La Torre del Reloj, dos ermitas, una multitud de fuentes y el lavadero, entre lo que ver en Nacimiento

El río Nacimiento es uno de los elementos más significativos de la geografía almeriense, ya que da nombre tanto al municipio que atraviesa como a toda una comarca. Situado a más de 800 metros de altitud, cuenta con una buena superficie para realizar diferentes rutas senderistas por todo el término municipal, en el que os mostramos qué ver en Nacimiento en su centro urbano, al que hay que sumar una docena de pedanías.

Cómo llegar a Nacimiento

Para llegar a Nacimiento hay que hacerlo desde la autovía A-92, tomando la salida 352 y buscando desde ahí la AL-4403. Durante el trayecto, molinos de energía eólica dibujan un paisaje de aire moderno y ecológico. Si se ha venido desde Almería, además, el visitante habrá dejado atrás tanto el desierto de Tabernas como Gérgal y su castillo, poco antes de tomar la salida.

Entramos a Nacimiento por una de las calles más extensas del municipio como es la calle Real. En las casas, puertas terminadas en arcos, aldabones (precursores de los timbres), imágenes religiosas en las fachadas, indalos, cruces de madera y dibujos de granadas en los letreros que evocan el pasado del Reino de Granada.

En este paseo, nos encontramos con una de las primeras fuentes, la de El Juncal, que forma parte de los componentes que identifican al municipio. Muchas de ellas de forma decorativa, simbolizan los manantiales que nacen en este municipio. La calle Real desemboca en la plaza Doctor José Muriana Galindo, siguiente parada del paseo.

La Casa de los Diezmos y la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias

Al llegar a la plaza nos encontramos dos edificios históricos: la Casa de los Diezmos y la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias.

La Casa de los Diezmos, también conocida como Casa del Diezmo del Señor de Gor (dependía de este señor y del Bolodui, ya que Nacimiento perteneció a Alboloduy hasta 1870), data del siglo XVI-XVII. Cuenta con tres plantas y un tejado y es muy similar a una fortaleza. En su fachada principal destaca el escudo con un león, un dragón y varias armas.

Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias. | Javier Cortés/QVEA

En el interior de la plaza vemos la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias. Esta iglesia, que empezó a construirse en el siglo XVIII, es de estilo barroco con toques mudéjares. En la portada central, el patrón de Nacimiento, San Miguel Arcángel. Arriba, dos ojos de buey en tonos blancos y azulados parecen observarnos. El templo fue reformado en 1970.

Al lado de la iglesia se encuentra el Ayuntamiento y una oficina de información al peregrino, siendo Nacimiento punto de paso del Camino Mozárabe de Santiago que arranca en la plaza de la Catedral de Almería. Si seguimos rectos, nos encontramos con la plaza del General González, donde se realiza el mercado cada martes. A su derecha, otra fuente, la de Los Martínez.

Nacimiento: la importancia del agua

Lavadero de Nacimiento. | Javier Cortés/QVEA

Continuamos por la calle Polavieja, siguiendo el Camino Mozárabe. Un cruce nos lleva a dos lugares de interés próximos. Uno es el lavadero, donde se lavaba la ropa en el municipio y que constituía un importante espacio social donde conversar. Fue construido a lo largo de la década de los 50.

Al lado se encuentra la Fuente de los Ocho Caños, que desde el siglo XIX abastece de agua a la población y cuenta con una ornamentación conservada desde esa época (la fuente se rehabilitó en 2005 respetando su singularidad).

Volvemos a la calle Polavieja y nos encontramos uno de los árboles más antiguos de Nacimiento. Este árbol tiene una ‘propiedad divina’ y es que es un apoyo para los habitantes para situar a forasteros. Junto a este árbol centenario, un panel nos indica cómo llegar a diferentes lugares del municipio.

El Barranco del Moro, un lugar que ver en Nacimiento

Llegamos al Barranco del Moro, uno de los lugares más concurridos y que ver en Nacimiento por varios motivos: las magníficas panorámicas del pueblo, la continuación del Camino Mozárabe, las vistas del Peñón de la Virgen, donde podemos encontrarnos cabras montesas, jabalíes o zorros, y la ermita de las Ánimas. Aquí nos paramos un momento.

