El imaginario popular cataloga a Almería como un territorio árido y seco, sin duda influido por la imponente presencia del desierto de Tabernas. Sin embargo, la extraordinaria riqueza ambiental de la provincia desdice de mil maneras aquel irreal estereotipo.

Una costa extensa y profusa en tesoros naturales, con playas vírgenes y envidiables fondos marinos; humedales que suponen verdaderas explosiones de biodiversidad y lugares de paso y estancia obligado para decenas de especies de aves; ríos y sierras que atraviesan la provincia en todas sus latitudes.

Y, por supuesto, el agua, el más esencial de los elementos, capaz de vertebrar los territorios a su paso, como sucede en uno de los enclaves más históricos y señoriales de Almería: Berja, irrigada por decenas de fuentes y manantiales que explican el por qué de su dispersión a través de un extenso término municipal.

Berja, una visita imprescindible en Almería

Ubicada en la frontera entre el Mediterráneo y las altas cumbres de Sierra Nevada, premiada con una fértil vega donde proliferan naranjos, parrales y almendros, y al pie de la Sierra de Gádor, su configuración, dispersa entre el núcleo principal y distintos barrios, cortijadas y pedanías periféricas, está estrechamente relacionada con la presencia de las fuentes y manantiales de agua. En las cercanías de estas fue estableciéndose la población y está constatado que el lugar está habitado desde las épocas íbera y fenicia.

Uno de los rincones más bonitos de Berja, en la Fuente del Oro. | Anyo/QVEA

La antigua Vergis de los romanos fue también un enclave predilecto para los musulmanes. Para todos ellos influyó decisivamente la presencia de agua y la gran riqueza mineral del lugar, propiciada por su ubicación en la sierra de Gádor. Conocer las fuentes de Berja es entender a su vez este fantástico enclave almeriense, que cuenta con numerosos atractivos tanto monumentales como naturales para ver y para disfrutar.

Así que, seguramente, la mejor manera de visitar los principales rincones virgitanos es hacerlo a través de su Ruta de las Fuentes de Berja. Esta se divide a su vez en dos recorridos, al encontrarse repartidas por todo el municipio, tanto en su núcleo principal como en sus diez pedanías y barrios: Benejí, Alcaudique, San Roque, Peñarrodada, Castala, El Río Chico, El Río Grande, Hirmes, El Cid y Chirán.

En total, el Ayuntamiento de Berja recoge catalogadas hasta 41 fuentes en todo su término municipal. Repasaremos hoy las que podemos visitar a pie en el casco urbano y su entorno más próximo. Un recorrido que permite al viajero conocer los principales enclaves del núcleo principal virgitano.

Cómo llegar a Berja

Si tomamos la capital de Almería como punto de inicio, la mejor forma de llegar a Berja será a través de la autovía A7, o del Mediterráneo, que tomaremos en dirección Motril-Málaga, para abandonarla en la salida 406 Ejido Oeste/Dalías. Siguiendo las indicaciones, saldremos de El Ejido atravesando Pampanico, camino de Dalías. Dejaremos esta población a nuestra derecha antes de alcanzar el municipio de Berja, al que llegaremos por su lado este. La distancia entre la capital y Berja es de 55 kilómetros.

Si, por el contrario, llegamos desde la costa de Granada, el camino más rápido nos conducirá a abandonar la A7 en la salida 391 Adra/Berja, desde donde la carretera conduce directamente a Berja, a la que se accede por el sur.

Inicio de la Ruta de las Fuentes de Berja

Es casi obligado iniciar nuestra ruta por las fuentes de Berja desde su Oficina de Turismo, que se encuentra situada en la Torre de los Enciso, en la calle del Agua, en pleno centro histórico de Berja. Su horario de apertura es de 10:30 a 14:00 horas, de martes a sábados.

Allí podremos conseguir los mapas que nos ayudarán en nuestra tarea de ir dando una a una con todas las fuentes del pueblo. También encontraremos toda la información del rico patrimonio virgitano y de la comarca de la Alpujarra.

Oficina de Turismo, inicio de la ruta de las Fuentes de Berja
Exterior de la Oficina de Turismo de Berja, en la calle del Agua. | Anyo/QVEA

La ruta urbana comprende 15 fuentes, repartidas a través de los cuatro tramos en los que, a su vez, se encuentra dividida, siempre en el núcleo principal de Berja. La haremos a pie tomando como punto de partida la propia oficina turística. De esta forma, podremos ir descubriendo los grandes tesoros que posee Berja.

