El Paseo del Cine de Tabernas cuenta con más de una decena de butacas dedicadas a diversos actores y actrices
El Paseo del Cine de Tabernas es sin duda uno de los lugares más peculiares de esta localidad almeriense. Creado en 2018, su objetivo era dejar un legado histórico sobre el ámbito cinematográfico y potenciar el turismo en la zona.
Situado nada más entrar a Tabernas por la primera entrada desde la N-340a, a apenas unos metros de la Oficina de Turismo y bajo la mirada del Castillo de Tabernas, cuenta con doce butacas dedicadas a actores o directores que han rodado películas en este municipio: Sara Montiel, Mónica Randall, Enzo G. Castellari, Sancho Gracia, Terence Hill, Alberto Dell’Aqua, George Martin, Sal Borgese, Claudia Cardinale, Alex Cox, Ángel del Pozo y la más reciente, la de Franco Nero.
Sin duda, el Paseo del Cine de Tabernas evoca por su recuerdo, simbolismo y una estructura similar al Paseo de la Fama de Almería (que se sitúa al lado del Teatro Cervantes, en el Paseo de la capital), que también cuenta con más de una decena de menciones, en su caso, en forma de estrella, al estilo hollywoodiense.
La historia del cine de Tabernas
Para entender este paseo hay que remontarse a la historia del cine de Tabernas. A partir de los años 60 se empezó a rodar una buena cantidad de filmografías por el desierto de este municipio almeriense, por los decorados del Fort Bravo, con su apariencia similar a los paisajes típicos del oeste americano y por un sinfín de aspectos que han hecho de este municipio un referente del cine.
Y es realmente a partir de los años 60 cuando se empiezan a rodar películas de alcance: Lawrence de Arabia (1962); Cleopatra (1963); Por un puñado de dólares (1964); La muerte tenía un precio (1965); o El bueno, el feo y el malo (1966). Después llegarían muchas más, entre ellas Patton (1970); ¡Agáchate, maldito!; Conan el Bárbaro (1982); Indiana Jones y la Última Cruzada (1989), 800 balas (2002).
En los últimos años ha habido un nuevo auge del western y se están haciendo muchas producciones, lo que ha llevado a que Tabernas acoja un importante festival de cine del oeste. El apoyo de las instituciones ha sido clave para que año tras año se siga rodando western en Tabernas y la fuerte demanda de la sociedad con respecto a este género ha influido en las plataformas, productoras y televisiones. Y es que desde que Ridley Scott pisó Tabernas para el rodaje de Exodus (2013), y más adelante la serie Juego de Tronos hiciera escala en la rambla del Búho, el volumen de producciones ha crecido exponencialmente, también en épocas en las que no era muy habitual como en pleno verano.
El cine como forma de vida
Volviendo al Paseo del Cine de Tabernas, los elementos claves de esta pequeña ruta son las sillas realizadas por la carpintería de Cecilio, una carpintería metálica local, que las hace de forma artesanal. De hecho, este caso no es el único. Que Tabernas sea un filón para el cine nacional e internacional ha conseguido que varios tabernenses tengan el cine como empleo fijo y como su forma de vida, ya sea como montadores de decorados, de arte, ayudando a productoras, que han fomentado una comunidad en torno al trabajo y que se aprovechara la juventud para seguir creciendo.
Tabernas no es solo el único desierto de Europa, un MiniHollywood o un Fort Bravo, un paisaje preciosista o un lugar emblemático de la provincia de Almería y rodeado de buenas gentes sino también un lugar donde se premia a quienes los han hecho crecer a base de películas, series y proyectos audiovisuales y que han puesto a Tabernas en el mapa mundial del western y del cine.