La estación, Cortijo Moreno, la iglesia de Santa María, Las Mascaranas, la romería del Potro, Los Peñoncillos y Villa María, siete elementos que ver en Huércal de Almería
Lindando con Almería capital, con la que comparte la Torre de Cárdenas, Huércal de Almería comienza a desquitarse de la etiqueta de ‘ciudad dormitorio’ y a mostrar un rico patrimonio que le ha llevado a colocarse en el mapa turístico provincial. Es mucho el patrimonio arquitectónico, arqueológico, etnográfico y natural que ver en Huércal de Almería, que se posiciona en los últimos tiempos, además, como destino de referencia para el deporte urbano.
Dentro de todo lo que hay que ver en Huércal de Almería, este recorrido va a pasar por lo que en la propia localidad se han definido como ‘Las 7 maravillas de Huércal de Almería’, elegidas por votación popular en una encuesta ideada durante los meses de confinamiento. Así, esta selección está escogida por sus propios vecinos, y si bien no sigue el ranking oficial, sí que se exponen de manera que permite recorrerla de manera ordenada:
Palacio y Cortijo de Las Mascaranas
El edificio que hoy alberga el Ayuntamiento de Huércal de Almería forma originariamente parte del Cortijo Fischer, construido a principios del siglo XX por una familia danesa, los Fischer, que lo utilizaron como residencia de verano (la principal la tenían en el Cortijo del Gobernador en Almería) y también para el trabajo de la uva, de la que eran exportadores.
Originariamente cercada hasta la carretera, de ahí el nombre de El Cercado que recibe el barrio, se puede acceder tanto desde esta, la A-1001 que baja desde Torrecárdenas hacia el casco antiguo (la indicación queda a la izquierda, en una zona ajardinada e inmediatamente anterior a una calistenia y rocódromo), como desde la N-340, indicada por una señal, algo escondida, eso sí, tras un arbusto, hacia el Ayuntamiento. Si tiráis por esta vía, estad atentos.
El nombre de Las Mascaranas le viene dado por una serie de mascarones redondos, que rodean el edificio por su parte superior, destinada en sus días al trigo. Durante la Guerra Civil, el cortijo fue requisado y utilizado como prisión, junto con la de El Ingenio en Almería. Tras la guerra, decayó la uva y el cortijo se abandonó.
La estación de Huércal-Viator
La estación de Huércal-Viator es, y no lo decimos nosotros, sino los propios ciudadanos, la principal ‘maravilla’ que ver en Huércal de Almería. Un referente fundamental de la vida del último siglo en el municipio, que hoy alberga la sede de la Mancomunidad del Bajo Andarax y del Centro de Información de la Mujer de esta entidad.
Se sitúa a la entrada del casco antiguo del municipio, llegando desde Almería a través de la misma carretera que se adentra en la localidad a través de El Cercado. Todo el conjunto en sí aglutina toda una infraestructura de equipamientos ferroviarios del municipio y que, si bien su uso es hoy en día administrativo, en 2020 y 2021 recuperó temporalmente su uso original, debido a las obras en la estación de tren de Almería.
El edificio principal es la estación de tren y consta de dos plantas. Junto con la estación de tren de Gádor, es la que mejor estado de conservación tiene hoy en día en la comarca del Bajo Andarax. Forman parte del conjunto, además, la caseta de ferroviarios, que pertenece a la Asociación de Amigos del Ferrocarril, y que alberga un museo del ferrocarril que se encuentra cerrado, y el muelle de carga.
La iglesia de Santa María de Huércal de Almería
En la calle Real, a muy pocos metros de la estación de tren, la iglesia de Santa María es el monumento más antiguo que se conserva en Huércal de Almería. Se trata de una iglesia renacentista, de una nave de cajón y armadura mudéjar, de la que se conserva parte de la cabecera, hecha con cantería, similar a la iglesia de Santiago de Almería, y contrafuertes en ambos lados y portada renacentista que se presupone de la escuela de Juan de Orea, quien ya hiciera la de la Catedral de Almería, la misma iglesia de Santiago de la capital o la de San Ginés de Purchena.