Así, el primero de ellos es la propia Torre de los Enciso. Se trata de la única torre fortaleza privada que se conserva en toda la Alpujarra y que data del siglo XVI. Además de la Oficina de Turismo, acoge un Museo de Sitio, que recoge la memoria histórica del convulso siglo XVI, marcado por el episodio de la expulsión de los moriscos.

Tramos 1 y 2: Los 16 caños del centro histórico y la antigua entrada a Berja

Molino del Perrillo. | Anyo/QVEA

Las dos primeras fuentes que visitaremos nos permitirán admirar dos de los edificios, sin duda, más emblemáticos de Berja. Uno, su Iglesia de la Anunciación; otro, el espectacular Ayuntamiento, sitos ambos muy cerca de la Torre de los Enciso.

Al salir de la Oficina de Turismo pasaremos junto al Molino del Perrillo, un edificio recién restaurado que data de 1863 y es el más fiel ejemplo de la arquitectura doméstica y burguesa virgitana, donde se encuentran además la Biblioteca, el Archivo y el Centro Virgitano de Estudios Históricos. Temporalmente, se ofrecen aquí los servicios de la Oficina de Turismo.

Fuente de la Cárcel. | Anyo/QVEA

Seguiremos bajando la emblemática calle del Agua y, girando a la derecha, accederemos al lateral del templo. Este se erigió originalmente en 1530 sobre una antigua mezquita. El actual data de 1879, de estilo neoclásico y caracterizado por sus dos imponentes torres y una planta con tres naves. Llegaremos entonces a la Fuente de la Cárcel, que data de 1867 y que se encontraba en el patio del presidio del partido judicial, con objeto de que los presos pudieran beber agua.

Fuente de los 16 Caños. | Anyo/QVEA

Y bajando la escalinata de la iglesia llegaremos a la Plaza de la Constitución (en obras en el arranque de 2022), donde encontraremos la más monumental de las fuentes virgitanas, la de los 16 Caños, que preside a su vez la plaza central del municipio y data de 1859, surgida con una función más ornamental que práctica, rodeada por cuatro escalones y con un estanque en forma de corona circular.

Proseguiremos esta primera parte del recorrido saliendo hacia la cercana y fabulosa Plaza Porticada. Está situada apenas a unos pasos de aquella y es la única de toda la provincia de Almería que se mantiene íntegra y reconstruida.

Plaza Porticada de Berja en la Ruta de las Fuentes de Berja
Plaza Porticada de Berja. | Anyo/QVEA
Fuentes del Macho y de la Hembra. | Anyo/QVEA

Pasearla tranquilamente y tomar algo sentados en alguna de sus terrazas es un plan obligado en nuestra visita a Berja. Data de 1860 y presenta soportales con 37 arcos de medio punto. Y en cada uno de sus extremos, dos pequeñas fuentes enfrentadas, las del Macho y de la Hembra, con sendos bajorrelieves de águilas con las alas desplegadas, perfectas para beber y refrescarse.

En su entorno se encuentra además el Museo de la Semana Santa y la Religiosidad Popular de Berja, inaugurado en 2019 y que gira en torno a las cofradías virgitanas, que cada año configuran una de las Semanas Santas más importantes y con mayor número de procesiones de Almería.

Muestra una réplica exacta del sarcófago romano de Alcaudique, cuyo original está expuesto en el Museo Arqueológico Nacional (Siglo IV), así como restos originales del tabernáculo de la iglesia de Berja que fue destruida por un terremoto en 1804.

Y para finalizar este primer tramo de la ruta urbana por las fuentes de Berja, visitaremos primero la fuente que recibía a los visitantes que llegaban a Berja desde Adra, y otro ejemplo de monumentalidad virgitana, la Fuente de Toro, que incluso le da nombre a su barrio, situado entre los de Matadero, Pago y Los Cobos.

Para llegar desde la Plaza Porticada caminaremos apenas cinco minutos, volviendo sobre nuestros pasos para contemplar nuevamente la icónica imagen de la iglesia y el Ayuntamiento.Atravesamos la Plaza de la Constitución y descendemos otra de las calles importantes de Berja, la calle Goya.

Llegaremos entonces a esta fuente neoclásica del siglo XVII que cuenta con dos pilares a distintas alturas, pensados para que bebieran de uno las personas y de otro los animales.