A esta pequeña ermita, similar a una pequeña capilla, suelen asistir los habitantes para rezar y llevar ofrendas. En el interior de la misma podemos ver un cuadro con las ánimas, la Virgen del Carmen y un crucifijo, flores y velas.

Continuando nuestro camino, nos encontramos otra fuente, La Venta. Y ya desde ahí los peregrinos que vengan a Nacimiento con el objetivo de seguir por el camino mozárabe continúan hasta llegar al municipio más cercano.

Una ruta biosaludable por Nacimiento

Girando hacia la derecha nos encontramos con la ruta biosaludable o ‘El Carril’. Un recorrido renovado con vallas y farolas que lo iluminan si hacemos la ruta de noche. Desde los aparcamientos públicos, visualizamos la ermita de la Cruz de Mayo. Este templo, que data del siglo XVIII y se ubica en lo alto del cerro, cuenta con una peculiaridad: todos los días del mes de mayo se sube a rezarle a la Santa Cruz a las tres de la tarde, con una oración para cada día.

Torre del Reloj de Nacimiento. | Javier Cortés/QVEA

Desde los aparcamientos públicos bajamos por la estrecha calle Vapor y continuamos por la calle Moral, pasando por el Centro de Día en el que los vecinos pueden conectarse a internet y realizar talleres culturales. Continuando por la calle Correo, divisamos a lo lejos la Torre del Reloj. Esta torre se construyó a finales del siglo XIX y sigue funcionando desde entonces.

Por cierto, si eres uno de los ‘románticos’ de lo ‘vintage’, en esta zona podrás encontrar una de las pocas cabinas telefónicas que quedan en la provincia de Almería.

Dónde comer en Nacimiento

Al lado de la Torre del Reloj se encuentra la Carnicería Caños, con productos de la zona, y el Bar Centro, llevado por una pareja agradable de ciudadanos argentinos. A su amplia gama de tostadas hay que sumar una gran variedad de tapas como jibia en salsa, merluza en salsa verde, secreto y mollejas. Además, en este local se hacen algunas fiestas en torno a la gastronomía, con días de comida argentina o mexicana a los que se acercan comensales de toda la comarca.

Pedanías que ver en Nacimiento

Nacimiento no se acaba aquí, sino que cuenta con casi una decena de pedanías. Entre las más destacadas se encuentran Venta del Pino; Rambla Encina, el barrio más importante del municipio, que contaba con más de una treintena de casas antiguas; Rojas (buenas vistas cercana a Baza), Gilma, que recibe a muchos visitantes en sus fiestas de San Marcos, en abril; Los Sanchos y Los García. En el municipio destacan las hogueras de San Antón, a mediados de enero; sus fiestas veraniegas a principios de agosto y las fiestas patronales en honor a San Miguel, el 29 de septiembre.

El imaginario popular cataloga a Almería como un territorio árido y seco, sin duda influido por la imponente presencia del desierto de Tabernas. Sin embargo, la extraordinaria riqueza ambiental de la provincia desdice de mil maneras aquel irreal estereotipo.

Una costa extensa y profusa en tesoros naturales, con playas vírgenes y envidiables fondos marinos; humedales que suponen verdaderas explosiones de biodiversidad y lugares de paso y estancia obligado para decenas de especies de aves; ríos y sierras que atraviesan la provincia en todas sus latitudes.

Y, por supuesto, el agua, el más esencial de los elementos, capaz de vertebrar los territorios a su paso, como sucede en uno de los enclaves más históricos y señoriales de Almería: Berja, irrigada por decenas de fuentes y manantiales que explican el por qué de su dispersión a través de un extenso término municipal.

Berja, una visita imprescindible en Almería

Ubicada en la frontera entre el Mediterráneo y las altas cumbres de Sierra Nevada, premiada con una fértil vega donde proliferan naranjos, parrales y almendros, y al pie de la Sierra de Gádor, su configuración, dispersa entre el núcleo principal y distintos barrios, cortijadas y pedanías periféricas, está estrechamente relacionada con la presencia de las fuentes y manantiales de agua. En las cercanías de estas fue estableciéndose la población y está constatado que el lugar está habitado desde las épocas íbera y fenicia.