En el siglo XVIII, a medida que crecía el municipio, se separó de la iglesia de San Sebastián de las Huertas de Almería, ampliándose con dos naves laterales barrocas, con material de mampostería más pobre, y sin cubrirse ya de armadura mudéjar. De esta época es también un Calvario, muy similar a los de la calle Soto y Almedina de Almería, que apreció al descubrir la fachada, y que se dirigía por la calle de Las Palmeras y Argar hacia el Cerro del Calvario. También se aumentó en esta época el campanario, que fue volado en la Guerra Civil.
En cuanto a imaginería, es de gran valor la titular, Santa María, una Inmaculada de gran tamaño del taller del Navas Parejo, mismo autor que la Virgen de las Angustias de Almería o el Corazón de Jesús del Cerro de San Cristóbal. Destacan igualmente un Corazón de Jesús de 1910; un Cristo de la Expiración, en la entrada, que ha sobrevivido a varios incendios, y un Niño Dios que procesiona el Sábado de Gloria.
La araucaria y Cortijo Moreno
Cortijo Moreno es una hacienda residencial reconvertida en centro cultural a la que se puede acceder tanto por la calle Molineta como desde el Paseo del Generalife. En ambos casos, hay que continuar la calle Real y la estrecha calle del Pueblo y cruzar las vías del tren. Después hay que seguir estas de forma paralela y en dirección contraria a la que veníamos, hasta dar con estas calles.
Se trata de un antiguo terreno que fue propiedad de Antonio Moreno, con huertos y jardines reconvertidos hoy en huertos urbanos y un edificio de finales del siglo XVIII, si bien lo que queda hoy en día es de finales del XIX. En su portada principal, la que se accede por la calle Molineta, se encuentra una gigantesca y singular araucaria de 50 metros de altura y 3,2 metros de perímetro. Esta es visible desde la práctica totalidad del municipio y está perfectamente alineada con la puerta de la iglesia de Santa María, al otro lado de las vías del tren.
El edificio alberga hoy los estudios de la emisora municipal Candil Radio y, en la parte baja, el Centro de Interpretación Etnográfica de Huércal de Almería, el Museo del Esparto y el Centro de Información Juvenil, y su patio acoge diversos actos culturales, paredes que cobran vida con una colección de grafitis y los restos arqueológicos de dos grandes piedras de molino romanas procedentes de las zonas de Zamarula y Los Pinos, una de ellas utilizada en rituales en época romana.
Lavadero de Los Peñoncillos
La forma más fácil de llegar al Lavadero de Los Peñoncillos es haciéndolo desde la carretera N-340a, desde el barrio de El Palomar, si bien hay que atravesar un camino privado, por lo que puede darse el caso de que algún día te lo encuentres cortado. Otra vía de acceso es desde el barrio Visiedo, cruzando el Cortijo Almazarilla. Una tercera opción es desde el barrio del Potro, por un camino que pasa por debajo de la autovía.
El Lavadero de Los Peñoncillos es el lavadero más grande y visible del municipio, de tres naves, la central en la que se ubicaban las pilas y los laterales donde las mujeres y gentes de todo el pueblo acudían a lavar. Contaba con dos accesos y la particularidad de que uno de los muros está embutido en el desnivel del terreno. Por el otro lado, se encuentran huecos rectangulares para ventilación.
Actualmente ha sido reformado por el Ayuntamiento, que lo quiere convertir en una zona expositiva, relacionada con un museo del agua al aire libre, así como en escenario de actividades culturales. En sus alrededores se van a habilitar aulas didácticas medioambientales.