Después, nos merecerá la pena seguir descendiendo en dirección sur. Dejaremos a nuestra izquierda el conjunto arqueológico de Villavieja. Allí se encuentran los restos de la imponente Alcazaba homónima, que fue la segunda fortaleza árabe en extensión de la provincia. Alcanzaremos otras dos fuentes que se ubican en esta zona, camino de la barriada de San Roque: las fuentes de Ramales y la Encrucijada de Pago.

Tramos 3 y 4: camino a la Ermita y la Sierra de Gádor

Caminando tras las fuentes de Berja hemos abandonado el núcleo principal. Para encontrar las restantes que pertenecen al entramado urbano, aunque progresivamente más alejadas del centro, deberemos volver a la Plaza Porticada como punto de encuentro. Desde aquí marcharemos en este caso en sentido contrario (norte-nordeste) al anterior. Nuestro recorrido callejeando por Berja nos encamina hacia el fastuoso Teatro Municipal, a través de la calle Alcántara. En su entorno se encuentra la Fuente de Don Emilio.

Fuente de Don Emilio, junto al Teatro Ciudad de Berja. | Anyo/QVEA

Esta fuente toma el nombre del antiguo propietario de la casa a la que se adosa. Esto era muy común en Berja en los siglos XVIII y XIX, nombrar los lugares en función de las personas que vivían allí. Ello también sucede, si seguimos hacia la carretera A-358 y la cruzamos, con el Marqués de Iniza, que tiene su calle, su casa-palacio y, claro, su Fuente del Marqués.

Y al final de esta calle, en dirección siempre hacia la imperdible sierra de Gádor, alcanzaremos la fuente de la Placeta de la Saliva, en la confluencia entre cuatro vías virgitanas y una de las que tradicionalmente ha gozado de mayor abundancia y caudal de agua.

Fuente de la Placeta de la Saliva, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente de la Placeta de la Saliva. | Anyo/QVEA

La de la Saliva significará el final del tramo 3 y el punto de inicio del 4, que comprende tres emblemáticas fuentes virgitanas distintas a las anteriores y muy importantes todas ellas: las del Almez, La Higuera y el Oro. Todas se encuentran muy cercanas entre sí y a mitad de camino a uno de los lugares de mayor devoción no ya de Berja, sino de toda la provincia de Almería: la ermita de la Virgen de Gádor.

La primera de ellas es la Fuente del Almez, en el popular barrio de Los Cerrillos, con sus calles estrechas y serpenteantes, a la que llegaremos desde la Plaza de la Saliva tomando la calle de las Mercedes.

A mitad de camino pasaremos junto a la pequeña y sencilla Ermita de las Mercedes, de la que sobresale su torre y con un entorno que invita al esparcimiento, como sucede en la cercana fuente, que toma su nombre de un árbol autóctono que ha servido tradicionalmente para las labores agrícolas. Su caudal es casi siempre abundante y mana de tres lugares distintos, para unirse en una única acequia, el brazal de riego del Almez. Relajarse en su entorno sentado sobre sus trancos de piedra es un verdadero deleite.

Fuente del Almez, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente del Almez. | Anyo/QVEA

Muy cerca encontraremos la Fuente de La Higuera. Situados en la del Almez, seguiremos la calle Santa Susana en dirección a la Ermita. En su final giraremos a la izquierda, para subir por la vía del mismo nombre de la fuente, a la que accederemos descendiendo unas escaleras.

Es un manantial antiquísimo que ya se cita en el Libro de Apeos de Berja de 1572. Se configura al estilo constructivo árabe denominado qanab, o ‘galería’, con una acequia y lavadero que podremos apreciar en otras fuentes no urbanas de Berja, como la de Rigualte.

Por último, en nuestro camino hacia la ermita de la Virgen de Gádor, y tras volver sobre nuestros pasos desde la fuente de La Higuera para bajar a la confluencia con la calle Santa Susana, llegaremos a la Fuente del Oro, un espectacular afloramiento de agua que destaca por su lavadero y que recibe el líquido elemento, como todas las de su entorno, de las aguas filtradas por la Sierra de Gádor, que cruza el sur de Almería de oeste a este y que llega a alcanzar los 2.200 metros de altitud.

Fuente del Oro, en la Ruta de las Fuentes de Berja
Fuente del Oro. | Anyo/QVEA

Es posiblemente la más emblemática de todas las fuentes de Berja por su importante caudal. Se sitúa además muy próxima al lugar de veneración por excelencia para los virgitanos, su ermita. Su configuración actual data de 1934, aunque su origen se remonta, como las anteriores, al menos al siglo XVI.