Uno de los rincones más bonitos de Berja, en la Fuente del Oro. | Anyo/QVEA

La antigua Vergis de los romanos fue también un enclave predilecto para los musulmanes. Para todos ellos influyó decisivamente la presencia de agua y la gran riqueza mineral del lugar, propiciada por su ubicación en la sierra de Gádor. Conocer las fuentes de Berja es entender a su vez este fantástico enclave almeriense, que cuenta con numerosos atractivos tanto monumentales como naturales para ver y para disfrutar.

Así que, seguramente, la mejor manera de visitar los principales rincones virgitanos es hacerlo a través de su Ruta de las Fuentes de Berja. Esta se divide a su vez en dos recorridos, al encontrarse repartidas por todo el municipio, tanto en su núcleo principal como en sus diez pedanías y barrios: Benejí, Alcaudique, San Roque, Peñarrodada, Castala, El Río Chico, El Río Grande, Hirmes, El Cid y Chirán.

En total, el Ayuntamiento de Berja recoge catalogadas hasta 41 fuentes en todo su término municipal. Repasaremos hoy las que podemos visitar a pie en el casco urbano y su entorno más próximo. Un recorrido que permite al viajero conocer los principales enclaves del núcleo principal virgitano.

Cómo llegar a Berja

Si tomamos la capital de Almería como punto de inicio, la mejor forma de llegar a Berja será a través de la autovía A7, o del Mediterráneo, que tomaremos en dirección Motril-Málaga, para abandonarla en la salida 406 Ejido Oeste/Dalías. Siguiendo las indicaciones, saldremos de El Ejido atravesando Pampanico, camino de Dalías. Dejaremos esta población a nuestra derecha antes de alcanzar el municipio de Berja, al que llegaremos por su lado este. La distancia entre la capital y Berja es de 55 kilómetros.

Si, por el contrario, llegamos desde la costa de Granada, el camino más rápido nos conducirá a abandonar la A7 en la salida 391 Adra/Berja, desde donde la carretera conduce directamente a Berja, a la que se accede por el sur.

Inicio de la Ruta de las Fuentes de Berja

Es casi obligado iniciar nuestra ruta por las fuentes de Berja desde su Oficina de Turismo, que se encuentra situada en la Torre de los Enciso, en la calle del Agua, en pleno centro histórico de Berja. Su horario de apertura es de 10:30 a 14:00 horas, de martes a sábados.

Allí podremos conseguir los mapas que nos ayudarán en nuestra tarea de ir dando una a una con todas las fuentes del pueblo. También encontraremos toda la información del rico patrimonio virgitano y de la comarca de la Alpujarra.

Oficina de Turismo, inicio de la ruta de las Fuentes de Berja
Exterior de la Oficina de Turismo de Berja, en la calle del Agua. | Anyo/QVEA

La ruta urbana comprende 15 fuentes, repartidas a través de los cuatro tramos en los que, a su vez, se encuentra dividida, siempre en el núcleo principal de Berja. La haremos a pie tomando como punto de partida la propia oficina turística. De esta forma, podremos ir descubriendo los grandes tesoros que posee Berja.

Así, el primero de ellos es la propia Torre de los Enciso. Se trata de la única torre fortaleza privada que se conserva en toda la Alpujarra y que data del siglo XVI. Además de la Oficina de Turismo, acoge un Museo de Sitio, que recoge la memoria histórica del convulso siglo XVI, marcado por el episodio de la expulsión de los moriscos.

Tramos 1 y 2: Los 16 caños del centro histórico y la antigua entrada a Berja

Molino del Perrillo. | Anyo/QVEA

Las dos primeras fuentes que visitaremos nos permitirán admirar dos de los edificios, sin duda, más emblemáticos de Berja. Uno, su Iglesia de la Anunciación; otro, el espectacular Ayuntamiento, sitos ambos muy cerca de la Torre de los Enciso.

Al salir de la Oficina de Turismo pasaremos junto al Molino del Perrillo, un edificio recién restaurado que data de 1863 y es el más fiel ejemplo de la arquitectura doméstica y burguesa virgitana, donde se encuentran además la Biblioteca, el Archivo y el Centro Virgitano de Estudios Históricos. Temporalmente, se ofrecen aquí los servicios de la Oficina de Turismo.

Fuente de la Cárcel. | Anyo/QVEA

Seguiremos bajando la emblemática calle del Agua y, girando a la derecha, accederemos al lateral del templo. Este se erigió originalmente en 1530 sobre una antigua mezquita. El actual data de 1879, de estilo neoclásico y caracterizado por sus dos imponentes torres y una planta con tres naves. Llegaremos entonces a la Fuente de la Cárcel, que data de 1867 y que se encontraba en el patio del presidio del partido judicial, con objeto de que los presos pudieran beber agua.