Romería del Potro por la Virgen del Carmen
La del Potro es la única romería que todavía hoy perdura en Huércal de Almería. Se inició en los años 50 en torno a la primitiva ermita de la Virgen del Carmen en la entrada del pueblo. Esta, exactamente igual a la ermita de la Santa Cruz de Albox, terminó desapareciendo.
Es tanta la devoción de los huercalenses por la Virgen que es la que más hornacinas tiene por barrios. Mucha gente, de hecho, se sienta en las puertas de sus casas, sacando a la Virgen. De ahí que se construyera una nueva ermita en el barrio de Alcaraz, conocido hoy como barrio del Carmen, por la ermita, o, también, del Potro, por un conocido restaurante. El barrio está a las afueras de Huércal, llegando, desde Almería, por la N-340a hasta la rotonda de acceso a la autovía en dirección Málaga; por el pueblo, por la continuación de la calle Real, o, desde Los Peñoncillos, por el camino que pasa por debajo de la autovía.
El día 14 de julio, la imagen de la Virgen del Carmen se lleva hasta la iglesia de Santa María. Un día después, víspera de la celebración, toda la gente del barrio se acerca al pueblo. Tras la misa suben la imagen a una carroza y se la llevan de vuelta a la ermita, donde se vela durante el día 16.
Ermita de La Peinada y Villa María
También junto a la autovía, entre las rotondas de acceso hacia Murcia y Málaga, se encuentra otro conjunto seleccionado como ‘maravilla’ que ver en Huércal de Almería. Se trata, además, del único Bien de Interés Cultural en Huércal de Almería, Villa María.
Villa María es un palacio modernista con tres fachadas triangulares en los que destacan sus pórticos con figuras de animales o azulejos, y un conjunto hidráulico a su alrededor, con una balsa redonda y otra cuadrada. Pertenece a una importante familia almeriense, los Vega Barranco. Aunque recientemente se han realizado allí grabaciones de películas, no se puede visitar al estar habitada durante gran parte del año.
Enfrente de este BIC, una ermita neoclásica, muy original, que algunos llaman ermita de la Peinada, otros ermita de San Antonio, ermita de la Auxiliadora e incluso ermita de la Paloma. Pertenece a lo que antiguamente fue la hacienda de La Pinada y es una ermita-panteón con una singular forma triangular. Uno de sus lados está pegado a un camino que hoy es privado e impide el acceso, otra pared está adosada al concesionario Hyundai y la parte trasera está situada sobre una acequia. Conserva sus pinturas originales y en la puerta tiene un atrio similar al que se puede ver en Cortijo del Fraile.
También hay que ver en Huércal de Almería…
Os hemos presentado las siete ‘maravillas’ de Huércal de Almería, pero en esta localidad hay mucho más para ver: la torre de Cárdenas, que aparece en su escudo y que limita con Almería capital, desde donde se accede; la portada del Palacio de Boleas, que hoy luce en la fachada de la Biblioteca Municipal de Huércal de Almería, en la plaza de la Constitución, junto a la iglesia de Santa María; la Casa del Médico, la mejor representación de la arquitectura burguesa de la segunda mitad del siglo XIX en el municipio, situada entre la estación de tren y la iglesia; cuevas, yacimientos… Incluso el festival de música decano de la provincia de Almería, Candil Rock, que opta a ser declarado como Evento de Interés Turístico, forma parte también de todo aquello que tienes que ver en Huércal de Almería.
Una ‘maravilla’ también para comer
Fuera de carta, terminado este paseo encontramos una ‘maravilla’ más, en este caso tanto por sus salones y jardines como por su gastronomía, en el Restaurante Casa Rafael. Tomando nuevamente la carretera N-340a en dirección a Benahadux, veremos este conocido y espectacular restaurante a mano izquierda. Si hacemos completa la rotonda del acueducto de Zamarula y regresamos en dirección a Huércal de Almería, a pocos metros podremos acceder al restaurante. Un consejo: no te vayas sin probar el bacalao ‘a la manera’ de Rafael.