Lo bueno de la ruta por las 15 fuentes urbanas de Berja es que nos abre las ganas de seguir descubriendo los manantiales y afloramientos de agua de su extenso término municipal. O al menos, la mayor parte de ellas, que superan el medio centenar.

Para ello nos podemos servir de información en la Oficina de Turismo, con un mapa que recoge la ubicación de todas ellas. Algunas de las más destacadas son las de Alcaudique, Hirmes, la Cañada de Roda o las Fuentes de Marbella.

Dónde comer al visitar las fuentes de Berja

Berja fue un lugar muy destacado económicamente en los siglos XVIII y XIX. Ello puede apreciarse en sus abundantes edificios señoriales, que han llegado en muchos casos hasta nuestros días. En uno de ellos se ubica el Hotel Restaurante Casa Palaciega XIX, un lugar ideal que nos permitirá retomar fuerzas de la mejor manera, en un entorno único, muy agradable, con un trato personalizado y una comida excelente.

El hotel cuenta con jardín y piscina y se ubica en la céntrica calle del Agua, muy cerca de las plazas Porticada y de la Constitución. Una elección de acierto seguro, tanto para alojarse como si simplemente se quiere disfrutar de su restaurante.

Laujar de Andarax hay que pasearla, tanto por su encalado casco histórico, salpicada a cada rincón por el agua más pura, como sus rutas en plena naturaleza

Cuando el último gobernante del Reino de Granada, Boabdil, lloró por la tierra de la Alhambra camino del destierro, expulsado por los Reyes Católicos, sus pasos no se encaminaron al norte de África, sino a Laujar de Andarax, cuyo señorío, tal como recogían las Capitulaciones firmadas en Santa Fe en aquel lejano año de 1492, pasaba a corresponderle.

El ‘Rey Chico’ en realidad recibió a cambio de su salida el señorío de Las Alpujarras y fue en Laujar, antigua capital de la Tahá de Andarax con dominios sobre las actuales poblaciones de Fondón, Bayárcal, Paterna del Río, Fuente Victoria y Alcolea, donde estableció su residencia junto a su esposa, Morayma, que terminaría muriendo aquí.

Un año después se marcharía definitivamente rumbo a Fez, dejando para siempre la impronta en este precioso pueblo del oeste almeriense de haber sido la ‘última plaza’ en la historia del reino de Granada y, por tanto, del al-Ándalus.

Calle de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

Puerta de entrada a la Alpujarra

Pero la historia de Laujar de Andarax se remonta mucho tiempo atrás. Parte desde la Prehistoria y se constituye como uno de los lugares con presencia humana constatada más antigua de Andalucía. Al sucesivo paso de civilizaciones por este emblemático punto de la provincia de Almería contribuyó sin duda su posición estratégica, a medio camino entre el Mediterráneo y las cumbres de Sierra Nevada, macizo del que se ubica en su ladera sur, dominando un gran valle (Valle de Laujar) que configura una fértil vega, bien regada por antiquísimas acequias.

Es la puerta de entrada a la mágica comarca de la Alpujarra y además ha gozado siempre de una gran riqueza mineral, fruto de su ubicación junto a la sierra de Gádor. Esto propició durante siglos que la economía fluyera y que los primitivos asentamientos se consolidaran hasta nuestros días. En su término municipal quedaron así numerosos vestigios mineros. El descubrimiento de estos supone un aliciente más para patearse sus senderos y adentrarse en su frondosa naturaleza.

Conocer Laujar de Andarax a través del agua

Ruta de los Pilares de Laujar. | Anyo/QVEA
Ruta de los Pilares de Laujar. | Anyo/QVEA

Y es que Laujar de Andarax hay que pasearla, tanto su encalado casco histórico, salpicado a cada rincón por el agua más pura, como sus rutas en plena naturaleza, presididas por el río del que toma su ‘apellido’ y que conectan al viajero directamente con la naturaleza.

Ubicado a casi mil metros de altitud, el agua tiene un gran protagonismo en este municipio, que va contando su historia a los visitantes a través de sus fuentes y pilares, repartidos por numerosos rincones. Conocerlos todos es posible simplemente siguiendo las flechas azules que encontraremos en el suelo, que nos guiarán por su fabulosa Ruta de los Pilares.

Y en cada caño de agua fresca, un trozo de la historia del pueblo plasmada en preciosos azulejos. También numerosa información de cada lugar en paneles informativos que permiten al turista una visita mucho más completa. En total, podremos visitar 17 pilares, que nos permitirán conocer cada palmo de Laujar de Andarax y, literalmente, beber de su historia. Destacan por su antigüedad el Pilar de la Plaza (1684) y el Pilar Seco (1687), aunque lo realmente divertido es descubrirlos todos.