Fuente de los 16 Caños. | Anyo/QVEA

Y bajando la escalinata de la iglesia llegaremos a la Plaza de la Constitución (en obras en el arranque de 2022), donde encontraremos la más monumental de las fuentes virgitanas, la de los 16 Caños, que preside a su vez la plaza central del municipio y data de 1859, surgida con una función más ornamental que práctica, rodeada por cuatro escalones y con un estanque en forma de corona circular.

Proseguiremos esta primera parte del recorrido saliendo hacia la cercana y fabulosa Plaza Porticada. Está situada apenas a unos pasos de aquella y es la única de toda la provincia de Almería que se mantiene íntegra y reconstruida.

Plaza Porticada de Berja en la Ruta de las Fuentes de Berja
Plaza Porticada de Berja. | Anyo/QVEA
Fuentes del Macho y de la Hembra. | Anyo/QVEA

Pasearla tranquilamente y tomar algo sentados en alguna de sus terrazas es un plan obligado en nuestra visita a Berja. Data de 1860 y presenta soportales con 37 arcos de medio punto. Y en cada uno de sus extremos, dos pequeñas fuentes enfrentadas, las del Macho y de la Hembra, con sendos bajorrelieves de águilas con las alas desplegadas, perfectas para beber y refrescarse.

En su entorno se encuentra además el Museo de la Semana Santa y la Religiosidad Popular de Berja, inaugurado en 2019 y que gira en torno a las cofradías virgitanas, que cada año configuran una de las Semanas Santas más importantes y con mayor número de procesiones de Almería.

Muestra una réplica exacta del sarcófago romano de Alcaudique, cuyo original está expuesto en el Museo Arqueológico Nacional (Siglo IV), así como restos originales del tabernáculo de la iglesia de Berja que fue destruida por un terremoto en 1804.

Y para finalizar este primer tramo de la ruta urbana por las fuentes de Berja, visitaremos primero la fuente que recibía a los visitantes que llegaban a Berja desde Adra, y otro ejemplo de monumentalidad virgitana, la Fuente de Toro, que incluso le da nombre a su barrio, situado entre los de Matadero, Pago y Los Cobos.

Para llegar desde la Plaza Porticada caminaremos apenas cinco minutos, volviendo sobre nuestros pasos para contemplar nuevamente la icónica imagen de la iglesia y el Ayuntamiento.Atravesamos la Plaza de la Constitución y descendemos otra de las calles importantes de Berja, la calle Goya.

Llegaremos entonces a esta fuente neoclásica del siglo XVII que cuenta con dos pilares a distintas alturas, pensados para que bebieran de uno las personas y de otro los animales.

Después, nos merecerá la pena seguir descendiendo en dirección sur. Dejaremos a nuestra izquierda el conjunto arqueológico de Villavieja. Allí se encuentran los restos de la imponente Alcazaba homónima, que fue la segunda fortaleza árabe en extensión de la provincia. Alcanzaremos otras dos fuentes que se ubican en esta zona, camino de la barriada de San Roque: las fuentes de Ramales y la Encrucijada de Pago.

Tramos 3 y 4: camino a la Ermita y la Sierra de Gádor

Caminando tras las fuentes de Berja hemos abandonado el núcleo principal. Para encontrar las restantes que pertenecen al entramado urbano, aunque progresivamente más alejadas del centro, deberemos volver a la Plaza Porticada como punto de encuentro. Desde aquí marcharemos en este caso en sentido contrario (norte-nordeste) al anterior. Nuestro recorrido callejeando por Berja nos encamina hacia el fastuoso Teatro Municipal, a través de la calle Alcántara. En su entorno se encuentra la Fuente de Don Emilio.

Fuente de Don Emilio, junto al Teatro Ciudad de Berja. | Anyo/QVEA

Esta fuente toma el nombre del antiguo propietario de la casa a la que se adosa. Esto era muy común en Berja en los siglos XVIII y XIX, nombrar los lugares en función de las personas que vivían allí. Ello también sucede, si seguimos hacia la carretera A-358 y la cruzamos, con el Marqués de Iniza, que tiene su calle, su casa-palacio y, claro, su Fuente del Marqués.

