita Virgen de la Salud de Laujar. | Anyo/QVEA

Pero no es la única construcción religiosa que permanece en Laujar de Andarax. La localidad cuenta además con dos ermitas en su casco histórico. Por un lado, la pequeña ermita de las Ánimas, ubicada en la entrada del pueblo y erigida a principios del siglo XX como ‘protectora’ de los viajeros. Por otro, la ermita de la Virgen de la Salud, mucho más monumental y antigua, ya que su finalización data de 1710. Esta se ubica apenas a unos pasos de la anterior, en la calle Granada y junto al colegio de Laujar.

De la misma época (1708) data el convento de San Pascual Bailón, otro edificio emblemático de Laujar de Andarax que se mantiene a duras penas en pie, aunque en estado de abandono. Permanecen las fachadas y su claustro, si bien no se recomienda la visita por el estado semirruinoso que presenta.

La alcazaba más importante de la Alpujarra

Más antiguos si cabe son los restos de la Alcazaba de Laujar de Andarax, datados en torno al siglo XIII, pero de los que apenas queda nada. En su momento albergó a Boabdil cuando se instaló en Laujar y fue la alcazaba más importante de la Alpujarra. Lo poco que queda es más visible desde el pequeño Jardín Botánico que se ubica a las espaldas de la iglesia.

La recuperación de ambos vestigios históricos es un reto para el futuro, después de que las administraciones hayan revalorizado ya la fabulosa Casa Palacio de los Moya y se encuentren rehabilitando igualmente la Plaza de Toros de Laujar.

La ‘exótica’ relación de Laujar con las Filipinas

Centro Hispano-Filipino de Laujar. | Anyo/QVEA
Centro Cultural Hispano-Filipino de Laujar. | Anyo/QVEA

La Casa Palacio de los Moya sigue siendo la Casa Palacio de los Moya, pero desde hace apenas unos meses es también el flamante Centro Cultural Hispano-Filipino de Laujar de Andarax, el gran referente cultural del municipio y de toda la comarca.

Está inspirado en la figura del padre Pedro Murillo Velarde, jesuita y humanista del siglo XVIII originario de Laujar y autor del primer mapa de las islas Filipinas, país con el que el municipio de Almería está hermanado. El imponente edificio fue adquirido por el Ayuntamiento y rehabilitado para convertirlo en un gran centro cultural. Este cuenta con una biblioteca dedicada a otro ilustre laujareño, el afamado poeta Francisco Villaespesa; un centro de interpretación dedicado a Murillo Velarde y distintas salas para talleres y exposiciones.

La casa señorial, de gran porte, se ubica en la calle Granada, muy cerca del Ayuntamiento, y data del siglo XVIII. En la misma época se construyó la peculiar casa consistorial. Se trata de otro edificio de gran belleza y singularidad, de estilo neoclásico, erigido como el centro neurálgico de la localidad.

Además, Laujar cuenta con otra casa señorial emblemática, la conocida como Casa del Vicario, levantada en tres plantas y de estilo barroco (siglo XVII). Se ubica también a escasos metros del Ayuntamiento

Vino y mantecados, imprescindibles en la visita a Laujar de Andarax

Vinos y mantecados de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Vinos y mantecados de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

La visita a Laujar de Andarax no estará completa sin probar algunas de las delicias gastronómicas que infunden más carácter propio, si cabe, a este municipio. Destaca el vino, sin duda el producto estrella de los laujareños, pese a que en las últimas décadas ha perdido parte del protagonismo que tuvieron sus viñas años atrás, gracias a la uva de Ohanes, variedad autóctona que estuvo muy extendida por toda la comarca en el siglo pasado y que aún hoy sigue proporcionando ricos caldos cien por cien laujareños.

Vino… y mantecados de Laujar, verdaderas delicias dulces y muy famosos más allá de sus fronteras. Podrás comprarlos con facilidad en los comercios del pueblo y seguramente acabarás pensando que debiste comprar algunos más. En el casco histórico se pueden comprar otros productos típicos como embutidos alpujarreños, artesanía o telas.

El Plato Alpujarreño es el rey

Y comer es también algo obligado en un municipio que se caracteriza por contar con muy buenos bares y restaurantes, donde se pueden degustar platos típicos de la Alpujarra. Aquí el rey es el Plato Alpujarreño, compuesto por papas a la pobre, huevos, carne de cerdo (costillas, lomo…), chorizo y morcilla, al que también se le pueden añadir pimientos.

Tanto en la avenida principal como en el entorno de la Plaza Mayor de las Alpujarras hay un buen ramillete de tabernas y gastrobares donde comer y tapear de lujo, aunque recomendamos la visita al Mesón La Fabriquilla, en el paraje del Nacimiento, tanto por sus buenos platos como por la singularidad de comer en el interior de una antigua central hidroeléctrica restaurada. Es conveniente reservar en fin de semana y festivos. También ir con tiempo, para poder disfrutar después de la comida de un agradable paseo en plena naturaleza y junto al curso del río Andarax.

Cómo llegar a Laujar de Andarax

Laujar de Andarax se sitúa en el extremo oeste de la provincia de Almería, cerca del límite con Granada y en las primeras estribaciones de la Alpujarra y del Parque Natural de Sierra Nevada. Se ubica a 77 kilómetros de Almería, desde donde aproximadamente la mitad del recorrido se realiza por autovía (A-7). Si llegamos desde aquí, o igualmente si lo hacemos desde la costa de Granada, deberemos girar hacia el norte a la altura de El Ejido-Pampanico. Tras pasar Dalías y dejar Berja a la izquierda, tomaremos la carretera A-347, que pasa junto al municipio. Otra opción es desde la A-348 que se adentra en la Alpujarra Almeriense desde Benahadux.

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