Laujar cuenta también con restos de norias y molinos de agua que aprovechaban el curso del río, y que nos podremos encontrar adentrándonos por sus senderos, así como restos de acueductos utilizados igualmente para transportar el líquido elemento. El Puente de los Moros es el que mejor se conserva de toda la provincia de Almería y data de época musulmana. Consta de tres arcos y se ubica en el barranco del Conde, muy cerca del casco urbano. Destaca también por su buen estado el acueducto de la rambla de Bonaya.

Pilar de la Plaza de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Pilar de la Plaza de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

Laujar, capital del senderismo

Y es que el agua ha sido siempre el motor de Laujar, permitiéndole contar con campos fértiles y proporcionando energía eléctrica desde muy pronto, gracias a su central, hoy convertida en un fabuloso restaurante y punto de salida de distintas rutas senderistas.

Es en el paraje del Nacimiento donde ésta se ubica y donde comienzan numerosas aventuras en la naturaleza. Su área recreativa, además muy próxima al casco urbano, es todo un atractivo para cientos de personas cada fin de semana o día festivo.

Allí, haciendo honor a uno de los lemas turísticos del municipio, que es la ‘Capital del Senderismo’, podremos elegir entre rutas  de más o menos dificultad, como las conocidísimas en Almería ruta de la Hidroeléctrica o la senda de Monterrey; nos podremos pegar un chapuzón (muy) refrescante en el río; comer en pleno contacto con la naturaleza en sus amplias zonas de esparcimiento perfectamente preparadas para pasar un día de campo, o degustar suculentos platos de la cocina alpujarreña en alguno de los dos restaurantes abiertos en el paraje.

Legado histórico en Laujar de Andarax

Lo más recomendable al llegar a Laujar de Andarax es visitar, en la plaza Mayor, su oficina de turismo, que evoca el pasado musulmán del lugar y donde podremos obtener mapas e información pormenorizada sobre rutas de senderismo y todos los atractivos con los que cuenta el municipio.

Iglesia de la Encarnación en Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Iglesia de la Encarnación en Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

La imagen de la iglesia de la Encarnación de Laujar de Andarax es visible coronando el pueblo prácticamente desde cualquier punto de sus cercanías, configurando una bella estampa de Laujar. Su situación elevada y su monumentalidad le permiten destacar de entre todas las edificaciones y se diría que entre todas las iglesias alpujarreñas. Aunque su verdadero valor radica en su antigüedad, siendo uno de los templos con más años y de mayor peso histórico de la provincia.

En este espacio se erigía una gran mezquita, incendiada por los propios musulmanes en el año 1500, ante el acoso de las fuerzas cristianas. Se construyó entonces la primitiva iglesia, germen del actual templo tras ser reconstruido en 1686. Su estilo es mudéjar en el exterior, con un interior plenamente barroco en el que destacan su retablo.

Ermita Virgen de la Salud de Laujar. | Anyo/QVEA
Ermita Virgen de la Salud de Laujar. | Anyo/QVEA

Pero no es la única construcción religiosa que permanece en Laujar de Andarax. La localidad cuenta además con dos ermitas en su casco histórico. Por un lado, la pequeña ermita de las Ánimas, ubicada en la entrada del pueblo y erigida a principios del siglo XX como ‘protectora’ de los viajeros. Por otro, la ermita de la Virgen de la Salud, mucho más monumental y antigua, ya que su finalización data de 1710. Esta se ubica apenas a unos pasos de la anterior, en la calle Granada y junto al colegio de Laujar.

De la misma época (1708) data el convento de San Pascual Bailón, otro edificio emblemático de Laujar de Andarax que se mantiene a duras penas en pie, aunque en estado de abandono. Permanecen las fachadas y su claustro, si bien no se recomienda la visita por el estado semirruinoso que presenta.

La alcazaba más importante de la Alpujarra

Más antiguos si cabe son los restos de la Alcazaba de Laujar de Andarax, datados en torno al siglo XIII, pero de los que apenas queda nada. En su momento albergó a Boabdil cuando se instaló en Laujar y fue la alcazaba más importante de la Alpujarra. Lo poco que queda es más visible desde el pequeño Jardín Botánico que se ubica a las espaldas de la iglesia.