Y al final de esta calle, en dirección siempre hacia la imperdible sierra de Gádor, alcanzaremos la fuente de la Placeta de la Saliva, en la confluencia entre cuatro vías virgitanas y una de las que tradicionalmente ha gozado de mayor abundancia y caudal de agua.

Fuente de la Placeta de la Saliva, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente de la Placeta de la Saliva. | Anyo/QVEA

La de la Saliva significará el final del tramo 3 y el punto de inicio del 4, que comprende tres emblemáticas fuentes virgitanas distintas a las anteriores y muy importantes todas ellas: las del Almez, La Higuera y el Oro. Todas se encuentran muy cercanas entre sí y a mitad de camino a uno de los lugares de mayor devoción no ya de Berja, sino de toda la provincia de Almería: la ermita de la Virgen de Gádor.

La primera de ellas es la Fuente del Almez, en el popular barrio de Los Cerrillos, con sus calles estrechas y serpenteantes, a la que llegaremos desde la Plaza de la Saliva tomando la calle de las Mercedes.

A mitad de camino pasaremos junto a la pequeña y sencilla Ermita de las Mercedes, de la que sobresale su torre y con un entorno que invita al esparcimiento, como sucede en la cercana fuente, que toma su nombre de un árbol autóctono que ha servido tradicionalmente para las labores agrícolas. Su caudal es casi siempre abundante y mana de tres lugares distintos, para unirse en una única acequia, el brazal de riego del Almez. Relajarse en su entorno sentado sobre sus trancos de piedra es un verdadero deleite.

Fuente del Almez, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente del Almez. | Anyo/QVEA

Muy cerca encontraremos la Fuente de La Higuera. Situados en la del Almez, seguiremos la calle Santa Susana en dirección a la Ermita. En su final giraremos a la izquierda, para subir por la vía del mismo nombre de la fuente, a la que accederemos descendiendo unas escaleras.

Es un manantial antiquísimo que ya se cita en el Libro de Apeos de Berja de 1572. Se configura al estilo constructivo árabe denominado qanab, o ‘galería’, con una acequia y lavadero que podremos apreciar en otras fuentes no urbanas de Berja, como la de Rigualte.

Por último, en nuestro camino hacia la ermita de la Virgen de Gádor, y tras volver sobre nuestros pasos desde la fuente de La Higuera para bajar a la confluencia con la calle Santa Susana, llegaremos a la Fuente del Oro, un espectacular afloramiento de agua que destaca por su lavadero y que recibe el líquido elemento, como todas las de su entorno, de las aguas filtradas por la Sierra de Gádor, que cruza el sur de Almería de oeste a este y que llega a alcanzar los 2.200 metros de altitud.

Fuente del Oro, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente del Oro. | Anyo/QVEA

Es posiblemente la más emblemática de todas las fuentes de Berja por su importante caudal. Se sitúa además muy próxima al lugar de veneración por excelencia para los virgitanos, su ermita. Su configuración actual data de 1934, aunque su origen se remonta, como las anteriores, al menos al siglo XVI.

Lo bueno de la ruta por las 15 fuentes urbanas de Berja es que nos abre las ganas de seguir descubriendo los manantiales y afloramientos de agua de su extenso término municipal. O al menos, la mayor parte de ellas, que superan el medio centenar.

Para ello nos podemos servir de información en la Oficina de Turismo, con un mapa que recoge la ubicación de todas ellas. Algunas de las más destacadas son las de Alcaudique, Hirmes, la Cañada de Roda o las Fuentes de Marbella.

Dónde comer al visitar las fuentes de Berja

Berja fue un lugar muy destacado económicamente en los siglos XVIII y XIX. Ello puede apreciarse en sus abundantes edificios señoriales, que han llegado en muchos casos hasta nuestros días. En uno de ellos se ubica el Hotel Restaurante Casa Palaciega XIX, un lugar ideal que nos permitirá retomar fuerzas de la mejor manera, en un entorno único, muy agradable, con un trato personalizado y una comida excelente.

El hotel cuenta con jardín y piscina y se ubica en la céntrica calle del Agua, muy cerca de las plazas Porticada y de la Constitución. Una elección de acierto seguro, tanto para alojarse como si simplemente se quiere disfrutar de su restaurante.