La recuperación de ambos vestigios históricos es un reto para el futuro, después de que las administraciones hayan revalorizado ya la fabulosa Casa Palacio de los Moya y se encuentren rehabilitando igualmente la Plaza de Toros de Laujar.

La ‘exótica’ relación de Laujar con las Filipinas

Centro Hispano-Filipino de Laujar. | Anyo/QVEA
Centro Cultural Hispano-Filipino de Laujar. | Anyo/QVEA

La Casa Palacio de los Moya sigue siendo la Casa Palacio de los Moya, pero desde hace apenas unos meses es también el flamante Centro Cultural Hispano-Filipino de Laujar de Andarax, el gran referente cultural del municipio y de toda la comarca.

Está inspirado en la figura del padre Pedro Murillo Velarde, jesuita y humanista del siglo XVIII originario de Laujar y autor del primer mapa de las islas Filipinas, país con el que el municipio de Almería está hermanado. El imponente edificio fue adquirido por el Ayuntamiento y rehabilitado para convertirlo en un gran centro cultural. Este cuenta con una biblioteca dedicada a otro ilustre laujareño, el afamado poeta Francisco Villaespesa; un centro de interpretación dedicado a Murillo Velarde y distintas salas para talleres y exposiciones.

La casa señorial, de gran porte, se ubica en la calle Granada, muy cerca del Ayuntamiento, y data del siglo XVIII. En la misma época se construyó la peculiar casa consistorial. Se trata de otro edificio de gran belleza y singularidad, de estilo neoclásico, erigido como el centro neurálgico de la localidad.

Además, Laujar cuenta con otra casa señorial emblemática, la conocida como Casa del Vicario, levantada en tres plantas y de estilo barroco (siglo XVII). Se ubica también a escasos metros del Ayuntamiento

Vino y mantecados, imprescindibles en la visita a Laujar de Andarax

Vinos y mantecados de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA
Vinos y mantecados de Laujar de Andarax. | Anyo/QVEA

La visita a Laujar de Andarax no estará completa sin probar algunas de las delicias gastronómicas que infunden más carácter propio, si cabe, a este municipio. Destaca el vino, sin duda el producto estrella de los laujareños, pese a que en las últimas décadas ha perdido parte del protagonismo que tuvieron sus viñas años atrás, gracias a la uva de Ohanes, variedad autóctona que estuvo muy extendida por toda la comarca en el siglo pasado y que aún hoy sigue proporcionando ricos caldos cien por cien laujareños.

Vino… y mantecados de Laujar, verdaderas delicias dulces y muy famosos más allá de sus fronteras. Podrás comprarlos con facilidad en los comercios del pueblo y seguramente acabarás pensando que debiste comprar algunos más. En el casco histórico se pueden comprar otros productos típicos como embutidos alpujarreños, artesanía o telas.

El Plato Alpujarreño es el rey

Y comer es también algo obligado en un municipio que se caracteriza por contar con muy buenos bares y restaurantes, donde se pueden degustar platos típicos de la Alpujarra. Aquí el rey es el Plato Alpujarreño, compuesto por papas a la pobre, huevos, carne de cerdo (costillas, lomo…), chorizo y morcilla, al que también se le pueden añadir pimientos.

Tanto en la avenida principal como en el entorno de la Plaza Mayor de las Alpujarras hay un buen ramillete de tabernas y gastrobares donde comer y tapear de lujo, aunque recomendamos la visita al Mesón La Fabriquilla, en el paraje del Nacimiento, tanto por sus buenos platos como por la singularidad de comer en el interior de una antigua central hidroeléctrica restaurada. Es conveniente reservar en fin de semana y festivos. También ir con tiempo, para poder disfrutar después de la comida de un agradable paseo en plena naturaleza y junto al curso del río Andarax.

Cómo llegar a Laujar de Andarax

Laujar de Andarax se sitúa en el extremo oeste de la provincia de Almería, cerca del límite con Granada y en las primeras estribaciones de la Alpujarra y del Parque Natural de Sierra Nevada. Se ubica a 77 kilómetros de Almería, desde donde aproximadamente la mitad del recorrido se realiza por autovía (A-7). Si llegamos desde aquí, o igualmente si lo hacemos desde la costa de Granada, deberemos girar hacia el norte a la altura de El Ejido-Pampanico. Tras pasar Dalías y dejar Berja a la izquierda, tomaremos la carretera A-347, que pasa junto al municipio. Otra opción es desde la A-348 que se adentra en la Alpujarra Almeriense desde Benahadux.

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